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La navidad era esa misma noche. Bueno, ustedes comprenden. Era veinticuatro, nunca entendió cuando sería navidad.

¿El veinticinco? ¿El veinticuatro? Realmente no importa, lo que importa es que la madre de John no le permitió salir de casa.

---- Taeyong vendrá a pasar la navidad con nosotros, quédate..- la señora seguía sosteniendo su mano con cuidado - ¿O tienes algún plan?

---- no, pero...- susurró - Uhm..no lo sé, ustedes lo pasan en familia, no creo que sea correcto.

Myorong se encogió de hombros, volviendo a hablar.

---- eres parte de la familia, Donghyuck te quiere mucho, ¿No crees que querrá pasaras fiestas con su niñera?

La verdad era que Myorong no quería que Minji pasara más fiestas sola. Taeyong comentó, una vez que se encontraron en el supermercado, que muchos de sus amigos pasaban las fiestas en su casa. Por eso mismo, pensó que sería buena idea invitarla.

---- u-uhm..- balbuceó nerviosa - no tengo ropa linda, señora. - sus mejillas fueron tiñendose de rosado - no creo que sea correcto.

La mujer alzó sus cejas, sorprendida por la causa de su probable ausencia o nulas ganas de asistir.

---- no es necesario tener ropa ostentosa, lo que importa es pasar este frío día con personas que te hagan sentir feliz. No interesa si tienes ropa linda o fea, porque eres más que eso, Minji.

La muchacha bajó la mirada, sintiendo ese familiar nudo en el estómago. Ahora sí que estaba avergonzada. No quería verse como una persona superficial y materialista..

Es que..era algo lógico que se sintiera un poco incomoda o fuera de lugar cuando todos en la casa tenían ropas cálidas y hermosas.

Ella..ella no celebraba navidad hace años, ya no era una fecha especial para Minji. Nunca lo fue verdaderamente. Siempre se trató de una fecha normal, una noche casual.

Aunque admitía que sentía algo de envidia cuando veía tantas decoraciones bonitas en los supermercados, las publicidades en la TV y como la gente comenzaba a vestir de blanco y rojo. Era..adorable.

De pequeña nunca celebraron navidad con su familia, y de grande..no era posible. Tam vez su novio si lo hacía, pero ella no.

No podía celebrar si cada vez que llegaban esos días, él parecía emborracharse más de lo normal y exigir cosas que eran imposibles por su situación económica.

Pero..también pensaba que esto podría ser una pequeña aventura. Un intento por dejar el pasado atrás y no negarse a disfrutar algo que quería.

Myorong la miraba con ternura, preguntándose que rondaba en la cabeza de la niñera. Pues Minji era siempre muy amable, a veces insegura cuando hablaba con ella, pero siempre estaba para Hyuck y eso era importante para toda la familia.

Donghyuck era aún regalito, un tesoro y, cómo cualquier padre quisiera, era cuidado por alguien tan gentil como Minji.

No era un mérito menor que Donghyuck se acoplara a su niñera. Eso no pasaba muy seguido, por no decir que nunca sucedió.

---- aún así..- Minji habló bajito, intentando no sentirse mal por lo que diría - no..no estoy acostumbrada, me siento..un bicho raro estando en una familia tan unida como la suya. No es que me caiga mal, por favor, no piense eso. Es que..- sus ojos se llenaron un poquito de lágrimas - estoy intentando poco a poco mejorar, pero es difícil y siento que sería abrumar rápidamente mi cabeza. No estoy hecha para reuniones familiares, mi familia era un desastre y mi novio aún más, no se apreciar estas cosas y no me gustaría que por eso, terminara arruinando una noche tan especial y acogedora como esta.

Baby bearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora