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Mark y Donghyuck se hicieron muy unidos. El menor no quería entrar si Mark no había llegado y Mark le esperaba en caso de que Donghyuck aún no fuese visto por sus ojitos chocolate.

Eran sus únicos amigos. Donghyuck se iba a la salita para más grandes, pero Mark prefería jugar en la suya, porque sus compañeros podrían lastimarle.

Johnny se alegró cuando Minji le comento sobre aquella floreciente amistad. Donghyuck le contaba conre un tal "Maku" pero no entendía muy bien a quien se refería.

Poco a poco, Donghyuck iba mejorando su habla, pero normalmente eran simalabss mezcladas y palabras sin sentido entre una que otra correcta.

Ahora, luego de llegar a la casa y darle una ducha fresquita al peque, este insistió en hacerle galletitas a Mark.

¿Por qué? ¡Fácil!

Mañana era el cumpleaños de su amigo, ¿Cómo no podría regalarle algo? Sería muy desubicado de su parte.

---- tititas..- canturreó el bebé mientras jugaba con masa - Tititas chocolate.

---- sí, galletitas de chocolate con vainilla.

---- Vinilla. - repitió - ¿Minji?

---- dime.

---- ¿Papá?

Oh, si.. Donghyuck solía extrañar a su papá de vez en cuando. Siempre preguntaba por él, pero siempre terminaba llorando por extrañarlo.

---- Uhm..- miró el reloj en la TV - llegara aquí en uno minutos, ¿Vas a darle tus galletitas a papá?

---- no, no, no..- movió su pequeño dedo índice junto con su cabeza - tititas, feliz cumplió Marku.

Minji debía admitir que estos momentos eran tiernos.

Llevaba un mes aproximadamente, trabajando en la casa Suh. Era muy tranquilo y ameno, Donghyuck raramente estaba molesto y, solo esos días eran los más pesados.

Se aferraba cómo pulga a su papá y no lo dejaba ir, lloraba al llegar a la guardería, lloraba al salir, lloraba al entrar a casa, lloraba cuando tenía hambre, también cuando comía, lloraba si su papá no aparecía rápido, lloraba si su juguete se caía.

Ugh..era un martirio.

Eso mismo lo dijo John, así que Minji no se sentía culpable de usar esa palabra para describir la situación.

Hyuck lloriqueó cuando la masa comenzó a pegarse en sus manitas, sintiendo asco. Extendió estas a Minji, esperando ayuda.

---- Uhm, ¿Alguien tiene sueñito? - el castañito hizo puchero, logrando convencer a Minji de levantarle y lavarle las manos - ¿Vamos a dormir?

El menor sentía sus ojitos pesados cuando los dedos de Minji comenzaron a acariciar su cabello algo ondulado. Suspiro antes de caer sobre el hombro de la muchacha, permitiéndole mandar las galletas al horno y medir el tiempo necesario.

Unos quince minutos y podría sacarlas. Pero para eso, Donghyuck ya estaba roncando. Jugo muchísimo en el jardín, no durmió la siesta y ya estaba fulminado.

Según la maestra, se la pasó jugando con Mark a las escondidas y corriendo por el patio, fingiendo ser superhéroes.

Para sus cortas patitas, eso fue demasiada actividad.

El temporizador en forma de gallina comenzó a sonar y fue a sacar la placa con galletas. Apagó el horno y dejó enfriar los dulces.

Se acercaban las ocho de la noche, John le avisó que se atrasaría un poco por tener una reunión de padres. Era algo obligatorio, para charlar sobre los avances de sus hijos y algunas dudas por resolver.

Baby bearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora