Tomó un respiro, abatido una vez se encontró frente a la puerta ajena. Estaba agotado, corrió por todo el pueblo hasta llegar a su parada final.
Estuvo toda la travesía pensando en lo mucho que necesitaba ver a Luzu para saber si estaba bien, que realmente no se había detenido a pensar qué decirle concretamente, por lo que, ciertamente temeroso por cualquier reacción, tomó la llave de su bolsillo y abrió la cerradura.
Sintió una pesadez en su ser cuando observó el lugar. Estaba vacío, sin embargo, el ambiente se demostraba grávido. Miró a todos lados, desesperado de encontrarse al castaño, sin embargo, no encontró a su amado.
Al contrario, lo único que visualizó al adentrarse en su hogar, fue una gran destrucción, desde vasos y platos rotos por el suelo, los cojines del sofá por doquier, e incluso, cuando se adentró al baño, dirigiéndose por el largo pasillo, pudo ver el espejo roto en mil de cristales pequeños.
Aclaró su garganta, buscando por varios extremos al castaño, un tanto temeroso por su bienestar. Su busqueda no fue extensa, pues su mirada terminó posicionándose sobre aquella tapa de madera en el suelo mal colocada. "Bingo" pensó, con más tranquilidad de saber que el chico permanecía en su hogar. Hubiese sido un desastre si Luzu había huido.
Levantó la tapa y posterior a ello, con sus piernas temblando, bajó las escaleras, perdiéndose en la oscuridad hasta percatarse de las luces. Conocer los secretos de esa habitación lo llenaban de curiosidad, y, en aquel momento, se había adentrado en ella, por lo que su corazón bombeó con ansiedad en su pecho.
Pestañeó varias veces ante la fuerza de las luces blancas en la habitación. Quiso ignorar las fotografías del rubio en las paredes cuando recorrió el lugar, quiso evitar a su vez, aquel juego de dardos con el rostro del chico. No quería preguntar sobre las bolsas de pólvora sobre la mesa, lo que sí quería saber era sobre aquel hilo de sangre en el suelo, que lo guiaban a un charco de aquel líquido carmín con flores humedecidas en el fluido.
—Luzu... —Su mentón tembló al ver aquella escena, donde su chico estaba en posición fetal, con las palmas llenas de sangre, sus nudillos lastimados y la marca de sus dedos ensangrentados en sus mejillas, sin contar el hilo del fluido que provenía de sus labios hinchados. El castaño se veía demacrado, con los ojos rojos y la mirada perdida.
Se acercó a él con cierto temor de provocar alguna reacción negativa en el chico, sin embargo, este siquiera lo había observado. Seguía con su mirada en un punto fijo y la respiración agitada, con los labios abiertos y respirando por la boca.
—Luzu, mírame, por favor, estoy aquí. —Habló en un tono suave, tomando las manos heladas y ensangrentadas, incluso si estaba en contacto con los fluidos ajenos. Su garganta dolía al ver a su chico de esa manera, pues seguía sin reaccionar, por lo que, aturdido, se levantó y buscó con desespero algo con qué sacarlo del trance, encontrando una botella de agua, donde, mojando sus extremidades, volvió donde su chico, colocando estas en su nuca que ardía en calor.
Luzu se quejó ante el frío sobre su piel, provocando que reaccione y escape de aquel trance que lo comía vivo. Respiró con mayor relajo, en aquel momento que se observaron a los ojos, donde el castaño pudo reducir sus nervios y ansiedad por el dulce brillo de aquella mirada que trataba de consolarlo.
El pelinegro le sonrió, provocando que el corazón acelerado de Luzu disminuya su frecuencia de aquel momento. Su mirada se ablandó, entrando en razón, ¿cuánto tiempo había estado en aquella posición? ¿cuánto lo habían atormentado sus pensamientos maliciosos? Había perdido la noción de los minutos.
—Quackity, gracias pero, vete, no quiero verte. —Murmuró, con el lambio tembloroso. A pesar de encontrarse en mayor calma, se dirigió a él de manera hostil, alejando las manos ajenas que habían tomado las suyas. —¿Estás tratando de seguir mintiendome?
ESTÁS LEYENDO
not him﹆ luckity
Fanfictionㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ✦ ㅤㅤㅤNo hay dolor más desgarrante que el ㅤㅤㅤver a tu 𝗮𝗺𝗮𝗱𝗼 en brazos ajenos, o ㅤㅤㅤmejor dicho, en labios ajenos. ㅤㅤ ㅤSobre todo cuando ese dolor que te ㅤ ㅤㅤquema vivo se convierte en dulces ㅤ...