Un grito de dolor y agonía escapó de sus labios cuando la zona izquierda de su tronco fue desgarrada por una daga, sintiendo las lágrimas caer por el ardor de su piel y sus órganos, cuando la sangre escapaba con velocidad de su interior.
Aquel impacto hizo temblar su mano derecha, que disparó una bala hacia el cielo al perder la precisión, posteriormente, soltando el arma y cayendo de espaldas en el barro, por el dolor que penetraba su anatomía.
La helada mano de Vegetta quitó la caliente daga del interior del chico, provocando un grito con mayor fuerza que reflejaba todo el dolor de Quackity, quien cubría, de alguna manera, con sus manos temblorosas, la herida.
— He soportado mucho de ti todos estos meses, Quackity. —Murmuró, con su mirada fría sobre el pelinegro, quien no dejaba de jadear y gemir de dolor por la sangre que ensuciaba sus manos temblorosas. La zona de su estomágo había sido lastimada, por lo que, incluso el líquido rojo escapaba de sus labios.
— Luzu no está muerto, Vegetta. — Gimió, con su voz ronca y en un hilo ante la falta de oxígeno, incluso si inhalaba con fuerza. Trataba de encontrar las energías para moverse, mas se sentía débil y roto. Su estómago había sido perforado con la dulce y lastimosa daga. —Ayúdame, por favor, tengo que regresar con él...
— ¿Regresar con él? — Soltó una pequeña carcajada, enternecido por la reacción del pelinegro, por su inocencia y a su vez, su hipocresía. —Por favor, Quackity, a Luzu le das miedo...¿Realmente creíste que yo caería en tu intento de manipulación? ¡Si yo ya sé todo!
El pelinegro lo miró perplejo como molesto, mordiendo su labio por la impotencia que comenzaba a incrementar el calor de su piel y su carne. No podía creer aquel discurso que Vegetta trataba de darle, ¿acaso pensaba que sería capaz de creerse esas mentiras? Luzu jamás temeria de él, y mucho menos lo entregaría de esta manera, no a él.
Tenía que haber algo más, todo esto era parte del plan de Vegetta para alejarlo de su chico. ¡No había otra opción! Si aquel joven de orbes lilas siempre estuvo deseoso de acabar con la relación que ellos tenían. Era posesivo con su castaño, con su Luzu. No podía simplemente caer en sus juegos y mentiras retorcidas.
— Estás muy equivocado, Vegetta. Luzu no me haría algo así, jamás. —Murmuró, tratando de mantener la calma por medio de su respiración, pues cada vez que la ira consumía su sistema, aquella herida le ardía más, incluso deliraba con que esta sangraba con mayor intensidad.
— Es comprensible que no me creas. — Se alzó de hombros, entendiendo la posición del pelinegro. No tardó en acercarse al contrario, acortando la distancia cuando palmeó el hombro ajeno, en forma de burla de las veces que Quackity hizo aquel gesto con él, tratando de venderle unas condolencias falsas. —Sin embargo, cuando Luzu llegue, espero le creas.
Quackity balbuceó, sin saber qué decir ante las palabras del mayor. Lo quería asustar, estaba seguro de eso. No había forma de que su castaño pudiese llegar allí, no había forma alguna de que su amado estuviese tras de esto, simplemente Luzu no podría herirlo. ¡Era su Quacks! ¡su niño! ¡no era capaz de desconfiar de él y mucho menos venderlo a Vegetta!
— Ahora, tú vienes conmigo. —El pelinegro se sintió genuinamente incómodo cuando las manos de Vegetta comenzaron a atar alrededor de su cintura la chaqueta del mayor, para así crear presión que evite la pérdida de sangre. —No voy a dejarte morir tan fácil, incluso si quisiera deshacerme pronto de ti, se lo prometí a Luzu.
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not him﹆ luckity
Fanficㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ✦ ㅤㅤㅤNo hay dolor más desgarrante que el ㅤㅤㅤver a tu 𝗮𝗺𝗮𝗱𝗼 en brazos ajenos, o ㅤㅤㅤmejor dicho, en labios ajenos. ㅤㅤ ㅤSobre todo cuando ese dolor que te ㅤ ㅤㅤquema vivo se convierte en dulces ㅤ...