not him﹆ luckity

diecisiete.

Bostezó, sintiendo frío en sus piernas desnudas, mientras buscaba en su armario un bóxer limpio para colocarse. Luzu tenía toda su cabellera desordenada y los labios aún hinchados luego de haberse madrugado entre los besos de Auron, quien dormía, con un gran semblante de paz, en su cama.

Se vistió y fue a lavar sus dientes, observando en el espejo su reflejo. Había sido una noche loca, incluso notó en sus hombros zonas hundidas ante las uñas del contrario, sin contar sus brazos ciertamente arañados.

Sintió algo de vergüenza. Había estado bien, le había agradado la sensación de tener al chico deshaciéndose sobre él.

Aunque no podía negar que su excitación incrementó cada que imaginaba que aquellos gemidos ahogados provenían de los labios de su pelinegro.

Había sentido deseo por el del mechón rubio, pero esa lujuria desvaneció luego de algunos besos. Se sentía inconforme, no porque el chico besara mal o algo por el estilo, solamente que no podía desocupar su cabeza de Quackity. Su único entusiasmo en esos momentos era el saber que su mejor amigo estaba al tanto de todo, que sabría la placentera noche que compartieron.

Quiso aclararse un poco lavando su rostro con agua fría, y posterior a ello volvió a su habitación, encontrando a un Auron que extendió perezosamente sus brazos, esperando un abrazo.

─Ven aquí, mi niño.─ Tenía que admitir que Auron era una dulzura, tanto que se sentía culpable por encontrarse en esa posición. ¿El contrario le querría? O ¿Entendería que nada era serio entre los dos?

Sin embargo, a pesar de su culpa, sólo se dejó abrazar gustoso por los besos que recibió en su rostro por el contrario, quién terminó por atraer su cuerpo hacia la cama.

─¿Qué hora es? ─El chico seguía adormilado, incluso sus párpados le pesaban, provocando una pequeña risa en Luzu, quien acomodaba sus cabellos.

─Ya es mediodía, Auron.

─Uhm, ¿me traes mi camiseta? Quiero dormir un poco más pero tengo frío.

Luzu sólo asintió con la cabeza, de hecho, luego de levantarse del colchón se dispuso a vestir de una camiseta y un hoodie también. No podía andar por su casa solamente con un bóxer.

Se dirigió al salón, notando la ropa del chico sobre uno de los sofás. La sacudió un poco, luego de haber estado toda la noche allí. Posterior a ello, volvió a la habitación, viendo a Auron cómodamente con el rostro escondido en la almohada.

─Toma.─ No hubo respuesta. Esperó unos instantes esperando alguna reacción del contrario, pero había vuelto a dormirse. Se alzó de hombros ligeramente, en el momento en que se dirigió a la mochila ajena para dejar su ropa en uno de los bolsillos. No esperaba ver una foto desprenderse de aquel compartimento que abrió, menos que su contenido fuese él y Auron.

Se quedó confundido. ¿De cuándo era esta foto? No recordaba haberla tomado en esa cantidad de días que llevaban juntos.

En aquel instante, sintió un llanto cercano, que le hacía doler los tímpanos. Cerró sus párpados, y al momento de abrirlos, se encontró a él mismo, llorando y abrazando sus piernas sobre el frío suelo. Del único ojo que poseía, las lágrimas recorrían su piel con fervor.

─Auron nos quiere, ¿verdad? Por eso guarda esas fotos, porque nos estaba buscando, Luzu.

No supo qué decir, simplemente porque en su cabeza pasó aquella escena del asesinato, cuando su antiguo yo le admitió estar enamorado de alguien que lo traicionó. ¿Auron lo había traicionado? Pero si había sido tan dulce con él.

Comenzó a buscar dentro de la mochila del contrario alguna otra pista o señal de estas fotos, tratando de hacer el mínimo ruido y con el corazón acelerado por la adrenalina de que el chico despertase. Simplemente no podían encontrarlo.