Famous Last Words

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Te veo descansando junto a mí
Con palabras que nunca pensé que diría.
Despierto y sin miedo,
Dormido o muerto.

Rondando las cuatro y media de la mañana por fin pudieron conciliar el sueño.

En ningun momento de su corta vida se dio el placer de observar a su exnovia descansar. Era algo extraño, sentía que ver al castaño inmerso en sus tranquilidad era una especie de terapia no pagada que lo hacía entender el amor. El amor que sentía por él era real, tanto que sabía que no podría pasar una noche sin él sintiendo con normalidad al aire entrar a sus pulmones.

Cielo, salvalo.

Nunca sintió aquello por la pelinegra. De hecho, analizando a profundidad su relación, podía darse cuenta que en realidad allí nunca hubo amor.

Y es verdad que en la vida el ser humano pierde años de crecer consigo mismo y conocerse por buscar a su "media naranja" pero, ¿Quién nos garantiza que esta existe? y ¿Quién nos manda a estarla buscando? Se puede encontrar muy temprano, pero si el tiempo no es correcto, no se dan las cosas. A veces ni siquiera es necesario hacerlo.

Gerard nunca hubiese podido amar a Frank si no se hubiese amado a sí mismo.

Quizá solo fueron un par de años desde la última vez que lo había visto antes del hospital, pero no era el momento; no había que forzarlo tampoco. ¿Qué es del ser humano, si no buscar el amor? Los niños crecen escuchando historias de príncipes y princesas que al final "fueron felices por siempre" pero ¿Cuándo va a haber un príncipe que no desee salvar a una princesa?

Uno es igual a cuatro.

Estaba divagando demasiado, y pese a todo, su príncipe sí lo salvó. Fue gracias al amor del castaño que el mayor se dio cuenta que aquella "imperfección" sobre sus preferencias sexuales en realidad eran mandatos retrógrados impuestos en su mente.

La sociedad nubló su juicio en el pasado, lo cegó hablándole sobre príncipes y princesas tanto tiempo que nunca dudó en que podrían existir reyes felices con otros reyes. Entonces, a través del alcohol, pasó años tratando de entender cuál era su propósito en la vida...

Nunca pensó que llegase a ser tan corta.

No hay que malinterpretar, miles de veces en el pasado pensó en que la solución era con seguridad morir. Sentía que no era una persona "normal" ni correcta para la sociedad, que esa era la razón por la cual no tenía un propósito en su vida. Pero en esa sala de hospital, allí junto a Frank, supo que los propósitos son algo inventado por el imaginario humano para crear una "razón" por la cual desvivirse 16 horas en una oficina.

Y así como Gerard entendió que el imaginario humano estaba engañando a toda una sociedad, se dio la libertad de elegir un propósito imperfecto pero puro: amar a Frank Iero.

Cielo, salvalo.

Y es que las tardes en el parque con Lindsey no se comparaban en nada a las tardes en la "aburrida" sala blanca del hospital con el joven guitarrista. Y es que el peliblanco pensaba que incluso estando en un psiquiátrico con el castaño sería feliz, porqué este tipo de afirmaciones son cosas que él sabia, secretos de su inconsciente que se liberaron gracias a la terapia.

Porque siempre influyen las personas con las que te relacionas, y es difícil elegirlas de forma correcta cuando todos a tu alrededor tienen pareja menos tú. Y allí empieza la verdadera presión y es en ese momento en el que caes ante la primera persona que observas, sin pensar si deseas estar allí.

Y te equivocas.

Pero de eso se trata el vivir, de cometer errores y aprender para luego poder tomar decisiones correctas ¿No?

THE ENDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora