Daemon
Estaba disfrutando del banquete en mi honor , hace años Viserys no me dedicaba ni siquiera unas simples palabras de aprobación y bueno debía de admitir que era obra mía ya que no hacia nada que mereciera aprobación de su parte, yo tengo mi forma de hacer las cosas y no me gusta esperar el permiso de nadie para hacer lo que me plazca, bueno eso ahora ante todos había cambiado , Rhaenyra me enseño poco a poco a como controlarme y no mostrarme ante los demás siempre impulsivo y aunque mi carácter no cambiara ahora soy mas estratégico sobre cuando es y o bueno que las personas vean mi personalidad.
Mientras todos nos encontrábamos cenando y muchos otros bailando , no pude evitar dar algunas miradas a Rhaenyra las cuales por supuesto eran correspondidas, me encantaba su actitud algo desvergonzada cuando lo quería, aun no podía creer las historias que me conto sobre el futuro así que estoy en secreto buscando alguien confiable que pueda ayudarla a curarse sin que nadie mas lo sepa porque no permitiré que nadie tome provecho de su posible enfermedad.
En una de mis intentos por verla , dirigí mi vista hacia ella pero lo que vi hizo que el tiempo se detuviera por unos segundos, segundos que rápidamente recupere corriendo hacia ella ya que cuando la vi se miraba pálida y a punto de desmayarse y así fue, ya que cuando llegue hacia donde se encontraba sentada ella justo estaba cayendo hacia el piso, sin importar quien estaba a su lado me lance a sostenerla para que no se golpee con el suelo. Cuando logré sostenerla empecé a escuchar lo que sucedía alrededor y hasta ese momento me di cuenta que había dejado de ser consciente de mi entorno y eso como guerrero nunca me había pasado.
-Rhaenyra!!!
Grito Aema quien ya se encontraba estaba hincada en el suelo al lado de Viserys que parecía en trance, mientras se escuchaban gritos de asombro y terror por todo el salón.
-Viserys, reacciona necesitamos que los maestres la revisen inmediatamente, yo me encargare de llevarla a sus aposentos y tu debes de cerrar el lugar; nadie debe salir ni entrar de este lugar hasta saber que sucedió.
-Pero debo de estar con mi hija Daemon.
-Eres el Rey no puedes mostrar debilidad, es momento que muestres tu sangre de dragon. Mientras no este a tu lado no confíes en nadie , debes de sospechar de todos incluso de tu consejo o de la mano del Rey.
-Tienes razón, pero Daemon te he perdonado muchas cosas en mi vida por mi amor hacia ti, eres mi hermano te quiero y te estoy confiando lo mas sagrado para mi. No me decepciones porque si le pasa algo a mi hija no te lo perdonare.
-No lo hare hermano.
Diciendo esto ultimo me apresure hacia los aposentos de Rhaenyra, Aema venia tras de mi junto con todos los maestres, más yo me encontraba mucho más adelantado y no podían seguir mis pasos. Habíamos perdido tiempo por la indecisión de Viserys y no me perdonaría si esos minutos perdidos hacían que ella no se recupere, pero también se que ella no hubiera querido que lo que sea que le hayan hecho quede impune. Cuando llegué y la puse sobre su cama ninguno de los maestres llegaba aun.
-¿Donde están ineptos ? ¿La princesa esta mal y ustedes no pueden hacer el esfuerzo de correr?
Gritaba para que me escuchen y se apresuren en llegar, estaba seguro que mi tono de voz les infundiría miedo y eso era aun mejor para que sepan que si no la curaban sus cabezas rodarían.
-Príncipe, los maestres llegaran pronto quizás debería retirarse para que puedan atenderla.
-Mira Sir Crispin es mas probable que tu puedas volar un dragón antes que yo siga una orden tuya y mucho menos que deje a Rhaenyra sola, asi que haz tu trabajo, ve a hacer algo productivo y vigila la puerta.
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VIAJE DE DRAGONES
FantezieEn un presente caótico y oscuro en Westeros varios siglos después de la conocida danza de dragones , una autodenominada resistencia hace frente a la conquista de la Triarquia y con la ayuda de los viajes en el tiempo buscan modificar los acontecimie...