Capítulo 6

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Al día siguiente, Deku toma mi mano tan pronto como hemos comido y me lleva fuera de la cueva. El señala a través del campo hacia el bosque de pinos y el lago. No estoy seguro de por qué el pecoso quiere volver allí otra vez, pero estoy dispuesto a hacer lo que pueda para complacerlo.

Deku acumula más hojas de menta en el camino, lo que me hace detenerme el tiempo suficiente para usar una de las hojas para limpiar mis dientes. Deku parece pensar que es algo que debemos hacer por la mañana y, a veces, incluso por la noche, antes de dormir.

Una vez que llegamos al lago, Deku se dirige inmediatamente al barro cerca del arroyo y comienza a hurgarlo nuevamente. Observo el borde del lago el tiempo suficiente para atrapar un pez para comer y luego regreso al pedernal cerca de donde el omega se sienta. El hace algunos objetos más con la arcilla blanda y los coloca en las rocas antes de acercarse al lago para lavarse las manos.

—Katsu!

Levanto la vista de mi pedernal y veo a Deku parado cerca del agua. El omega hace más ruido, y me pongo en pie para acercarme a él. Sonrío mientras toma mi mano entre las suyas, pero luego frunce el ceño mientras me arrastra hacia el agua.

Ya he pescado, y hace demasiado frío para entrar en el lago, así que me detengo y le quito la mano. Deku me mira con la cabeza inclinada hacia un lado, hace más ruidos y señala el agua.

Doy un paso atrás.

Los sonidos de Deku se hacen más fuertes cuando coloca sus manos en sus caderas y levanta una ceja para mirarme. Estrecho mis ojos y lo miro, sin saber exactamente qué quiere, pero muy seguro de que no me gusta. Con un ruido agudo y una respiración igualmente fuerte, Deku se inclina y llena sus manos ahuecadas con agua. Las gotas caen de su piel mientras camina hacia mí y tira el agua en mi brazo.

Mi cabeza se llena con los recuerdos de mi padre omega llevándome a un arroyo en el verano y manteniéndome de pie en el agua mientras me lavaba. Gruño y retrocedo, empujando el agua de mi piel. Hace demasiado frío para lavarme, y mis pieles podrían mojarse si vuelve a tirarme agua.

Se hace evidente que el lavado es exactamente lo que Deku quiere que haga mientras el trata de acercarme al borde del lago. A mi compañero le gusta lavarse y limpiarse los dientes todo el tiempo, pero a mi no me gusta el frío y el está a punto de meterme en el agua helada.

Alejo mi brazo de el con un gruñido y le doy la espalda. No sé por qué parece que el omega piensa que meterse en el agua es una buena idea, pero recuerdo haber perdido el equilibrio mientras pescaba temprano en la primavera, y estuve con frío el resto del día.

Cuando Deku intenta tomar mi brazo nuevamente, se lo arranco, recojo el pez que atrapé y empiezo a caminar hacia el borde del bosque. Me vuelvo para mirar a Deku, y el me está mirando. Me quedo quieto hasta que el omega recoge los objetos de barro que ha hecho y me sigue en silencio. No quiero que mi compañero se enoje conmigo, pero no hay forma de que me meta en esa agua fría.

Cocino el pescado en el fuego de vuelta en la cueva, y antes de que terminemos de comerlo, Deku hace ruidos continuos nuevamente. Intento ignorar los sonidos, pero no es fácil cuando rara vez se detiene. Coloco mi mano sobre su boca, y funciona por un tiempo. En lugar de hacer más ruido, me trae hojas de menta.

Como me negué a meterme en el agua fría, creo que probablemente debería frotarme los dientes con menta. A Deku le gusta cuando hago eso, y espero que lo apacigüe. El hace lo mismo con su propia ramita de menta, y pronto nos arrastramos a la parte posterior de la cueva y al calor de las pieles.

Me meto primero en las pieles, y Deku sube después. El se acuesta boca arriba y me mira mientras me apoyo sobre mi codo y lo miro de cerca.

Puedo oler la menta en su aliento, y me lamo los dientes para sentir lo suaves que son. Me pregunto si sus dientes también son lisos, y creo que probablemente lo sean.

Trascendencia (BakuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora