Trascendencia (BakuDeku)

Capítulo 21

Por la prisa no le di una segunda leída , si encuentran algún error me avisan con confianza para corregirlo.

Ahora si.......

Mis lectoras traigan su tacita de te pónganse cómod@s y disfruten de este nuevo capítulo

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Me siento, mirando fijamente.

Las nieves se han derretido. Los árboles tienen hojas nuevas y el campo fuera de la cueva está vacío.

Completamente vacio.

En mis manos está uno de los triángulos de cuero que Deku habría envuelto alrededor de Kass para evitar que se ensucie demasiado cuando se alivia a sí misma. En mi mente están todos mis recuerdos de ella: cómo olía después de que su madre limpiara el polvo y la suciedad de su cara, la forma en que se deshacía de las pieles para tratar de llegar a donde fuera que quisiera ir y cómo ella se sentía segura tumbada en mis brazos.

Ella ni siquiera se había presentado ya que no llegó a las 5 temporadas, después de eso se suele perder la cuenta, me hubiera gustado saber si Kass sería una alfa o una omega como su progenitor, aun si fuera beta sería preciosa.

Debería estar cazando y recolectando comida, pero no puedo hacer nada excepto sentarme en el suelo y observar alguna señal de mi hija.

No hay ninguna.

—Katsu?

Miro hacia la cueva a mi compañero. El pecoso me llamó antes, pero no me moví para volver a entrar. El se acerca y me tiende la mano. Nuestros dedos se envuelven juntos, y me muevo hacia mis rodillas, mirando hacia el campo vacío de nuevo mientras lo hago.

Vacío.

Completamente vacio.

—Kass? —. Vuelvo mis ojos a Deku y veo el color verde jade que había vivido en los ojos de nuestra hija, así como los ojos del hombre que se la llevó.

Deku hace sonidos suaves y pasa sus dedos por mi pelo. Se está volviendo largo de nuevo, y me pregunto si el menor me hará sentar lo suficientemente quieto para que lo corte más corto. Acaricio mi cabeza contra su estómago con los ojos cerrados, solo inhalando el olor de sus feromonas por un rato.

Cuando abro los ojos nuevamente, me concentro en las tres pequeñas líneas que adornan la piel de Deku a lo largo de su abdomen. Son marcas que quedaron de cuando tuvo a Kass dentro de él. Extiendo un solo dedo y las acaricio lentamente una por una. Cuando miro hacia arriba de nuevo, las mejillas de Deku están húmedas.

No he intentado poner otro bebé en Deku desde que Kass desapareció del campo frente a mí. Tampoco he comido ni dormido mucho. Una vez, Deku me arrastró hacia el lago, pero me negué a meterme en el agua y no intenté atrapar ningún pez. Solo me senté en las rocas y esperé a que él estuviera listo para regresar a la cueva.

Mientras sigo mirando a Deku, el sentimiento de tristeza y temor que me ha abrumado desde que Kass desapareció parece retorcerse dentro de mí hasta que son reemplazados por la vergüenza. En mi propio dolor, no he sido un buen compañero para Deku.

Mi nariz pasa por cada una de las pequeñas líneas mientras los pensamientos de su estómago redondeando llenan mi cabeza. Es primavera, y debería estar cazando para mantener a mi compañero. Debería estar recolectando madera y rellenando el escondite sobre la cueva. Debería estar haciendo una trampa para animales grandes para poder reemplazar el cuero y las pieles que se han desgastado con el tiempo.

Mirando a Deku, puedo ver su tristeza por Kass pero también su preocupación por mí, por nosotros. Debería estar proporcionando para Deku. Debería estar protegiéndolo. Debería intentar darle otro bebé para ayudar a aliviar su dolor de perder el primero.