Trascendencia (BakuDeku)

Capítulo 15

Mis lectoras traigan su tacita de te pónganse cómodas y disfruten de este nuevo capítulo

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Me apoyo sobre un codo y miro a mi compañero, tratando de entender.

Cada vez que lo tocaba hoy, el omega apartaba mi mano. Ahora el menor duerme antes de que yo haya estado dentro de el, mis avances nuevamente se negaron. Es la primera vez que no nos apareamos antes de dormir desde la última vez que él pasó su celo.

No entiendo, y me duele el pecho.

El pecoso no parece enojado conmigo o molesto por nada. El acaba de tomar suavemente mi mano y lo aparta cuando intento alcanzarlo, sin hacer ningún sonido al mismo tiempo.

Ahora está durmiendo tranquilamente, y al menos puedo envolver mi brazo alrededor de su cintura y abrazarlo contra mí. Considero ponerme dentro de el menor mientras duerme, pero cada vez que lo he intentado en el pasado, se ha despertado. Me temo que si hago otro intento, el omega no estará feliz conmigo.

El omega rueda a su lado, exponiéndolo de espaldas a mí. Me muevo contra el para darle más calor, tirando de la piel alrededor de nosotros al mismo tiempo. El fuego arde brillantemente, y la cueva es cálida, pero el invierno nos llegará muy pronto.

Pongo mi cabeza junto a la del menor e inhaló el dulce aroma de sus feromonas a fresa. Mi nariz toca su cuello, estoy considerando que ya es hora de dejar mi marca, pero no quiero lastimarlo.

Cierro los ojos para comenzar una noche casi sin dormir.

El día siguiente no es diferente.

Tampoco es la noche siguiente.

Intento todo para apaciguarlo. Hago coberturas de pieles de conejo para dárselas, le hago un nuevo cuchillo de pedernal y le doy todas las mejores piezas de carne de nuestra cena. Cuando estamos en el lago, incluso me sumerjo en el agua helada porque sé que es su preferencia.

Nada funciona.

En la noche siguiente, lo atraigo hacia mí, presiono mis labios contra su cuello y lo miro a los ojos mientras me toca con la mano. Aunque quiero aguantarme, el omega me acaricia hasta que gimo y me caigo al suelo. No me deja tocarlo entre las piernas como antes me lo permitió, aunque no está en celo.

Resoplo, enojado conmigo mismo por no durar más cuando el omega me agarró. Lo admiro y siento que mi pecho se aprieta. El pecoso me sonríe, pero sus ojos verdes están tristes.

Gimiendo suavemente, lo atraigo a mis brazos.

—Besso?

El menor hace sonidos con su boca, y trato de silenciarla con mis labios. Sus manos agarran mis hombros, empujándome contra mí un poco antes de que sienta que se relaja y abre su boca. Me muevo por su barbilla y garganta, tal como me ha hecho antes, pero me detiene.

El omega toma mi cara entre sus palmas y hace muchos sonidos. Puedo ver las lágrimas formándose en la esquina de sus ojos, y todavía no sé por qué está molesto o por qué se niega a mí ¿Cree que no tenemos suficientes reservas para el invierno?

Su piel en un palo se ha encargado de que nosotros lo hagamos. Incluso hay más, así que podemos estar seguros de que el pecoso come lo suficiente, incluso si un bebé comienza a crecer dentro de él.

Con mi pulgar, levanto la mano para limpiar la lágrima de su ojo, y su mirada cae con su mano. El menor toca su estómago por un momento y luego agita sus manos en el aire mientras hace más sonidos fuertes. Me estremezco ante el sonido, y Deku suspira pesadamente antes de tomar mi cara entre sus manos otra vez.