Capítulo 2

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Mis lectoras ya está terminado el segundo capitulo espero que lo disfruten mucho tanto como yo en el proceso

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Me agacho para agarrar la lanza olvidada con la otra mano. Aunque el omega debe entender que su resistencia no funciona, él sigue tirando de mis dedos mientras lo arrastro hacia los acantilados y la cueva. No sé por qué lo hace, no está funcionando y el sol está bajo en el cielo. En poco tiempo estará oscuro, y el omega tiene que entender lo peligroso que será para él si lo dejo al aire libre en la noche. Muchos depredadores nocturnos van a despertarse pronto y comenzar sus cacerías nocturnas. Necesitamos la seguridad de la cueva

Aparentemente, a el no le importa porque continúa gritando y haciendo esos horribles ruidos de regreso a la roca. Suspiro y camino con dificultad, esperando que una vez que esté dentro y sepa que está a salvo de los elementos, se detendrá con los ruidos.

Afortunadamente, todavía hay algo de luz afuera cuando alcanzamos la ligera inclinación hacia la abertura en la roca y mi cueva. Me detengo justo afuera y lo empujo frente a mí, apuntando hacia la grieta oscura en la roca. El lo mira y luego a mí, con los ojos entrecerrados. Deslizando mi mano hasta la parte superior de su brazo, lo insto a avanzar más cerca de la grieta entre las rocas grandes con otro empujón. Él se resiste, y lo empujo más fuerte, mi paciencia menguando. Su mano vuela frente a el y tropieza con sus propios pies, y me pregunto si las extrañas cubiertas de los pies obstaculizan su movimiento.

Se las arregla para agarrarse del borde de la roca cerca de la abertura, pero no hace ningún movimiento para entrar. En cambio, él se vuelve hacia mí, y su boca se abre de nuevo. Más sonidos salen, más fuerte esta vez. El omega suelta su brazo de mi agarre, y sus manos se aprietan en puños que se sacuden mientras hace más sonidos. Con mi cabeza inclinada hacia un lado, escucho por un momento, pero es solo ruido, y me canso rápidamente. Tengo hambre y lo quiero adentro, donde estaremos a salvo antes de que se ponga el sol.

Gruño bajo hacia el y doy un paso adelante, presionandolo contra la roca junto a la abertura de la cueva. Mi mano pasa por su boca otra vez, pero esta vez mis dedos se deslizan alrededor de su mandíbula para mantenerla cerrada para que no pueda morder. Él mira por encima de mi hombro, pero no hay nada que se pueda ver por muchos kilómetros a nuestro alrededor. Captando su atención, lo miró directamente a los ojos por un momento antes de dar un paso atrás y empujarlo hacia la entrada de la cueva de nuevo.

Esta vez, el omega cumple, y respiro profundamente. Al menos él está volviendo a sus sentidos y haciendo lo que quiero. El omega no tiene que girarse hacia los lados para que sus hombros entren a través de la abertura como yo, pero sus pasos siguen siendo lentos y cautelosos. Una vez más considero su extraño calzado y creo que podrían ser la causa de su vacilación.

La grieta estrecha en las rocas tiene solo unos pocos pies de largo y se abre rápidamente hacia el área pequeña y única que es mi hogar. Al entrar, ambos nos detenemos mientras nuestros ojos se ajustan a la luz del fuego. Todavía hay algo de luz solar ya que la entrada de la cueva se enfrenta a la puesta del sol, pero es más oscuro que estar al aire libre trasera donde podría almacenar contenedores de alimentos si tuviera alguno para almacenar. A lo largo de la parte posterior hay una pequeña repisa que es buena para mantener los artículos lejos del suelo. La cornisa sostiene mis herramientas de pedernal y piedra, así como los estómagos de dos antílopes que están llenos de agua. Un poco avergonzado por la falta de comida, le muestro la fogata forrada de piedra en el frente de la cueva con la carne cocinada en el asador. Señalo la posición del fuego, que permite que el humo salga por la entrada sin dificultar la respiración interior, incluso en invierno.

Lo miro, sintiendo sus nervios mientras suelto su mano. Junta las manos frente a él y su cabeza se mueve lentamente de un lado a otro mientras examina su entorno.

Trascendencia (BakuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora