Capítulo 1

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Capítulo 1

El príncipe heredero Esteban San Román, graduado en Relaciones Internacionales y en la carrera militar de los 3 ejércitos del país.

Alto, fornido, ojos verdes y mirada penetrante, eran varias de sus características, que lo convertían en uno de los solteros más codiciados de su generación.

>> Simultáneamente, en un país a millas de distancia...

Lugar de residencia de la princesa María Fernández-Acuña, tercera y última hija de los monarcas.

Con estudios en arqueología, porque era lo que le gustaba y al ser la menor de la familia la consentían en casi todo.

Pelinegra, estatura mediana, ojos color miel, pero más conocida por su carisma, tenía don de gentes y era la más querida entre sus súbditos.

Su espíritu libre, pero comprometido con los más desfavorecidos eran su mayor virtud.

M: papá, no puedes estar hablando en serio...

El atractivo y parcialmente canoso rey se puso en pie y caminó hacia su hija.

Xx: esto es un asunto de estado, María.

M: es imposible. Yo no soy la heredera al trono, es mi hermano. ¿Por qué estoy obligada a casarme con el príncipe Esteban??

Xx: eres miembro de la Familia Real y el deber de todos es velar por el bienestar de nuestro país.


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"Si fuera un asunto de estado, yo ya lo sabría."

La voz ronca del joven príncipe retumbó en uno de los aposentos privados.

El padre y además rey no se amilanó, porque su voz era igual de grave que la de Esteban y también sabía hacer uso de ella.

Su esposa y consorte le palmeó el hombro, en 27 años de matrimonio había aprendido a cómo tranquilizarlo, tanto en lo familiar como en los asuntos de trabajo.

E: estoy siempre informado de todos los asuntos de estado, papá.

Xx: no más que yo, Esteban. Te recuerdo que no me he muerto y sigo al mando de la corona.

Xx1: Rafael... (Volvió a calmar los ánimos la reina)

Ra: los parlamentos están enfrentados, a un paso de romper relaciones entre ambos países y hay mucho de por medio para permitirlo.

E: hablaré con nuestro Primer Ministro y hasta con el de ellos si es necesario.

Joven, soñador e idealista, así también era Esteban, creía que podía conseguir todo lo que se propusiera, pero en cuestiones políticas se dependía de más factores.

Ra: todo lo que estuvo en nuestras manos ya lo hicimos, no entran en razón.

E: es que no pueden obligarnos a casarnos... Estamos en el siglo XXI, por favor mamá... Papá...


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María continuaba de pie, aunque su padre se había vuelto a sentar.

M: creí que el único presionado a casarse sería mi hermano, él será rey. No yo. Soy tercera en la línea de sucesión hasta que tenga sobrinos...

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