Capítulo 24

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Capítulo 24

En una sala privada, los esperaba toda la familia real. Para saludarlos antes de la cena oficial.

Madre, tíos, hermanos y primos del jeque. Y vaya que eran muchos... María y Esteban tenían una capacidad especial para recordar los nombres de todo a quien saludaban, pero con ellos estaban haciendo un trabajo extra...

Para la princesa María, el problema no fue ser testigo del cariño con que la madre y tías del monarca saludaban a su marido, sino la fascinación y hasta enamoramiento con que las jovencitas lo trataban.

¿Podría acostumbrarse a los suspiros que su marido le provocaba a otras...?

La esposa del jeque le tocó un brazo...

Es: ¿Estás bien...?

M: sí... Sí... (Escuchando que Esteban la llamaba)

E: nos felicitan por el embarazo...

M: qué amables... Muchas gracias... A todas...

En el momento perfecto y sin ser maleducada, María se giró y le acomodó el corbatín a Esteban, que se lo agradeció con un beso.

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Las cenas oficiales tenían un protocolo que cumplir. Fotos, besamanos, la presentación de la delegación y otros invitados.

Un brindis por parte del anfitrión, otro a cargo de Esteban, la cena y un baile, todo adecuado al país de oriente.

Fue en ese momento en que María y Esteban se acercaron, después de toda la velada estar uno en frente del otro.

E: toda la noche he fantaseado contigo y esos pétalos de rosa... (A su oído mientras bailaban)

M: Esteban... (Sonriendo y escondiendo su rostro en el pecho de él)

E: en tus pechos... (De nueva cuenta en su oído)

M: ya por favor... Aquí no me digas eso...

E: quiero repetir ese baño...

M: claro que lo repetiremos...

E: te quiero...

M: yo te quiero a ti, mi amor...


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En sus hermosos aposentos, María no necesitó de doncella para desvestirse y prepararse antes de dormir, tuvo un asistente que hasta la metió a la cama.

M: a veces pareces más una estrella de espectáculo...

E: ¿yo?? ¿Por qué???

M: todas las jovencitas babean por ti... Absolutamente todas las princesas de este reino...

E: debe ser porque rara vez ven un hombre, no sé... A pesar del siglo en que vivimos, la educación aquí es algo conservadora... O antigua...

Ya estaban recostados en la cama, ella con la cabeza apoyada en el pecho velludo de él.

M: por eso Esperanza quiere hacer muchos cambios...

E: ojalá que lo consiga... Farid y ella lo tienen muy difícil... Él también quiere hacer reformas, pero en un país como éste se puede interpretar como afrenta...

M: cada quien con sus costumbres, supongo...

E: por cierto, quieren llevarnos una noche al desierto...

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