Capítulo 26

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Capítulo 26

María se puso en pie y caminó detrás de su marido.

M: Esteban, espera.

El lugar para hablar de un tema así no eran los pasillos, ni ninguno de los salones. Aunque todo el personal era muy discreto, era mejor dar de qué hablar.

Por eso, lo siguió hasta que llegaron a la suite que compartían.

M: Por favor, tienes que escucharme... (Lo alcanzó y lo agarró del brazo)

E: ¿qué vas a decir...? ¿Lo preocupada que estás por ese tipo...?

M: ese tipo fue importante en una etapa de mi vida, solo por ese motivo siento lástima de su situación actual...

E: si le preguntaste por él es porque todavía te interesa...

M: yo no le pregunté. Su nombre salió a relucir y no sé cómo... Tienes que creerme...

Esteban se lo pensó unos segundos... Sin poder creer que estaba teniendo un ataque de celos. Jamás los había tenido, únicamente con María...

E: ¿piensas hablarle...?

M: no. Claro que no.

La rotunda negativa de ella, lo terminó de convencer.

E: ¿segura...?

M: quizás debería sentirme culpable, está así porque le rompí el corazón...

E: no. Un momento. Está así porque quiere, porque no es un hombre de verdad para levantar la cabeza y seguir con su vida... Por Dios, tiene más edad que ambos, no es un adolescente...

M: el caso es que lo más importante para mí son tú y nuestro hijo... (Sus manos le acariciaron el pecho y terminaron rodeándole el cuello)

Ella sabía cómo domarlo...

M: no necesito hablar ni ver a otro hombre... Solo te amo a ti... ¿No ves lo feliz que soy a tu lado??

E: ¿qué tan feliz...?

M: más de lo que imaginaba... Y que podría desear...

Esteban sabía que su esposa no le mentía, desde el principio acordaron no hacerlo y ambos lo estaban cumpliendo...

Por eso la besó y olvidó el asunto.

>>>

Por la noche, fueron todos a una fiesta organizada por un aristócrata amigo de los jóvenes San Román, también María lo conocía y le caía bien, estudió con Esteban en el colegio.

No era nada formal, todo lo contrario, el plan era distraerse y pasarla bien.

El anfitrión los recibió y les pidió que se sintieran como en su casa. Lo mejor sería que no había prensa.

Pero las chicas estaban boquiabiertas, era la alta sociedad lo que veían por todos lados, incluidos 2 futbolistas, 1 tenista, 3 modelos, 2 actores y 3 actrices. Por no nombrar a los príncipes y el piloto de Fórmula 1 que apareció.

Ahí todos eran simples mortales, que buscaban un rato de relax.

E: no estamos bebiendo alcohol Gonzalo, gracias...

Su amigo sonrió, hasta el príncipe era capaz de ser solidario con su esposa.

Go: ¿cómo va el embarazo...?

M: muy bien... Es un bebé tranquilo...

E: los primeros meses estuvo algo revoltoso, pero ya se calmó...

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