12|Gᴀɴᴀʀsᴇ ʟᴀ ᴄᴏɴғɪᴀɴᴢᴀ

746 82 11
                                    

Zatz se encontraba flotando frente a las princesas de Teca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Zatz se encontraba flotando frente a las princesas de Teca.

—Buenas tardes, princesas—ambas chicas se dieron media vuelta con sus espadas en alto y vieron a Zatz bajar hasta que sus pies tocaron el suelo—Lamento haberlas asustado— puso la leña de las chicas en el piso—Se les cayó esto

Zatz sabía que Alexia estaba enojada con él por lo de Acat y lo demostraba en su mirada.

—¿Que quieres?—Maya enojada lo apuntó con su espada

—Mi plan nunca fue entregarlas al Dios Mictlan, princesa, solo te quería llevar casa para que conocieran a mi padre—Zatz sonrió pícaro hacia Alexia, quien frunció el ceño

—¿En serio? ¿Por?—cuestionó Maya

—Para poder matar a una de ustedes y así superar al Dios de la guerra— comentó con obviedad

—Oh, mucho mejor—ironizó la peli blanca, en estos momentos pelinegra

—Tranquila, linda, no ibas a ser tú—negó Zatz sonriendo de lado

—¡¿Por qué hoy todos están siendo tan brutalmente honestos con nosotras?!—se quejó la princesa menor un poquito alterada

—No, no, no, ya no queremos sacrificar a ninguna—negó Zatz—Creemos que tienen razón, sobre la profecía. Creo que pueden vencer al Dios Mictlan—se acercó más y Alexia volvió a empuñar con fuerza la espada, a lo que Zatz puso su mano en la punta de esta con una sonrisa—Con nuestra ayuda por supuesto

— ¿Como es que tú...?—Maya estaba muy confundida

—Ya ven, sé que su verdadero plan es matar a ese monstruo—sonrió Zatz—Unan fuerzas

—Claro—ironizó Alexia con molestia —Primero quisiste matarnos y después nos echaste encima a tu noviecita

—Primero, jamás quise dañarte, Lexi, segundo, es ex novia—aclaró—Terminamos, ahora me interesa otra hermosa chica

Miró a Alexia y esta apartó la mirada, aun enfadada.

—No molestes a mi hermana, jamás uniremos fuerzas con alguien como tú—volvió a decir Maya

—¡¿Porque no?!—suspiró Zatz cansado

—¡Porque no podemos confiar en ti!—exclamó Alexia aún mirando los dibujos de su espada, lo cual le dolió a Zatz porque sabía que ni siquiera lo quería mirar a los ojos

—Es cierto, la confianza se debe ganar—asintió Zatz y tomó a Alexia del mentón para que me mirara—Mictlan envió dos Dioses más a buscarlos—se acercó a su rostro y le susurró—Sé que estás enojada, pero, por favor, cuídate mucho ¿si?—se separó un poco de ella—Estén atentas.

—No te necesitamos rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida, tú, adefesio mal hecho— murmuró Maya alejando a su hermana de él, quien les sonrió

𝙼𝚒 𝚙𝚛𝚒𝚗𝚌𝚒𝚙𝚎 𝚍𝚎 𝚕𝚘𝚜 𝚖𝚞́𝚛𝚌𝚒𝚎𝚕𝚊𝚐𝚘𝚜 (𝑍𝑎𝑡𝑧 𝑦 𝑡𝑢́)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora