16|Dᴇ ᴠᴜᴇʟᴛᴀ ᴇɴ Tᴇᴄᴀ

494 49 4
                                    

Después de varios días caminando de regreso a Teca en silencio, ya que todos los chicos estaban enojados con las mellizas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de varios días caminando de regreso a Teca en silencio, ya que todos los chicos estaban enojados con las mellizas.

Con la princesa por mentirles y con Alexia por no contarlo.

La peliblanca tampoco habló rodo el camino, ya que entendía au enfado y estaba dolida por las palabras de su melliza.

—No nos salgan con esta vaina, nos mintieron todo el tiempo, nos dijeron que destruiríamos la puerta divina ¡no que la atravesaríamos!—gruñó Rico

—Técnicamente,le dijimos a Chimi que le
presentaríamos a la Diosa de la muerte, ¿de que otra forma se te ocurre que lo haría?

Ante las palabras de Maya los tres guerreros la voltearon a ver asombrados y Chimi de acercó enojada a la princesa Teca

—Les abrí mi corazón y solo me engañaron, esto me gano por confiar en ustedes— la calavera volvió a caminar con los chicos y el águila guerrera soltó un suspiro

—Ahora Picchu saber pa'que ser buena niña Teca y guerrera bonita, ¡mentir!—exclamó el puma

—¡Bueno ya! Sí, mentimos pero juntos son imparables, son invencibles, son los guerreros de la profecía ¿que no lo entienden?—preguntó Maya

—Eso no justifica que les mintieramos, Maya—negó la peliblanca sin sentimiento en su voz

Los tres guerreros voltearon a ver a Alexia entre enojados y confundidos.

—Picchu sigue entrando en la misión—respondió el puma golpeando levemente su pecho con su puño—Pelear es causa noble, pero no ser amigos

—Yo voy pa' esa, no me tienen que agradar para pelear por mi redención, mentirosas — mencionó Rico y eso le dolió a Alexia

Chimi se acercó hasta las mellizas y les gruñó como un cachorro

— ¿Si voy a conocer a la Diosa de la muerte?—preguntó Chimi

—Desgraciadamente.. si—respondió Maya con obviedad—Creo que no hay de otra

—Ahggg, voy le entro, por mi, no por ustedes culebras ponzoñosas—aclaró Chimi y comenzaron su caminata de nuevo

Estaban pasando una pequeña colina cuando un  sonido fuerte de una explosión los espantó.

—Ay, no—murmuró Alexia preocupada y comenzó a correr, pasando por el lado de los chico con Maya corriendo detrás de ella

—Eso no ser bueno—negó Picchu

Cuando llegaron al risco pudieron ver el Reino de Teca y otra explosión de escuchó. Se veía humo por todas partes y algunas casas destruidas.

—Oh, no, Teca— exclamó Maya—¡Nuestros padres!

—Ándale, Chiapa —exclamó Alexia tras subir al felino y Maya la imitó, a lo que Chiapa comenzó a correr

𝙼𝚒 𝚙𝚛𝚒𝚗𝚌𝚒𝚙𝚎 𝚍𝚎 𝚕𝚘𝚜 𝚖𝚞́𝚛𝚌𝚒𝚎𝚕𝚊𝚐𝚘𝚜 (𝑍𝑎𝑡𝑧 𝑦 𝑡𝑢́)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora