21|La Pérdida De Un Guerrero

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Zatz se removió furioso aunque no podía librarse de la cinta roja

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Zatz se removió furioso aunque no podía librarse de la cinta roja.

-¡Pagarás por esto, Mictlán!-le gruñó-¡Juro que pagarás!

-Tranquilo, Zatz-se rió el dios-Todos relájense y disfruten del espectáculo

-¿Qué espectáculo, mi amor?-apareció la diosa Micte y las mellizas abrieron los ojos como platos

-Creí que a Maya y a Alexia les gustaría saber cómo murieron sus hermanos-sonrió Mictlán y Alexia perdió el poco color de su rostro-Y les prometo que yo no los lastimé ni un poquito-sus cabezas se separaron-No, los mataron sus propios amigos leales.

-¡Mientes!-gritó Alexia, aún sintiéndose mareada

-Puedo ser muy persuasivo -sonrió Mictlán y los ojos de Picchu, Rico y Chimi se pusieron rojos

-Mueran, princesas, mueran-empezaron a atacar a las chicas y estas los esquivaron

-No-murmuró Alexia esquivando flechas

Aunque nadie las veía, Micte miraba a sus hijas preocupadas.

-Perdón, Picchu-se disculpó Maya cuando a éste se le cayó un diente

-¡Cuidado, Alexia!-gritó Zatz y Alexia se giró para crear un campo de fuerza que hizo rebotar las flechas de Chimi

Pelearon hasta que Rico atrapó a Maya con su magia callejera.

-¡No, Rico!-se alarmó Alexia-Calma, gallito, calma

Eso le trajo recuerdos a Rico que lo hicieron flaquear.

-Obedéceme, Gallo Mago-ordenó Mictlán

-¡No!-los ojos de Rico volvieron a la normalidad y la peliblanca suspiró aliviada-¡Soy el Gallo Mago!

Nadie vió la pequeña sonrisa de Micte cuando Rico bajó a Maya y Alexia la abrazó.

-¿Cómo puede ser tan fuerte?-se quejó el dios y los chicos esquivaron otra orda de flechas

-¿Puedes devolverlos a la normalidad, Rico?-preguntó Alexia

-Eh...Yo...-murmuró él

-Inténtalo-pidió Alexia

-Nosotras los distraeremos-asintió Maya

Con magia callejera, Rico los despertó.

-¿Qué está pasando?-se rió Picchu

-Juntos somos invencibles-sonrió Maya

-Vamos a matar a ese dios-aseguró Alexia con los ojos brillando de violeta

-Me alegro de que no las sacrificaramos cuando eran infantes, mi amor-sonrió Mictlán -Es mucho más divertido cuando se resisten a morir

-Sí, mi amor-Micte fingió una sonrisa

𝙼𝚒 𝚙𝚛𝚒𝚗𝚌𝚒𝚙𝚎 𝚍𝚎 𝚕𝚘𝚜 𝚖𝚞́𝚛𝚌𝚒𝚎𝚕𝚊𝚐𝚘𝚜 (𝑍𝑎𝑡𝑧 𝑦 𝑡𝑢́)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora