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En eso, alcanzaron a la bruja de Isla Luna y Rico se alteró, mirando a Alexia.
—Ve, Rico—asintió ella—Te cubrimos la espalda.
—Gracias, Lexi—agradeció este lanzándose a por la bruja
—¡Más te vale no morir, Rico!—le espetó Chimi para luego susurrar—Porque creo que te amo...
Maya, Alexia y Zatz se rieron a su espalda y la calavera los miró mal.
—Cállense, par de guevones—replicó Chimi disparando a los enemigos detrás de ellos
En eso, el rey Teca se lanzó al ataque mientras la reina entraba en parto en el templo.
Rico iba a ser atacado y Alexia se alteró.
—¡Rico!—le puso un escudo de fuerza alrededor mientras Chimi disparaba a los tres que querían atacarlo
—Gracias, chicas—respondió Rico antes de cederle a la bruja a Stefan y curar a la bruja con magia callejera—Lo que otros ven como mis debilidades, son mis fortalezas
—Perdón por dudar de tí, Rico—asintió la bruja mirándolo —Desata tu poder real, gallito.
—Viejos amigos gigantes—Rico, con su magia callejera, despertó a los gigantes de piedras—Luchen a nuestro lado.
—No puede ser—se quejó Chivo
—¡Tu puedes, Rico!—exclamó Maya
—¡Ese es mi 'mano!—sonrieron Alexia y Chimi a la vez
—¡Por las barbas de mi padre, sí eres el mayor mago del mundo —se sorprendió la Gran Bruja
—¡Admiren el poder de la profecía!—exclamó Rico mientras los gigantes avanzaban contra los dioses
—No sabía que Rico podía hacer eso—sonrió Maya
—Yo sabía que era capaz de hacerlo—aseguró Alexia con sonrisa orgullosa antes de que Mictlán la golpeara por la espalda
—¡Alexia!—se preocupó Zatz al verla caer pero él también fue golpeado
—¡Esto acaba ahora!—exclamó Mictlán lanzándose con su espada hacia Alexia, que estaba desorientada
Por suerte, Micte y el rey de Teca se interpusieron.
—¡Que no me toques a mi hija!—le gruñó la diosa
—¡Tú, hijo de una cabra huérfana!—le espetó el rey—Tendrás que pasar por nosotros.
—Y sobre nosotros también—rió Cipactil al aparecer con Cabrakan y empezaron a atacar los dos a Mictlán—Hola, Alexia.
La ayudó a levantarse y la peliblanca le sonrió.
—Chicos, este es mi padre—presentó Alexia —Papá, ellos son Cipactil y Cabrakan
