𝗜 𝗪𝗶𝗹𝗹
╰─► canción de mitski que explica a la perfección como se debería sentir el amor, después de todo, no debes ser siempre valiente frente a la persona que amas, solo debes ser tú y cuidar de la otra persona, el amor da miedo pero...
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Rodrigo dejándole un chupetón en el cuello de Iván es como…
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Una fría ventisca se sentía en toda la ciudad, la temperatura diaria había bajado pues el invierno había llegado, pocas personas querían salir de sus casas o departamentos, siendo este último el caso de los dos chicos que ahora se encontraban tumbados en la cama, abrazados y cubiertos con una colcha un tanto gruesa.
Se acaban de despertar aun que el reloj ya marcaba más del medio día, sus manos entrelazadas, el cabello de ambos hecho un desastre, el petiso usando de almohada el brazo de su novio y el contrario abrazando al ojiverde por la cintura como si de un peluche se tratara.
—buenos días bua— susurró medio ronco el mayor —no quiero hacer nada— anuncio antes de que un bostezo se le escapará
—buenos días— también bostezo —que flojera— se quejo. Ambos se movieron ligeramente para poder darse un pequeño beso —¿Puedes darme otro?— pregunto con una sonrisa, el más bajo solo se acercó para dejar otros dos pequeños besos en los labios de su pareja —ya no es tan malo despertar—
Luego de escuchar eso, una sonora carcajada salió del castaño, ya que aunque Iván estaba diciendo eso, sus ojos seguían ligeramente cerrados. Por otro lado, el más alto comenzó a moverse por toda el colchón mientras se estiraba y pequeños quejidos salían de sus labios, incluso pasando por encima de su novio en el proceso, ambos solo se comenzaron a reír.
—¿Me puedes dar uno más?— cuestiono acomodándose en el mismo lugar que estaba —no tengo la suficiente energía, aún— finalmente aquellas largas pestañas se movieron dejando ver la oscura mirada del menor
—¿Los besos te dan energía?— cuestiono con una sonrisa, el contrario solo asintió —bien— está vez tomo el rostro del contrario entre sus manos y dejo varios besos, no solo en sus labios, también en el resto de su cara —eres tan cariñoso ahora, ¿Qué dirán tus amigos cuando vean lo dócil que te vuelves?— Se burló
—cállate, ellos no tienen porque saber eso— fingió molestia —aunque tu si tienes que saber que eres un gran besador— alago causando que el contrario volviera a reír —estoy cansado, hay que volver a dormir— pidió —o mejor aún, ¿Me das otro beso?— su pareja negó mientras aguantaba la risa —por favor— alargó la última sílaba, causando que el castaño cayera y lo volviera a besa —muchas gracias— susurró con un tono cariñoso mientras se perdida en aquellas brillantes esmeraldas frente a él
