𝗜 𝗪𝗶𝗹𝗹
╰─► canción de mitski que explica a la perfección como se debería sentir el amor, después de todo, no debes ser siempre valiente frente a la persona que amas, solo debes ser tú y cuidar de la otra persona, el amor da miedo pero...
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La navidad del rodrivan es como…
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El petiso se encontraba totalmente envuelto en cobijas, porque si, no solo era una cobija, si no varias, en ese momento se replanteaba porque acepto venir con su amado de viaje en el mes de diciembre, podría estar con su familia, disfrutando del cálido clima que hay en Argentina en estas fechas, pero no, él acepto viajar al hemisferio norte en donde el invierno gobernaba. Para ser exactos se encontraban en Montreal Canadá.
—Sunset, ¿Estás bien? —dijo el adormilado chico de cabellera oscura
—No, tengo frío —se quejo
Después de todo, Rodrigo llevaba poco más de una hora despierto, mientras que su amado seguía disfrutando de su sueño. Al escuchar la respuesta de su novio, el menor no dudo en acercarse más y abrazarlo, abrió tan solo uno de sus ojos para ver a su enamorado y dejo un suave beso en la punta de la nariz del friolento chico.
—Duérmete corazón —susurro Iván
—No, tu levántate— al notar que el azabache no se movía suspiro —. Iván te estoy hablando
Y como si de un hechizo se tratara el mencionado abrió los ojos, desde que sus apodos fueron dados, rara era la ocasión en la que su lindo novio lo llamaba por su nombre, a tal punto que ya le disgustaba si llegaba a hacerlo.
—¿Qué pasa sunset?
—Tengo hambre.
Y ahí fue donde entendió todo, pues era sabido por todos, que el ojiverde se ponía de malas si no comía. Se estiró un poco antes de levantarse de la cama y dirigirse al baño, aunque primero un escalofrío recorrió su cuerpo, el cambio de temperaturas era notorio, una vez adentro comenzó a desvestirse, el pequeño castaño siguió sus pasos y empezó a imitarlo. Su ducha no tardó demasiado, ya que era tarde y tenían que almorzar, se levantaron lo suficientemente tarde como para que no tomaron el desayuno. Ya arreglados y cubiertos con abrigos, salieron del hotel donde se hospedaron, caminando por la ciudad hasta encontrar un restaurante que le gustara al mayor. Ambos estaban maravillados con las vistas, pues todo estaba cubierto de nieve, adornado con luces navideñas y con una gran cantidad de niños corriendo y jugando por ahí, era como la típica película estadounidense sobre navidad, solo que aquí no habían estadounidenses. Finalmente Rodrigo había visto un restaurante medianamente vacío y terminaron entrando.