─ Lluvia ─

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El rodrivan en un día de lluvia son como…

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El rodrivan en un día de lluvia son como…

La temporada de lluvia había llegado y para ambos era más que bienvenida, pues estaban hartos del calor, esa mañana en la que se despertaron con las gotas de agua azotándose en la ventana de su habitación fue más que agradable, no solo por el clim...

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La temporada de lluvia había llegado y para ambos era más que bienvenida, pues estaban hartos del calor, esa mañana en la que se despertaron con las gotas de agua azotándose en la ventana de su habitación fue más que agradable, no solo por el clima, también por como sin decir nada ambos se acomodaron entre las sábanas para mantenerse cálidos, hablando entre susurros y dándose pequeños besos entre la floja conversación.

—Tengo mucha flojera —dijo el castaño

Sus extremidades se estiraron en un intento de tener un poco de energía, aunque su pequeño cuerpo rápidamente fue atrapado por las manos de su pareja que sin dudarlo le dejo un suave beso en la nariz. Ambos se miraron y de un momento a otro ya se encontraban en una extraña pelea de besos, tan cortos y fugaces pero tan adorados y perfectos.

—Hoy no hay que hacer nada —soltó el azabache  —. Cocinas algo y vemos una serie o algo.

—Cocina tú, quiero dormir

Antes de poder contradecir al petiso su celular sonó, era su hermana, era una llamada de rutina solo para saber cómo estaba el otro, mientras charlaba su mano jugueteo con los cabellos castaños, estaban enredados y despeinados, a sus ojos ese Rodrigo era su favorito, tan flojo y un tanto berrinchudo por no querer levantarse, tan adorable y peligroso.

—Por cierto, una amiga abrió una cafetería nueva, podrías ir y comprar algo, por la lluvia poca gente ha ido a su inauguración.

—Dime dónde queda, le voy a preguntar a Rodrigo si quiere ir.

—No esta muy lejos de tu departamento, te mando la ubicación.

—Esta bien, hasta luego

Colgó la llamada y reviso el mensaje de su mayor, era verdad aquella cafetería estaba a unas cuantas cuadras de su departamento. Observó la mirada esmeralda que estaba analizando todo lo que iba a hacer o decir, sonrió y sin pensarlo dejo un pequeño golpe en su frente.

—¿Por qué me pegas?

—Para que despiertes, ¿Quieres ir a una cafetería?

—¿No quieres que llevemos un libro también? —se burló

—Es de una amiga de mi hermana, solo para ayudarla con las ventas, además revise su menú, tiene roles de canela.

—Me convenciste, vamos.

Arreglándose un poco, la salida del departamento fue acompañada de un escalofrío por la diferencia de temperaturas, el paraguas los cubría a ambos y las calles estaban un tanto vacías, lo que facilitaba que sus manos estuvieran juntas sin necesidad de esconderlas de algún modo.

Al llegar a aquel lugar el olor del café inundó sus cosas nasales y los postres que se podían ver hicieron que sus estómagos desearan algún alimento, se acercaron al mostrador revisando una vez más el menú, principalmente Rodrigo que estaba indeciso a qué era lo que deseaba.

—Serian dos capuchinos, una rebanada de pan de limón, un rol de canela y un rol de moras ¿Es todo?.

—Si sería todo por favor.

—¿Para llevar o para consumir aquí?

—Para llevar.

—Bien, esperen un momento por favor.

Los dos chicos se sentaron a la espera de su pedido, el lugar era agradable a la vista, con juegos de mesa para entretenerse y varios libros e historietas para que leas, en definitiva para muchas personas sería interesante. Al tener sus cosas salieron del lugar Rodrigo con el paraguas en mano mientras Iván llevaba los alimentos.

Todo estaba bien hasta que un fuerte viento le quitó el paraguas de la mano al petiso, y sus cuerpos se mojaron en un instante, entre risas comenzaron a correr y jugar, eran dos chicos enamorados disfrutando del clima, una imagen digna de celar. Al llegar al departamento dejaron lo que compraron en la mesa y corrieron al baño.

—¿Podemos bañarnos juntos? —pregunto Rodrigo

—Esta bien, pero que sea rápido para que comamos algo, tengo hambre.

—Yo también.

Y dicho y hecho, en menos de diez minutos estaban con pijamas puestas y sentados en la sala, tapados con una sábana y comiendo lo que compraron, un vídeo de quackity estaba en la pantalla frente a ellos entreteniendo su tranquilo día

—Bua —dijo el petiso antes de soltar un bostezo —. Te quiero mucho pero quiero dormir de nuevo.

—Se nota, ¿Quieres ir a la habitación?

Tengo flojera— alargó el sonido de la última letra haciendo reír al contrario

—Bien, vamos a dormir aquí.

Acomodándose, en aquel mueble, se quedaron dormidos, con un Rodrigo encima de Iván, quien solo revisaba su teléfono mientras disfrutaba de la respiración tranquila del contrario. Un par de imagen apareció en su Twitter y una sonrisa en su rostro, antes de dormir la retuiteó y dejo que todos colapsaran.

Aquella imagen era de los dos, en dónde Iván abrazaba a Rodrigo por la cintura pues este casi se caía por culpa del agua que hizo más resbaloso el piso, ambos sonriendo y en la siguiente imagen el castaño abrazaba por el cuello a su pareja dejando un pequeño beso en su mejilla. Esas dos fotos fueron suficiente para que todas las redes sociales explotarán.

Wenas, perdón por desaparecer pero les traigo actualización, porque me inspire gracias a una salida con mis amigos

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Wenas, perdón por desaparecer pero les traigo actualización, porque me inspire gracias a una salida con mis amigos. Espero que les guste y perdón si hay errores ortográficos.

Los quiero mucho y gracias por esperar mis actualizaciones
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/ づ ♡

𝗜 𝗪𝗶𝗹𝗹 + ❝ Rᴏᴅʀɪᴠᴀɴ ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora