𝗜 𝗪𝗶𝗹𝗹 + ❝ Rᴏᴅʀɪᴠᴀɴ ❞

─ Coqueteo ─

El rodrivan coqueteando son como ...

Ambos estaban nerviosos pues a pesar de no ser su primera salida, si era la primera en dónde ambas partes se daban cuánta de que lo que sentían era más que un gustar, era un enamoramiento de verdad, a pesar de que el pelinegro ya tenía sus sospechas pensaba que era extraño enamorarse a primera vista, así que ahora, luego de conocerse, se dio cuenta de que realmente estaba enamorado y le asustaba un poco, aunque el contrario se sentía exactamente igual.

En el momento en el que se vieron, soltaron una risa pues ambos vestían prendas similares, incluso parecía que se pusieron de acuerdo, habían ido a una parte un tanto alejada de la ciudad, en dónde un gran campo los esperaba y del mismo modo sus dueños solían rentaban cosas para hacer picnics, el plan era ese, estar en aquel lugar mientras disfrutaban que no hubiera casi nadie que les tomara fotografía o los reconociera.

A pesar de todo, varios de sus amigos habían ido más que nada de chismosos y porqué así podrían disimular si los reconocían. Sus manos se estaban rozando mientras caminaban a un gran árbol para estar bajo su sobra, a ambos les daba un poco de miedo poner incómodo al contrario pero con todo el valor del mundo, Iván tomo la mano de Rodrigo para entrelazar sus dedos. El castaño noto el ligero sonrojo del chico a su lado y sonrió.

Cuando estuvieron en aquella sombra comenzaron a acomodar las cosas, se sentaron y comenzaron a comer, pues ninguno había consumido nada por la ansiedad que tenían, sentían que si ingenian algo vomitarían, pero ahora que finalmente estaban sentados lado a lado se dejaron llevar, sintiendo más tranquilos, dejando que sus cuerpos y sentimientos actuarán por si solos. El petiso noto como dentro de aquella cesta estaba un pequeño libro.

-¿De que es?- cuestiono curioso el pelinegro acercándose ligeramente -¿Poemas?-

El ojiverde que se perdió en aquel perfil frente a él solo asintió, cuando el contrario lo miro y sus ojos conectaron le sonrió ligeramente, acercó su mano a un mechón rebelde el menor que se interponía en su vista hacia aquellos ojos olivos y pestañas atrapantes.

-¿Te gustan mis ojos?- pregunto con una ligera sonrisa

-mucho- admitió siguiendo el juego -me gustan tus ojos, tus pestañas, tus cejas, tu nariz, tus labios, me gusta todo el conjunto de tu rostro- observó como aquellos ojos se cerraban ligeramente por la risa del menor

-a mi también me gustan tus ojos, tus ojeras quedan muy lindas con tu rostro- se acercó un poco más -podría decir que me gusta todo tu rostro pero dirías que copié lo que acabas de decir- bromeo causando que el contrario riera a carcajadas

Tomando el pequeño libro en sus manos comenzó a ojearlo mientras el contrario se dedicaba a comer un pequeño postre que el pelinegro le regaló, detuvo las páginas cuando encontró un poema que quería leerle al contrario. Levanto la mirada topándose con el chico lanzándose pequeñas piedras con sus amigos y la mejilla manchado por comer aquel dulce, tomo una servilleta limpiando su rostro, causando que toda su atención cayera en él.

-Por tus ojos verdes yo me perdería, Sirena de aquellas que Ulises, sagaz, Amaba y temía. Por tus ojos verdes yo me perdería- comenzó a decir lo que sus ojos habían leído en aquella página -por tus ojos verdes en lo que, fugaz, Brillar suele, a veces, la melancolía; Por tus ojos verdes tan llenos de paz,Misteriosos como la esperanza mía- mientras seguía hablando en ningún momento alejo la mirada -Por tus ojos verdes, conjuro eficaz,Yo me salvaría- finalizó

-¿Un poema?- cuestiono un tanto avergonzado

-si- respondió alejando la mirada para revisar el libro -madrigal de amado Nervo- leyó -¿Te gustó?- el contrario asintió

-por un momento pensé que estabas diciendo eso sacado de tu cabeza, pero no creo que seas capaz de crear algo así- se burló -pero no creo que sea necesario para enamorarme- susurró

-¿Entonces que tengo que hacer para enamorarte?- cuestiono mirándolo expectante

-no estoy seguro, nunca me preguntaron eso- admitió

-entonces, hay que descubrirlo- se acercó al rostro del contrario y dejo un pequeño beso en su mejilla, mejillas que se habían pintado de un tono carmín que contrastaban hermosamente con su cálida piel.

Mientras esos dos estaban en su burbuja, sus amigos los miraban entre sorprendidos y expectantes, pues era una especie de telenovela que presenciaban día con día, querían que ya fueran pareja pero al mismo tiempo amaban ver cómo se ponían tímidos al no saber que hacer para avanzar a algo más que solo amigos. Cuando vieron como el ojiverde se acercó para besar los labios del menor solo comenzaron a gritar

-se hizo canon de golpe, espera no grave el momento- se quejo uno de los chicos -¿Alguien lo grabó?- todos negaron

-pero, ¿que no Iván había dicho que no sabe coquetear?- inquirió

-si eso es no saber coquetear imagínate si supiera- los otros rieron con ese comentario

Regresando con la pareja de enamorados, solo se dedicaron a hablar de otros temas mientras se robaban pequeños besos y tiraban uno que otro coqueteó, aunque ninguno de los dos se daba cuenta de su actuar.

Se estaban coqueteando sin saber que lo estaban haciendo, pero, el resultado era satisfactorio.

Cortito pero lindo, talvez publique otro mañana pero no sé, como sea espero que les haya gustado y gracias por leer ♡