𝓒𝓸𝓵𝓵𝓪𝓫𝓸𝓻𝓪𝓽𝓲𝓸𝓷 | ᴋɪꜱʜɪʙᴇ ʀᴏʜᴀɴ |

𝟏𝟑

— ¿Por qué tarda tanto? — murmuró Kairi, cruzando sus piernas bajo la mesa de la cafetería.

— Me ha mandado un mensaje diciendo que el tren se ha retrasado por un incidente, que ya le queda poco — informó Rohan, bebiendo un poco de su taza.

— Casi preferiría tener que tratar con el editor de siempre que con este nuevo. Llegando tarde su primer día... — comentó ella, imitando la acción de su compañero, a lo que él se limitó a asentir con la cabeza a modo de afirmación.

El varón miró durante unos segundos a su compañera, percatándose de que tenía una pequeña hoja en el mechón izquierdo de su cara. Estaba dispuesto a estirar la mano para quitarle ese intruso en su cabello, cuando una voz amable captó su atención.

Delante de ellos, se hallaba un hombre joven de altura media, vestido con un traje azul marino de negocios, y con un maletín de cuero bajo el brazo. Toda su cara irradiaba amabilidad. Se notaba a kilómetros que era el típico chico bueno que te dejaba los deberes en el instituto si se te olvidaban. Su cabello negro estaba elegantemente peinado hacia un lado, y sus ojos marrones brillaban de ilusión.

Les dedicó una tímida sonrisa antes de hacer una reverencia hacia ellos.

— Discúlpenme por favor, Azami-sensei y Kishibe-sensei. Ha habido un retraso con los trenes y no me ha sido posible llegar aquí antes — dijo el hombre, antes de erguirse, manteniendo su sonrisa —. Soy Nakamura Jin. Un placer conocerles. A partir de hoy seré su editor hasta que mi compañero pueda retomar su cargo.

Rohan estaba dispuesto a responder desde el sitio, pero para su sorpresa, su compañera se levantó y extendió su mano hacia él para presentarse más... ¿amigablemente?.

— No se preocupe. Nadie puede predecir los retrasos — Kairi le devolvió la sonrisa y él estrechó su mano, antes de que ella le invitara a sentarse con un gesto de su mano —. Supongo que presentarnos sobra. Vamos al grano.

El mangaka se quedó boquiabierto. Nunca había visto a su compañera ser tan simpática y cálida con alguien. Cuando se conocieron fue como abrazar a un bloque de hielo puntiagudo y que le dijeran "ahora tienes que estar con él durante varios meses, hasta que consigas terminar tu trabajo". Solo con un poco de suerte podía tener momentos más afables, donde Kairi igual le regalaba una sonrisa y no demostraba ser un muñeco de nieve que se movía solo.

Suspiró abiertamente, y se centró en la reunión. Puede que fuera solo por ese aura de amabilidad que expulsaba el editor. Él también solía ser bastante frío con ella si era sincero.

·····

— ¡Buenas tardes!

Jin entró alegremente al estudio. Hacía ya unos días que se habían conocido, y se encontraba allí para revisar el manuscrito semanal.