𝟏𝟗

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 — Que coñazo

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— Que coñazo.

Jotaro suspiró por décima vez esa noche. Debía cenar con el primo de la principal razón por la cual Morioh estaba volviendo a tener sobrepoblación de usuarios de stands. Bueno, puede que Kairi no fuera del todo culpable de aquello, es más, puede que incluso fuera ventajoso haber descubiertos a esos dos misteriosos sujetos a tiempo. Lo molesto era tener que explicarle a su familiar lo que estaba pasando.

¿Por qué se lo tenía que explicar él? Bueno, Jin al fin y al cabo había sido víctima de un usuario de stand, y aunque el biólogo marino había intentado evitarlo para que no hiciera preguntas al respecto, por azares del destino resultó ser primo de la desafortunada mangaka.

¿Y por qué no se lo explicaba ella? Eso mismo le había preguntado el día en el que la mujer se plantó en su casa para pedirle el favor, dándole una escusa que si bien podría ser medio aceptable (siendo que le dijo que no quería que le vieran cerca de su primo para evitar meterle a él en problemas), a esas alturas se podía aplicar hasta al frutero del pueblo. Puede que estuviese en el mismo peligro si quedaba a cenar con él, o incluso más teniendo en cuenta todos los enemigos que tenía desde que derrotó a cierto vampiro en Egipto, hacía ya casi veinte años.

Y entonces, ¿por qué había aceptado? Por el simple hecho de que aquel día ya estaba muy cansado, tenía muchas cosas que hacer, y Kairi literalmente se arrodilló y agachó la cabeza para pedirle el favor. Nunca había visto que la fémina le pusiera tanto empeño a algo más allá de que su capítulo semanal saliera con la mejor calidad posible y a tiempo.

Soltó el undécimo suspiro, cruzando sus piernas mientras esperaba. Echaba de menos como la nicotina del tabaco relajaba su cuerpo entero, dándole incluso la paz mental suficiente para pensar con claridad, pero se había prometido a si mismo y a su hija que lo dejaría para siempre, y ahí estaba, pensando en que el mono jamás se iría.

Solo tenía una última pregunta. ¿Por qué Kairi había insistido en que cenaran donde Tonio? ¿No bastaba acaso con una comida rápida del supermercado en su casa y listo? Ahí había gato encerrado. Lo llevaba notando desde que le llegó el mensaje con la ubicación de su encuentro.

— ¡Buenas noches!

Levantó la vista, encontrándose con unos ojos marrones que centelleaban de emoción.

Jin estaba vestido con un traje de negocios, como si hubiese ido directo hacia allí luego de salir de su trabajo como editor. El pelo azabache estaba peinado hacia un lado de una forma muy elegante, sin necesidad de ningún tipo de fijador. Sus mejillas también estaban un poco sonrojadas, pero lo asoció con el frío que se estaba levantando por la llegada de la noche.

— Eres Nakamura Jin, ¿no? — quiso confirmar Jotaro, levantándose del banco donde había estado esperando.

— ¡Sí! Que bien que se acuerde de mi nombre. — respondió Jin, ensanchando su sonrisa.

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⏰ Última actualización: Sep 08, 2024 ⏰

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𝓒𝓸𝓵𝓵𝓪𝓫𝓸𝓻𝓪𝓽𝓲𝓸𝓷 | ᴋɪꜱʜɪʙᴇ ʀᴏʜᴀɴ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora