Ella duda que él la ame de verdad, ya que él fue el encargado de romper su corazón y toda posibilidad alguna de ser algo más. Todo cambia cuando él se da cuenta de que era ella, ella era aquello que estuvo buscando sin descansar vida tras vida, su m...
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│Clan Cha verano│ •─────────── 🌙 ─────────── •
La madre de la omega había terminado su ardua jornada laboral en la pastelería, a pesar de ser un negocio en el cual era la dueña y se podía dar el lujo de no trabajar allí, ella iba todos los días, era su santuario de paz. Estos días en los cuales su pequeño retoño aún no había despertado la tenían como loca, colocando sal en vez de azúcar y quedándose sin uñas en los dedos de las manos de tanto roérselas.
Estaba viva, su corazón aún latía y sus mejillas aún conservaban ese sonrojado característico, pero eso no la tranquilizaba. Y el hecho de que un alfa, mejor dicho la pareja destinada de su hija, no saliera de su habitación la hacía entrar en un estado de puro nervio. Su esposo esa mañana la había obligado a retomar sus actividades diarias y tener la cabeza ocupada entre tantos pedidos atrasados la distrajo un poco.
Hasta que su esposo a través del lazo le informó que su bebé había despertado ahí mismo quiso dejar la manga pastelera e ir volando hacia su hogar, pero se entretuvo haciendo el postre favorito de su primogénita, galletas con chispas de chocolate. La tarde estaba cayendo y la omega Mei ya se encontraba en su hogar, dejo la gran bolsa repleta cookies encima de la mesa de la cocina. Le pareció extraño no encontrar a su esposo, pero sin prolongarlo más subió hasta la habitación de su hija.
Encontrándosela totalmente vacía, sin ningún rastro de ella más que la hoja de la ventana abierta. La lleno de enojo y su instinto protector salió a la luz, su bebé estaba convaleciente y lo primero que se le ocurre es darse una fugada al bosque y su estúpido marido ni las luces daba. Cuando estaba por comunicarse con él para preguntarle dónde diablos estaba y por qué había dejado marcharse a Kira este se comunicó con ella.
── Mei tuve que salir urgente, al puesto de mando llegó una información que los de la manada del bosque Stein mataron a una omega en los límites del bosque, todavía se está buscando el cuerpo ¿Kira y tú están bien? ── instintivamente los ojos de la omega se llenaron de lágrimas.
No era ella ¡No podía ser ella! ¡No otra vez! La sensación de perdida se instaló en su pecho y se negaba a aceptar que fuera ella.
── No, no, no. No está aquí... ella no está ── se llevó las manos a la cabeza y las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas.
── ¿Kira no está allí? ¡Mei! ¡No, esto no puede ser! Tranquila, voy a salir a buscarla... no, no puede ser ella.
