Ella duda que él la ame de verdad, ya que él fue el encargado de romper su corazón y toda posibilidad alguna de ser algo más. Todo cambia cuando él se da cuenta de que era ella, ella era aquello que estuvo buscando sin descansar vida tras vida, su m...
Corría el mes de junio en la manada Han. Hace tan solo 3 años, Jeon Jungkook, hijo menor del líder Jeon, había tenido su presentación como alfa. Su actitud hostil con todo lo que le rodeaba hizo que todos los de su entorno tomaran ciertas distancias con él y el que no las tomaba él se encargaba de alejarlos, como fue el caso de Kira, su entonces mejor amiga. Su lobo actuaba como un repelente con todo el que estuviera a su lado, haciendo que el pequeño alfa se distanciara hasta de su propia familia.
Al levantarse esa mañana para asistir a su escuela se sintió demasiado raro, una pesadez extraña se apoderaba de su cuerpo, el cual tenía una temperatura un poco elevada. Le dolían hasta los huesos y eso lo hizo reprenderse, un alfa no puede mostrar debilidad, eso constantemente le exigía su lobo. Y en esos momentos él se sentía débil. Optó por faltar a clases y pese a su estado se dirigió al centro de entrenamiento para alfas, no podía darse el lujo de sentirse enfermo, Joe, su lobo, siempre estaba en un estado de alerta que no le permitía bajar la guardia al estar a expensas de un peligro desconocido para él.
Los golpes de sus guantes de boxeo retumbaban contra el saco haciéndolo levantar pequeñas motas de polvo. Por más exhausto que se sintiera no podía parar. Rendirse era de cobardes o por lo menos eso quería hacerse creer.
── ¡Alfa! ── esa irritante voz de nuevo, Jungkook siseo por lo bajo maldiciendo a quien le haya dado el permiso de entrar a esa loca en un área restringida.
Paso de ella, ignorándola como siempre, pero su asqueroso olor era algo que su olfato nunca podía pasar por alto, y aunque su aroma fuese similar al de las rosas, en él solo causaba repulsión, aunque bueno, con todos los aromas le causaba lo mismo, tanto que considero que su nariz debía de tener algún problema.
── ¡Kookieee! ── la muy maldita no se daba por vencida en el intento de llamar la atención de él, cosa que ya lo estaba obstinando de sobremanera.
── Te dije que no me llamarás así omega estúpida ── se empezó a quitar los guantes y posteriormente el vendaje que cubría sus manos ── Es más creo haberte dicho que no te cruzaras en mi jodido camino.
Lee Ji Eun, omega del clan Lee, hija de los betas encargados de la guardia en la manada. La chica, a pesar de ser notoriamente mayor que Jungkook, se la pasaba detrás de este en busca de un cortejo, más que nada en busca de la buena posición que sus padres no le pudieron dar, hasta el momento no había encontrado a su mate, por lo que se propuso engatusar al "ingenuo" del hijo del alfa con el objetivo de convertirse en luna costará lo que costará.
── Sabes de mis sentimientos hacia ti, no puedes pedirme que simplemente me aparte ── caminó contoneando sus caderas hacia Jungkook para después tocar el pecho desnudo de este delineando figuras imaginarias.
