Ella duda que él la ame de verdad, ya que él fue el encargado de romper su corazón y toda posibilidad alguna de ser algo más. Todo cambia cuando él se da cuenta de que era ella, ella era aquello que estuvo buscando sin descansar vida tras vida, su m...
Jungkook y Kira habían pasado toda la tarde y parte de la noche en el bosque, bañándose en el río Nabi y correteando entre los árboles, la conexión de mates cada vez se fortalecía más a pesar de que Kira no lo había marcado aún a él.
Esa parte del bosque en específico era muy especial para ambos, ya la habían visitado antes cuando eran cachorros, pero desde la primera vez una rara sensación de familiaridad los abordo, era como si hubieran estado allí antes, con antelación, y más tarde este lugar se convirtió en el santuario y vía de escape de la pequeña de los Cha.
Hablando de los Cha, Kira no quería ni imaginarse el rostro congestionado de su padre al saber que su bebé dormiría afuera, con un chico, y no cualquier chico, su mate. Ya el ave estaba abandonando el nido como quien dice. Por más que no quisieran, recogieron sus cosas para marcharse cuando el astro Rey se ocultó entre los pinos y la madre Luna se irguió en el alto cielo.
Jungkook ya había dado aviso de que llevaría a Kira a la mansión Jeon por lo cual a estas horas ya se deberían de encontrar sirviendo la cena, aunque con lo exagerada que es la cocinera debe de haber preparado en tiempo récord un banquete digno de la gran invitada de honor.
Kira y Jungkook empezaron atravesar los senderos del bosque mientras mantenían una charla amena, el alfa aprovechaba que sus ropas estaban húmedas por el agua y que la pequeña omega tiritaba de frío para excusar el motivo de cercanía, rodeando con su brazo la pequeña cintura de la castaña aunque a ella no es que esto la incomodara.
— Así que ¿Tu prima y Nam? — entre el diálogo salió a relucir la mención de la reciente pareja.
Jungkook hizo un pequeño sonido de afirmación mientras Kira no salía del asombro — Nadie de la manada está aún al tanto, solo lo sé yo y ahora tú. Es raro que sean mates, pero no por eso deberían de juzgarlos o prohibirles la unión y eso es lo que más temo.
— ¿Crees qué tu padre o el consejo se opongan?
— Realmente no lo sé, aunque espero que mi padre apoye a Dahee, somos familia al fin y al cabo.
— Es irónico que esto me haga pensar en las palabras de Byul cuando discutimos, me dijo que tenía suerte de poder estar con mi mate, ahora lo entiendo.
