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Glitchy Red x Reader
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Había algo en la forma en que la lluvia golpeaba con dureza contra el techo de hojalata que te hacía sentir tranquila. Una violenta tormenta se había desatado en el exterior durante las últimas horas, y sólo podías observar cómo el cielo se oscurecía y se empañaba por el fuerte aguacero. Por muy implacable que fuera el cielo, siempre era una presencia bienvenida.
Cuántas veces te encontraste llorando junto a las nubes.
Aquí estabas, acurrucada en tu habitación; tu único lugar seguro. Para ti, eso es lo que parecía, al menos. A veces te sentías bastante sola, es cierto; te encontrabas a menudo como una persona solemne. Podía afectar a tu salud mental de forma negativa, pero tú, al menos, tenías cosas a tu alrededor para mantenerte acompañada.
Por muy pequeña que fuera tu habitación, la sensación de que se cerraba te hacía sentir más segura. Tener una habitación más pequeña también significaba que generalmente tenías todo donde podías recordar que estaba... Por ejemplo, tu pequeña colección de juegos. A menudo te encontrabas coleccionando cartuchos de juegos que disfrutabas o simplemente de franquicias que te gustaban. No importaba si eran “auténticos” o no, ¡Los querías igualmente! Una de las cosas que más te gustaba coleccionar eran los juegos de Pokemon, uno de tus intereses especiales. Siempre era muy interesante investigar qué juego era el siguiente que querías buscar, aunque sólo fueran carros de reproducción. Las copias ‘legítimas’ solían estar sobrevaloradas y costaban fortunas en Ebay…
Tal vez tu afición especial no era la MEJOR inversión financiera, pero era una de las únicas cosas en tu vida que todavía te daba alegría. Hablando de eso…
Decidiste que hoy era el día en que ibas a volver a la casa de empeño local en busca de nuevos tesoros para añadir a tu colección. Sí... incluso bajo la lluvia. Al fin y al cabo, era el destino. Te levantaste con cuidado de la cama y te pusiste tu preciada sudadera con capucha y tu paraguas, y saliste corriendo por la puerta con tu bolsa a cuestas.
— “¡PAPÁ! Volveré más tarde”– Gritaste.
No hubo respuesta. No es que haya habido una, de todos modos. Ninguno de tus padres estuvo nunca en casa o cerca realmente en primer lugar… Lógicamente, sería más fácil conducir un coche hasta la casa de empeño... sin embargo, no tienes tu licencia... ni un coche. Tendrás que arreglártelas con lo que tienes.. que son tus botas de lluvia que siempre usas en este tipo de clima.
[T/n] comenzó su viaje por la acera con emoción en su mente. ¿Qué clase de objeto extraño ibas a encontrar hoy? ¿Tal vez un cartucho pirata? ¿Tal vez incluso un carro de reproducción ilegal de un fanático hecho ROM-hack de algo? La mujer hacia girar su paraguas con la lluvia que vuela del material que le protege del cielo sombrío. No había ni un alma más que tú y los coches destartalados que de vez en cuando pasaban junto a la carretera principal que ensuciaban las calles de tu ciudad.
