3

3.4K 325 160
                                    

Taehyun dejó su vaso sobre la isla de la cocina cuando terminó de beber, masajeó sus sienes tratando de estabilizar sus pensamientos, hasta que unos pasos apresurados bajando la escalera llamaron su atención.

Pronto divisó la silueta alta y delgada de Yeonjun apareciendo en la sala, sin embargo, él no pareció percatarse de su presencia, es entendible, pues no encendió ninguna luz.

No quería salir y toparse con él, así que esperó a que se fuera. Por lo que pudo verlo buscando entre los bolsos que todos dejaron tirados en la entrada apenas llegaron, hasta que encontró el suyo.

Lo tomó y sacó de una de las bolsitas de los costados una tira de condones y un pequeño envase, no alcanza a distinguir que es, pero usando la lógica, debe ser lubricante.

Taehyun apretó los dientes mientras lo veía subir de vuelta, con toda la prisa del mundo. Se quedó un rato pensando que debería hacer, no iba a poder dormir sabiendo que a un par de habitaciones se están follando a Beomgyu.

Subir y escucharlo sería más que devastador.

Pensó en quedarse a ver un película o algo, pero seguro los chicos lo escucharán, tampoco es tan cruel para arruinarles el momento y pondría en evidencia que escuchó algo más.

Después de un rato, decidió volver a su habitación, pensando que tal vez si se pone a todo volumen los audífonos no oiría el espectáculo de sus compañeros.

Pero antes de llegar a su destino, ya que tiene que pasar frente a la puerta de Beomgyu, se percató de que está entreabierta. Al parecer en su apuro, Yeonjun ni siquiera se aseguró de cerrarla completamente.

—Y el despistado soy yo—se quejó en silencio.

Se limitó a continuar su camino, pero al avanzar más, vió sin querer por la pequeña abertura de la puerta y se quedó sin aliento. Dentro de esa habitación está sucediendo la escena más erótica que ha visto en su vida.

Toda la sangre de su cuerpo se acumuló en su rostro y su entrepierna; sobre todo ésta última, la excitación nublo tan rápido su mente que ni siquiera se puso a pensar en lo terriblemente malo que es estarlos espiando.

Simplemente se acercó y, sigilosamente, empujó un poquito más la puerta.

Ambos están sobre sus rodillas en la cama: Yeonjun sostiene a Beomgyu desde atrás, con una mano alrededor de su delgada cintura y la otra en su cuello, atrayendo todo lo que puede la espalda del chico a su torso.

Lo penetra a un ritmo constante mientras le susurra cosas sucias al oído.

La expresión en el rostro de Beomgyu es simplemente un poema: sus ojos están cerrados, sus mejillas rojas, su cabello alborotado y su boca entreabierta deja escapar dulces gemidos.

A pesar de que su atención está focalizada en Beomgyu, no pudo evitar pasear sus ojos por Yeonjun, admite que es caliente. Ambos están cubiertos por una leve capa de sudor que resalta cada músculo y curva de sus cuerpos esculturales.

El mayor tiene los ojos cerrados mientras gime al oído de Beomgyu, parece disfrutar mucho estar dentro de él, pues es lo que le repite una y otra vez mientras empuja en su interior.

Movió su mano en la cintura de Beomgyu hasta su miembro, el cuerpo curvilíneo del más jóven se retorció de puro placer cuándo lo comenzó a masturbar rápidamente.

—Que bien te sientes—lamió su mejilla—vamos, dame un beso—jaló con rudeza su cabello, guiando su boca hasta la suya.

Un calor abrumador se expandió por el cuerpo de Taehyun, todo es demasiado: el sonido obsceno del choque de pieles, sus gemidos ahogados y sus expresiones de placer.

Beomgyu se vuelve loco con cada embestida y caricia del mayor, parece disfrutarlo tanto, el miembro de Tae palpita entre sus pantalones ante el pensamiento de lo maravilloso que sería follarlo él mismo.

En un breve momento de lucidez que tuvo, se percató de que debe marcharse de allí. Justo cuando estaba por hacerlo; por alguna broma cruel del destino, Yeonjun cambió de posición a Beomgyu.

Lo dejó en cuatro con el trasero alzado y su pecho pegado a la cama, Taehyun tuvo un increíble primer plano de la curva de su cintura y su lindo trasero.

Pero justo en ese momento, Beomgyu abrió los ojos haciendo contacto visual directo con él.

Taehyun se quedó inmóvil, no es que no sepa que debe huir, pero el pánico lo dejó realmente congelado, no se mueve un solo músculo de su cuerpo.

La mirada de Beomgyu le atrapó y siguió viéndole un par de segundos más, mientras Yeonjun lo sujeta fuerte de su diminuta cintura y lo penetra con rudeza.

Sin embargo, actúa como si no se hubiese percatado de su presencia, y Yeonjun solo observa la manera tan obscena en que su cuerpo se conecta con el de Beomgyu como para notar otra cosa.

Todo esto fueron solo un par de segundos, pero Tae sintió como si se detuviera el tiempo. Yeonjun aumentó la velocidad de sus embestidas y Beomgyu comenzó a gemir aún más, lo siguiente le dejó perplejo.

Beomgyu le sonrió y guiñó un ojo.

Taehyun tragó saliva porque aquello fué tan malditamente caliente que sintió florecer en su interior una imperiosa necesidad de follarse a Choi Beomgyu.

Y definitivamente lo hará, pero lo quiere solo para él.

Suspiró y le devolvió la sonrisa con el corazón a mil por hora, relamió sus labios al echarle un último vistazo, entonces se dió la vuelta, retirándose a su habitación.

Mientras que ellos siguieron así un rato más hasta exprimirse en un delicioso orgasmo, Taehyun por su parte, se aventó a su cama para resolver el problema entre sus pantalones.

Sacó su miembro totalmente erecto y comenzó a masturbarse rápidamente, ansiando liberarse, la humedad le facilita la fricción y muerde su labio inferior para no gemir sentidamente.

No tardó tanto, pues la escena de por sí ya le había calentado en demasía, tomó una almohada y la puso sobre su cara, intentando acallar sus jadeos desesperados.

Sube y baja su mano por su miembro húmedo, imaginando que es Beomgyu saltando sobre él, las cosquillas en su vientre bajo le indican que ya está al borde de un potente orgasmo.

Apretó con fuerza a su alrededor, pero está seguro que ni así podría igualar la estrechez y calidez del castaño, se vuelve loco con aquel pensamiento.

—Oh Beomgyu hyung—jadeó.

No bastó mas que un minuto para que él chico se corriera fuertemente sobre su abdomen trabajado, jadeó agitado tratando de recuperar el aliento.

Abrió de a poco los ojos y su vista, media borrosa aún, enfocó el techo. Sonrío con satisfacción cuándo ese pensamiento hizo eco en su cabeza nuevamente.

« Necesito follarme a Choi Beomgyu »

dos para uno | yeongyu ; taegyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora