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—¡Taehyun, Beomgyu, trajimos la cena!—gritó Soobin desde la sala.

Ambos se miraron con complicidad y salieron de aquella habitación como si nada hubiese sucedido. Tae bajó primero, Beomgyu paso antes a su habitación a ponerse pantalones.

Al bajar, se encontró con sus tres compañeros acomodando las bolsas con la compra y una pizza en la mesa esperándoles.

—Hyung ¿podemos acomodar después? ya tengo hambre—pidió Kai.

—Está bien bebé—cedió el líder.

—Gobernado—se burló Yeonjun.

Taehyun le dió un golpe en el hombro y Soobin y Kai solo rieron entre ellos, los cinco se sentaron en la mesa. A Beomgyu le entró apetito repentinamente, al parecer el sexo le da hambre.

—Voy por platos y vasos—avisó y fue a la cocina.

Unos segundos después, Yeonjun apareció tras él, fué directo a la nevera a sacar una botella de Coca Cola.

—¿Te ayudo con...?—se interrumpió a si mismo y le quedó viendo raro.

—¿Qué pasa?—preguntó Beomgyu asustado.

—Te dejé marcas anoche—señaló su cuello—no lo noté, lo siento—rió bajito.

—¿Qué?—se acercó hasta el microondas para verse en el reflejo del cristal.

Notó un par de marcas rojas en su cuello, que no pueden ser otra cosa que chupetones. Sus mejillas se encendieron, trató de taparlas con la mano y volteó hacia Yeonjun, con vergüenza en todo el rostro.

—¿Estás enojado? lo siento—dijo con genuina culpa.

Se preguntó si debería decirle que no se las hizo él, si no Taehyun. Igual y alguna si es obra suya, siempre le deja al menos una aunque ya le ha dicho que no las haga dónde se vean.

Pero desde luego las más recientes no, « debí hablar con Taehyun antes » pensó Beomgyu con algo de culpa.

Decirle lo de Tae implicaría explicarle que ahora también tiene un acuerdo con él, no tendría mucho sentido considerando que lo de ellos tampoco se debería de saber.

Tae se enteró por accidente, no porque le haya dicho algo. Siguiendo esa lógica, tampoco debería contarle a él lo de Taehyun.

—Perdón, sé que siempre me dices que no las deje dónde se ven, pero en el momento se me olvida—se acercó y lo tomó por las mejillas.

—Está bien, s-solo ten más cuidado la próxima, lo dejaré pasar solo porque tenemos éstos días libres—mintió.

Adjudicarle injustamente la culpa le hizo sentir sucio, pero es mejor que tener que darle explicaciones. Igualmente necesita hablar con Taehyun.

—Ponte ésto—se quitó su suéter con cuello alto y se lo dió.

—¡¿Qué esperan con los vasos y la soda?!, ¡tengo sed!—gritó Soobin desde el comedor.

—¡Ya vamos!—respondieron al unísono.

Mientras se colocaba la prenda que le dió Yeonjun, el mayor salió con la soda y unos vasos. Beomgyu miró su reflejo una vez más, asegurándose de que las marcas estén bien cubiertas.

Después salió con los platos y el resto de vasos, al llegar al comedor los entregó a los chicos, que empezaron a devorar la comida como animales.

Tomó su plato y se sirvió un par de rebanadas, antes de que sus compañeros acabaran con todo. Tae sirvió la soda en los vasos de cada uno, pero al llegar al de Beomgyu alzó un poco la vista.

dos para uno | yeongyu ; taegyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora