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—Sigamos jugando, Taehyunnie no respondió ninguna pregunta—dijo Beomgyu sonriente.

—Es verdad—le apoyó Yeonjun.

—Por mí está bien—Tae se acercó un poco más a ambos.

—Oigan, antes quiero decir que...me alegra que todo esté bien entre nosotros, me preocupaba que no volviéramos a ser amigos por mi culpa.

—No tienes la culpa de nada hyung—dijo Tae tomando su mano.

—Nunca podría alejarme de ti osito—añadió Yeonjun.

Beomgyu se sonrojó por el apodo, usualmente solo lo usa en el sexo.

—Mira lo que hiciste, ahora está timido—Tae empujó en broma al mayor.

—¡No lo estoy!—gritó ante la mirada enternecida de los chicos.

—¿Seguro? porque pareces un tomatito—se burló Yeonjun.

—Bueno, supongo que no puedo evitar ponerme un poco nervioso al estar en la misma habitación que los dos—confesó sin pensar.

Alzó la mirada hacia ellos cuándo se dió cuenta de como sonó lo que dijo; ambos le observan con sorpresa, se miraron entre ellos y luego lo vieron directo a los ojos.

Beomgyu agradeció internamente por estar sentado, de lo contrario, las piernas le hubiesen fallado con esa mirada deseosa que le aventaron los dos.

—¿Te ponemos nervioso?—le preguntó Taehyun atrayendolo, hasta dejarlo sentado sobre su regazo.

—Sí—tragó saliva cuándo sintió las manos de Yeonjun recorrer su espalda.

Un fuerte escalofrío invadió todo su cuerpo cuando se acercó a su oído a susurrarle.

—Bebé, no nos alejes de tí porque nos duele.

Beomgyu se quedó tan pasmado que ni siquiera sintió las manos de Taehyun atrayendo su cabeza, se dió cuenta hasta que sus labios toparon con rudeza.

Incluso sus dientes chocaron levemente, pero eso no importa. No cuando Taehyun literalmente explora toda su boca con su lengua, en un beso tan erótico al que apenas le puede seguir el ritmo.

Yeonjun comenzó a depositar besos en su cuello, mientras roza sus pezones debajo de la camiseta, la erección de los tres ya es muy notoria.

Beomgyu tuvo un corto momento de lucidez cuándo se separó Tae para tomar aire, no sabe si esto les traerá consecuencias nuevamente, pero no quiere detenerse y al parecer ellos tampoco.

Yeonjun le jaló el cabello atrayendo su boca a sus labios, Tae salió de abajo de él para comenzar a besar su torso, mientras el mayor mantiene su camiseta alzada.

Beomgyu se separó un segundo para respirar, el beso de Yeonjun es brusco pero lo disfruta completamente. Miró hacia abajo, viendo a Tae volver a subir sus besos hasta que su rostro queda frente al suyo.

—Bebé ¿quieres hacerlo?—le preguntó, Yeonjun también le miró desde atrás esperando una respuesta.

—¿Con...ambos?—tragó saliva.

—¿Te preocupa no poder con los dos?—susurró Yeonjun en su oído, abrazándole por detrás.

—Si puedo, quiero hacerlo—suspiró excitado.

Eso fué suficiente para que ambos chicos le sacaran la ropa, dejándolo desnudo por completo y recostado en la cama. Beomgyu les miró; impaciente y sonrojado, esperando que se deshagan de su ropa.

Sacaron sus prendas con una lentitud tan tortuosa que no sabe si lo hacen a propósito o lo ve así porque está impaciente. Poco a poco, revelaron sus anatomías perfectas y que ambos están igual de duros que él.

dos para uno | yeongyu ; taegyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora