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Beomgyu bajó a la cocina por algo para comer y al pasar vió a Tae en la sala mirando la televisión, regresó del gimnasio con Yeonjun hace un rato, Beomgyu se ha estado escondiendo en su habitación desde entonces.

Refugiándose de sus propios pensamientos.

Verles con camisetas sin mangas; luciendo sus brazos recién trabajados, lo ha tenido caliente todo el día.

Éstos dos le hacen perder el sentido común, aún está avergonzado por lo de la noche de películas, nunca había sido tan desvergonzado con sus impulsos sexuales como ahora.

Taehyun entró a la cocina y le miró directamente, Beomgyu se avergonzó un poco al pensar que había notado que lo miraba, pero solo le sonrió y pasó de largo hasta la nevera a buscar una soda.

El mayor soltó el aire retenido en sus pulmones, al parecer no lo había notado babear por él. Menos mal, eso sería bastante vergonzoso.

—¿Quieren qué les traigamos algo?—les preguntó Kai asomando su carita por la cocina.

—¿Algo?—preguntó Beomgyu.

—Kai y yo vamos por un helado—explicó Soobin asomándose también.

—Ah, no gracias chicos, diviértanse—les dijo.

—Traeme algo rico hyung, lo que quieras—le dijo Taehyun sonriente.

Soobin asintió amablemente y les dijo que volverían al rato, Taehyun acorraló a Beomgyu contra la mesa apenas escuchó que se cerró la puerta.

Beomgyu se sorprendió pero lo dejó abrazar su cintura y acercarse más a él, olfateó de cerca su perfume, es obvio que ha tomado una ducha, huele delicioso.

—No me has quitado los ojos de encima desde que llegamos—le dió un beso en el cuello—¿quieres pedirme algo?

—Quiero montarte—le confesó Beomgyu.

—Vamos—sonrió y tomó su mano.

—¡No! no estamos solos.

—Sabes que Yeonjun duerme como piedra después del gimnasio, prácticamente es como si lo estuvieramos—le recordó.

Beomgyu lo pensó un poco, es verdad, después de hacer ejercicio Yeonjun se duerme tan profundamente que pareciera que ni un terremoto lo despertaría.

Se acaba de prometer tomar decisiones más racionales, pero no puede negarse a Taehyun ahora que está tan caliente, así que sintió con la cabeza y juntos fueron a su habitación.

Apenas entraron, Taehyun atacó sus labios y comenzó a sacarle la ropa casi con desesperación. Sin perder nada de tiempo, Beomgyu dejó al menor acostado sobre la cama.

Ahora que ambos están en ropa interior,  Beomgyu no pudo evitar pasear su boca por todo su cuerpo, como tantas veces lo ha deseado.

Dejó una fila de besos desde su cuello hasta su abdomen, dónde trazó despacio sus abdominales con su lengua, todo mientras acaricia sus brazos y escucha los jadeos bajitos de Tae.

El menor siente su cuerpo arder, la lengua de Beomgyu enciende cada centímetro de su piel por el que pasa.

—Hyung, ven acá—lo jaló del brazo.

Tae se sentó derecho en la cama y Beomgyu sobre su regazo, gimió contra sus labios al sentir sus fuertes manos apretando su trasero, mientras se dan otro beso cargado de deseo.

Ambos juntan sus lenguas, mientras sus manos inquietas acarician todo el cuerpo contrario, se separan un segundo solo para sacarse la ropa interior.

Tae colocó un poco de lubricante en sus dedos y los llevó hasta la entrada de Beomgyu, presionando allí. Poco a poco ingresó un par, tratando de encontrar ese punto en su interior.

dos para uno | yeongyu ; taegyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora