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Yeonjun no ha salido para nada de su habitación en toda la mañana, evidentemente es porque no quiere hablar con Taehyun y Beomgyu.

Pero no puede seguir escondiéndose, hoy deben viajar y ya llegó la hora de que les lleven al aeropuerto para abordar el vuelo privado que los transportará a su destino.

Tuvo que bajar de prisa; con su equipaje y bolso de mano, al escuchar a su líder llamarle. Sus cuatro compañeros le esperan ya en la puerta principal, juanto a los custodios que les acompañarán.

Beomgyu y Taehyun le siguieron con la mirada desde que bajó, pero no pudo ni verles. No por orgulloso, simplemente por lo avergonzado, traicionado y desplazado que se siente.

Ni él mismo entiende su comportamiento, no puede solo aparentar normalidad y seguir como si nada, tiene un sentimiento que nunca había experimentado antes y es horrible.

Se dirigió únicamente a Soobin, quién le pregunto si estaba listo y éste asintió. Entonces les llevaron hasta la camioneta que comparten.

El grupo tiene una regla no escrita: En la primera fila de asientos van Soobin y Kai, pues de esa manera le dan intimidad a la pareja. Por lo tanto, en la segunda van Taehyun, Beomgyu y Yeonjun.

Eso ya se ha convertido en un hábito que hacen incluso sin darse cuenta; les gusta de esa manera, Soobin y Kai aman ir acurrucados mientras escuchan las tonterías de sus amigos.

Es por ello que cuándo el líder y el maknae vieron que Yeonjun se sentó junto a ellos, en vez de ir atrás con Taehyun y Beomgyu, de inmediato supieron que algo andaba mal.

Ambos miraron a Yeonjun: tiene los auriculares puestos, su cabeza recargada contra la ventana y observa el paisaje con una expresión seria, casi dirían que molesta.

Después voltearon hacia Taehyun y Beomgyu, también miran al mayor mientras murmuran quien sabe qué. Por último, se miraron entre ellos y sin necesidad de palabras, entendieron que algo malo está sucediendo.

—Tal vez eso fué lo que escuchaste en la madrugada—le susurró Soobin a su novio.

—Y yo pensé que era un fantasma—rió bajito.

Más concretamente: Kai despertó en la madrugada al escuchar pasos y voces en el piso de abajo, le dió miedo y fué a la habitación de Soobin, quién lo recibió gustoso y terminaron durmiendo juntos.

Nunca pensaron que sus compañeros estuviesen discutiendo, todos se llevan tan bien que rara vez pelean y si lo hacen es por cosas insignificantes, pero ésto se ve bastante serio.

—¿Deberíamos intervenir?—le preguntó Kai.

—No sabemos que sucedió, tal vez sea mejor que ellos lo resuelvan—dijo Soobin después de meditarlo unos segundos.

—Solo espero que lo hagan antes del concierto, no quisiera que MOA se de cuenta de que los chicos están peleados y se preocupen.

—Tranquilo, lo resolverán, siempre lo hacen—le susurró.

Kai se relajó y disfrutó del resto del viaje en los brazos de su novio. Mientras tanto, detrás de ellos, aquel par está aún más preocupado por el mismo asunto.

—Nos ignoró por completo ¿qué te hace creer que querrá hablar contigo?—le susurró Beomgyu a Tae.

—Buscaré la manera, no te preocupes, lo resolveremos—le rodeó con su brazo.

Beomgyu suspiró y recargó su cabeza sobre el hombro de Taehyun, lo que ambos chicos no saben es que Yeonjun les mira a través del reflejo en el cristal.

El mayor apretó los dientes, sintiendo de nuevo esa extraña sensación en su pecho, la misma que sintió desde el momento en que sospechó que Beomgyu estaba con otro.

dos para uno | yeongyu ; taegyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora