Jugando a Seducirte

Regreso a Casa

Alison

Tome un respiro y abrí la puerta de mi departamento, todo estaba diferente. Le había pedido a Cati a mitad de año que cambiará todo del departamento.

Toque el respaldo del sofá gris que estaba a mitad de mi sala y fui a abrir las ventanas.

Estaba empezando el verano y hacía un rico calor, había estado en Inglaterra pero principalmente en Escocia y el frío había sido suficiente para mí.

Miré por la ventana y solté un suspiro, no podía creer que había pasado un año de manera tan rápida y sobre todo tan lejos de todos y aunque seguía siendo Alison, la empresaria, la hija, la amiga... Algo muy dentro de mi había cambiado.

Mi teléfono sonó y al ver la pantalla sonreí, era mi madre.

—Hola, Ali tu padre quería ir a recogerte en el aeropuerto.

Sonreí —Mama ya estoy en el departamento.

—Pero Ali...

—Tranquila mama solo quería un momento para llegar, me duchare y en un cerrar de ojos estaré en casa.

La escuche suspirar— Esta bien te estaremos esperando, te prepare la tarta de fresas que tanto te gusa— comento con entusiasmo.

Nos despedimos y fui a quitarme el olor de avión del cuerpo.

Entrañaba a mi familia, mi país, estrañaba mi departamento. Estrañaba mi vida pero no de la misma manera, sabía que nada sería igual y eso era algo bueno.

Cuando estuve lista me fui a casa de mis padres, el trafico estaba horrible y mientras esperaba abrí los correos pendientes, los cueles eran muchos. Me fui a la bandeja de guardados.

12 correos que había leído unas 50 veces cada uno. Podía decir que me los sabía de memoria. Un correo por cada mes que estuve lejos, al principio los leía con rabia, luego dolor, había veces que solo me podía refugiar en ellos, luego pasé a la aceptación y después fue algo más, algo que había calado en lo más profundo de mi ser. Entre el frío y el olvido y sobre todo los recuerdos.

Abrí el primero.

De: Patrick Clark
Para: Alison Hoffman

Ha pasado un mes desde que no estás y todo lo que quiero carece de color sin ti, no me alcanzan las palabras para decirte cuan arrepentido estoy.

Lo siento.
Lo siento tanto amor.

Y no tienes que perdonarme, pero vuelve. Por favor.

Lo leí una vez más y cerre mi  telefono.

Todo lo que había pasado había sido tan irreal para mí, nunca pensé que estaría en esa situación y había necesitado tiempo para mi, para saber lo que sentia y sobre todo quien era en realidad, sin la empresa, sin mi familia, sin él.

Llegué a casa de mis padres y me apresure estaba feliz de poder abrazar a mi madre.

En cuanto ella me miró sus ojos se iluminaron y me abrazo aferrándose a mi cuerpo, este año había sido el tiempo más largo en el que habíamos estado separadas, otras veces había tomado vacaciones pero habían sido cortas y siempre nos habíamos comunicado; esta vez solo llame un par de veces para que supieran que estaba bien.

—Estas tan linda— canturreo mi mama —tu cabello ha crecido y tus mejillas están rosadas y hermosas.

Acuno mi cara y me dio un par de besos.

Me miró por un momento y parecía sorprendida de que no me retirara, las demostraciones afectivas no solían ser lo mío; Pero la había extrañado tanto.