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Peter B. Parker y Harley E. Kenner, son los estudiantes de Tony Stark. Solo los más cercanos al magnate saben de esto, por lo que son un misterio para los trabajadores en el complejo cuando ven a aquellos jóvenes rondar.
Ante...
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—Entonces el hechizo mantendrá sus asquerosas moléculas lejos de cualquiera, ¿No es así, Strange? —preguntó Stark viendo al hombre dentro de la cápsula en la habitación que se encontraba de su ahora permanente encierro.
El hombre aún tenía su ojo hinchado por el fuerte golpe que le ocasionó su arañita y además de tener una máscara que le servía de bozal, así nadie iba a poder escuchar su maldita voz. Quisiera destruirlo, pero Peter aún así, preferiría que se le diera justicia de esta manera. Con algo de ayuda mágica.
—Si, exactamente. Los 100 años completos de su sentencia, si es que logra llegar hasta allá—explicó Stephen Strange con una media sonrisa antes de darse paso por un portal siendo seguido por Anthony.
Pero… Tony se asomó rápido por el portal y le sacó el dedo del medio a Killgrave, quien no pudo más que tratar de moverse de su lugar donde estaba sujeto, recibiendo grandes descargas eléctricas por hacer tal acto.
La puerta de la habitación donde estaba se abrió, un hombre de facciones asiáticas entró junto al agente Everett Rose.
—¿Quieres una dona? Traje para pasar el tiempo —le decía Jimmy Woo ofreciéndole el delicioso dulce al agente.
—Si, por supuesto. Estás de acuerdo en que te deje después de las 4, ¿No?
El otro asintió sin problemas mientras comía sus donas—Sep, ve con tu cita con el Rey T'challa.
Ross hizo una mueca—No es una cita.
—Pero es una cena… —comentó confuso. Una cena, es una cita, siempre lo ha entendido así.
—Es una cena familiar, bobo—aclaró ya algo amargado el agente mayor. Jimmy no quiso discutir y entonces el agente Ross le ofreció una mirada al encarcelado—Prefería que muriese, pero, tengo permiso de darte descargas eléctricas, si me haces enojar o nos hace enojar.
Killgrave quiso rugir, pero la máscara sobre su rostro se lo impedía. ¡Esto no era lo que quería! El caos que quería hacer fue absolutamente arruinado por esos malditos niños del mal.
¡COMO ODIA A LOS NIÑOS!
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Había sido un total caos, de nuevo, después de que se venció a Killgrave. Hubo aún heridos, personas que no pudieron regresar gracias a los ataques.
Y todos los miembros de los Avengers fueron a terapia luego de un suceso tan traumático como este. El de ser controlados y aún conservas memorias de lo que les obligaron a hacer iba a perseguirlos por mucho tiempo.
