only ; 𝘀𝗮𝘁𝘇𝘂

Being officers without being official

— ¿Qué es Tzuyu de ti? —, me le quedo mirando por unos segundos, este tarado tiene el descaro de estar aquí parado frente a mí hablando así de ella, como si estuviera disponible, que lo está pero prefiero no pensar en ello.

Sonrío levemente y me acerco,— Tzu, es mía —, aprieto los dientes y me doy media vuelta, tal vez no tuve que decirlo, no fue buena idea.

— ¿ah sí? —, lo vuelvo a mirar y ruedo los ojos, que pesado es mi mejor amigo, sabe que si le digo algo así es que de verdad no quiero que pregunte más por la chica pero sigue haciendo lo mismo, lo único que quiero es romperle la cara.

— sabes lo que pasa con ella —, le he contado algunas cosas, no con profundidad pero si lo suficiente para que sepa que no sería lo más recomendable que alguien se le acerque para hablarle, porque eso me dolería, suspiro y me apoyo de la pared mientras veo a Tzuyu hablar con Jeongyeon, una de las chicas con las que mejor le llevo de por aquí.

— tienes que compartir como lo hacías en la secundaria —, aprieto los dientes pero no le digo nada solo golpeo si entrepierna,— ¡hija de pu-

— eso también lo hacía en la secundaria —, se arrodilla, está todo rojo y eso me causa gracia,— eres un idiota —, niego levemente con la cabeza y voy hacia Tzuyu que al mirarme sonríe un poco, sin disimular ni un poco la tomo de la cintura y la acerco a mi cuerpo, la mayoría de los chicos la están mirando y eso no me está gustando en lo absoluto, no soy alguien que tenga la autoridad de hacer ese tipo de cosas, incluso si fuéramos novias no debería tener estos comportamientos, pero ahora lo único que quiero es abrazarla y que todos estos tarados se alejen.

En primer lugar no debería acosar de esa forma a una mujer porque si es así las chicas nunca les harán caso, pero es que es obvio que son unos buenos para nada, en segundo lugar casi todos saben que vino conmigo lo que significa que es un interés romántico y en tercer lugar ¿que no ven que la estoy acercando a mi cuerpo?. Tendrían que tener un mínimo de respeto por lo que siento y quién soy, si no fuera por mí seguiríamos tengo a ese feo lugar al que nadie quería ir.

Apoyo el mentón en su cuello y con cuidado miro hacia atrás, uno de los que la estaba mirando baja la mirada y gruño,— ¿Pasa algo? —, me separo y la mir a los ojos,— ¿Por qué estás tan roja? —, me toma de las mejillas y me acerca,— no es tan normal que estés así —, Jeongyeon que seguía hablando de la nada se calla, sigo apretando los dientes y siento como acaricia con los pulgares mis mejillas, me está intentando calmar pero me siento demasiado mal, no es algo que he sentido con mucha frecuencia pero cuando eso pasa solo quiero llorar porque me siento mal conmigo misma.

No es para nada justificable el sentir celos, solo te hace ver como alguien posesivo y me duele que crea eso de mi, no me gustaría llorar frente a ella pero es lo que quiero hacer, detesto que todos la miren así, es tan asqueroso y repugnante,— no me pasa nada —, trago saliva cuando se acerca y besa mis labios, supongo que si me quería relajar, me dejo llevar por los roces de sus labios sobre los míos lo que me hace creer que de verdad tiene un relajante en los labios.

— sí quieres nos podemos ir a otro lugar más privado —, niego con la cabeza, me tengo que quedar porque soy quién está al pendiente de todo en este lugar, porque si no es así, todos son capaces de hacer locuras y eso no estaría para nada bien, ya que la que se metería en problemas soy yo, luego de tanta insistencia mi jefe con mucho gusto, y un poco estresado, me dejó usar este lugar que es una cafetería en construcción para que mis amigos y yo viniéramos a pasar el rato bailando, que es lo que nos relaja, también hacemos un poco de ejercicio pero de por sí es bailar.

Es como nuestro pequeño lugar para soltar todo lo que nos ha pasado quincenalmente, yo no he tenido buenos días y por eso es que decidí que decíamos venir hoy, cuando nos toca es dentro de una semana más, aún así todos vinieron para apoyarme además de que tal parece que no ha sido una buena semana para ninguno, le dije a Tzuyu que me acompañará porque quería incluirla un poco más en su vida como ella lo hizo conmigo, es por eso que ahora estamos así pero no sabía que estos buitres estarían así.

— luego de esto vamos a mi casa —, sonríe y me acerca un poco más, el que me abrace hace que me siento mil veces mejor porque ahora puedo sentir los latidos de nuestros corazones que laten al unísono y lo bien que se siente estar entre sus brazos, se podría decir que ahora estoy bien si no fuera porque abrí los ojos y volví a ver a un chico babeando al verla, me separo y la mira a los ojos,— ponte mi suéter —, quiero protegerla, me da igual el sentir frío.

Me lo quito y lo amarro en su cintura,— ¿No tienes frío? —, niego con la cabeza aunque si es verdad, tengo demasiado frío, este top no cubre nada,— ahora todos te miran —, susurra cerca de mi rostro y me acerca de la cintura,— ¿Es normal para ti? —, al mirarla a los ojos puedo sentir su incomodidad y algo de enojo, me encojo de hombros y le robo un beso,— ¿No te incomoda? —, vuelvo a robarle otro beso,— no quiero que te sientas mal, bebé —, la miro y le doy un casto beso, no quiero que piense las mismas cosas que yo hace un tiempo atrás.

— no te preocupes por mí —, miro de reojo a mi mejor amigo y suspiro,— ya vengo, creo que al exagerado lo deje sin hijos —, asiente y con mucha lentitud me suelta, no me gusta cuando hace esas cosas porque yo quiero soltarme pero no me deja, la verdad es que eso me desespera y aunque este sonriendo lo que quiero es pegarle para que me suelte,— ay Tzu —, y ahí es que lo hace, suelto una risita al verla como hace un puchero,— ya volveré —, asiente y me doy media vuelta para acercarme a este bobo.

— entonces son novias —, suspiro sonoramente y me apoyo de la pared en la misma posición en la que estaba como si nunca me hubiera ido,— vamos Sana, contesta aunque sea una cosa —, es que no tengo ni la menor idea de lo que somos por eso es que estoy tan callada, no sabría decirle que es lo que somos o si seremos algo más que dos personas que se gustan mucho y están como en el limbo, o sea, las casi algo que no se sabe si son algo pero a la vez no son algo por no ser valientes y concretar que lo son.

— somos oficiales sin ser oficiales —, contesto con lo primero que sale del corazón, la verdad es que no tengo muy claro lo que somos, no soy de ponerle título a las cosas pero la verdad es que no tengo ni idea que somos, porque aunque no me gusta esto no tiene título y no es porque no quiera, si no porque creo que no existe, bueno hay uno pero es bastante feo de utilizar.

— entiendo —, sé que no por si rostro de no entender ni siquiera en dlnde está de pie,— sí realmente quieres estar con ella entonces debes estarlo sin ningún problema —, eso sí que es algo buena que raro que viene de alguien como él,—, demuéstrale que es la única y que quieres estar solo con ella —, me aprieta el hombro y da leves palmadas en mi abdomen expuesto,— hace tiempo que no me daba cuenta que está más marcado que el mío, lo miro de reojo y se quita la camisa, hago una mueva de asco y se ríe,— estás más musculosa que yo —, suelto una carcajada y le pego en el abdomen.

— ¿Recuerdas cómo lo hacíamos? —, asiente, se pone las manos detrás de la cabeza y le comienzo a dar golpes, suaves, en el abdomen,— esto me ayudó a saber cómo pegar —, ambos reímos, no somos de esos amigos que se lo cuentan todo o que tienen la capacidad de demostrar lo que sienten una al otro pero si somos de esos que cuando estamos juntos sonreímos y nos hacemos reír en muchas ocasiones porque la verdad es que no ha habido mucha felicidad en la vida de ninguno,— te haré caso esta vez porque dijiste algo bueno —, rueda los ojos y me pega en los hombros, suelto un quejido y veo co Tzuyu voltea a mirar.

— se nota que le importas así que tú solo muéstrale los encantos Minatozaki —, la miro sigilosamente y noto que sigue hablando con Jeongyeon,— así que no la dejes ir —, suspira,— no como yo lo hice —, ambos miramos a la chica de la que habla, tampoco la ha pasado tan bien, me acerco y lo abrazo no es algo tan común pero cuando lo hacemos siempre acabamos...

Le pego antes de que él lo haga,— siempre gano —, celebro como si fuera una niña pequeña hasta que me canso y apoyo de sus hombros,— voy a hacerle saber que solo quiero estar con ella —, sus ojos me dicen algo que no entiendo para nada, los sigo mirando confundida hasta que suelta una risita y me pega.

— estoy orgulloso de ti, enana —, me quejo por el golpe y froto en donde lo hizo, me hace sentir bastante bien el saber que alguien más se alegra por mí y por Tzuyu.

Ahora me demostraré lo que quiero.