Kate no presta atención a sus compañeros, observa la pizarra pero su mente sigue perdida en un mar de palabras y confusión.
-¡Beckett!- Ésta se sobresalta con el grito de Espósito.- No nos estabas escuchando, ¿verdad?
- Lo siento mucho chicos pero no me encuentro muy bien, si Montgomery pregunta decidle que es un virus.- aunque realmente el dolor es más emocional.
La inspectora respira el aire fresco y también contaminado de la ciudad, de su ciudad; la que ella protege cada día. Camina sin rumbo, no tiene ganas de volver a su apartamento.
Mientras tanto, en otra parte de la ciudad...
-¡Richard, me voy!- Grita Martha desde la puerta, no obtiene respuesta por parte de su hijo, éste lleva días sin salir de su despacho; se ha encerrado con la excusa de que va a comenzar un libro nuevo.
El escritor lleva más de una hora con el Word abierto, listo para empezar algo pero su mente está bloqueada; algo, o más bien alguien, no quiere marcharse de su cabeza. Rick analiza todo lo que Kate le dijo, coge su móvil, lo ha estado revisando miles de veces para ver si recibió llamadas como ella aseguró pero no hay nada.
-¡Claro!- Exclama él, busca un contacto en concreto.- ¿Diga?- Una mujer contesta por la otra línea.- Tory, soy Rick.
- ¡Hola! ¡Cuánto tiempo! ¿Cómo estás?
- Bien, muy bien. Oye Tory, necesito un favor.- Castle comienza a relatarle lo sucedido, omitiendo casi todo.
- Lo que quieres decir es que piensas que alguien borró todas esas llamadas y bloqueó los correos, ¿cierto?
- Exacto, ¿cuánto podrías tardar?
- Me pillas con el ordenador a mano, sólo necesito tu número de teléfono. Te llamo en veinte minutos.- y la chica cuelga, Rick comienza a caminar por su despacho con desesperación; coge el teléfono en cuanto ve el nombre.
- ¿Y bien?
- Tus sospechas se confirman, alguien borró todas las llamadas de...- la chica se queda en silencio al ver el nombre.- ¡Tory!
- ¿Katherine Beckett? Trabaja conmigo en la 12th.
- No sabía que tú también trabajabas allí.
- Las vueltas que da la vida, también recibiste varios correos suyos; te mando un enlace para que puedas leerlos.
- Muchas gracias Tory, te debo una.
- Ya te la cobraré, me necesitan. Nos vemos.- Rick pone el enlace en su portátil, sus dedos repiquetean el escritorio a causa del nerviosismo. Comienza con el primer correo.
-"Hola Richard, no sé si lo que estoy haciendo es lo correcto pero no puedo más, vivo atormentada por todo lo que te dije. Lo siento muchísimo, me arrepentí en cuanto te marchaste pero estaba demasiado dolida. Mi madre ha muerto y no sé exactamente qué debo hacer, espero que algún día me perdones; jamás olvidaré nuestra noche en la biblioteca.
Besos,
Katherine
Castle pincha en el correo siguiente, lo recibió unos días más tarde y es más extenso que el anterior, ¿quién narices pudo hacer esto? Borrarle todos los correos y llamadas, ¿por qué?
-"Rick, comprendo que tu enfado persista, después de lo que tuvimos, fui demasiado cruel. Pero por favor, necesito que me respondas, me conformo con tan sólo una palabra, quiero saber que todo te va bien aunque sé que lo estás porque leo las revistas. Te necesito Rick.- el escritor para de leer para respirar y reprimir las lágrimas, ella le necesitaba, de verdad.- a mí me daba igual si vivías en un castillo o debajo de un puente, me abriste los ojos. Comprendí que una persona vale más por su personalidad que por la situación económica; me invitaste a tu casa, conocí a tu madre. Sólo quiero que sepas que me gustabas, muchísimo, me defendiste, valoraste mi personalidad y eso es digno de admirar. Mis sentimientos hacia ti nunca van a cambiar, te lo prometo.
Con cariño,
Katie.
Castle vuelve a recurrir a su teléfono, de verdad espera que ella le responda; tienen mucho de qué hablar. Pero el móvil suena y nadie contesta.
Volvemos con Beckett...
La chica no deja de llorar sentada en su sofá, abraza un cojín dejando lágrimas encima. Ha escuchado cómo su móvil vibraba pero no le apetece hablar con nadie. En ese momento alguien llama a la puerta.
-¡Lárgate! ¡Seas quién seas!- Pero esa persona no le hace caso y vuelve a tocar la puerta con los nudillos.
- ¡He dicho que...!- Kate se queda sin palabras al ver a Castle en la entrada.- Ya lo sé, quieres que me vaya pero necesito hablar contigo. Por favor.
- ¿De qué quieres hablar? Me llamaste mentirosa Richard, y me echaste la culpa de no llamarte cuando está claro que tú tampoco lo hiciste.
- He leído los correos.- la expresión de Kate cambia por completo, un tono rojo va ocupando sus mejillas poco a poco.- tú también me gustabas, y me sigues gustando.
- Rick, yo...creo que no es el momento.
- Kate, he venido aquí porque quiero saber la verdad. Si me enviaste los correos y me llamaste; ¿cómo es que no me di cuenta?- Beckett no puede responder esa pregunta, por ahora no.
- No lo sé Rick, ibas de firma en firma y viajas mucho. No creo que tuvieses mucho tiempo de ver el móvil.- ambos permanecen de pie, ella dentro y él fuera.
- Lo siento mucho Kate, yo no te llamé pero quise hacerlo. Miles de veces, es sólo que...tenía miedo, después de lo que me dijiste y de todo lo ocurrido...me siento fatal, mi deber era acompañarte en el entierro de tu madre.
- Yo también fui muy dura, no supe cómo manejar la tragedia.- el silencio se apodera del momento.- ¿quieres pasar?
- Será un placer.- Castle observa con admiración el pequeño apartamento.- ¡Vaya! ¡Es increíble! ¿Lo has decorado tú?
- Con ayuda de Lanie y mis compañeros, algunas cosas son heredadas de mi madre.- la tristeza acompaña a ese comentario, Rick quiere abrazarla, hacerle ver que no está sola.
- Pues tu madre tenía un gusto exquisito debo añadir. ¿No trabajas hoy?
- Tenemos un caso pero no me sentía con fuerzas para estar allí, emocionalmente hablando.
- Yo tampoco he escrito nada, debería empezar una novela nueva pero ando escaso de inspiración.
- ¿Quieres tomar algo?- Pregunta Kate mientras camina hacia la cocina.- ¿tienes vino?- Beckett abre los ojos.- ¿vino? ¿A estas horas?
- Cualquier hora es buena para saborear ese dulce manjar.- la chica abre un armario, tiene varias botellas, algunas compradas y otras regaladas. Ella decide servirse una copa también.
- Bueno, ¿y ahora qué?- Rick se lleva la copa a la nariz para oler el vino, tiene pinta de estar delicioso.- ¿perdón?- Beckett se deja llevar por el dulce sabor de ese vino, no sabe quién se lo regaló pero le encanta.
- Quiero recompensarte por todo lo que te he hecho Kate, deja que te invite a cenar.- ésta se detiene en esos hermosos ojos azules que una vez le enamoraron, todavía recuerda esos ojos iluminados por el color de la luna cuando lo hicieron en la biblioteca.
- Richard yo...no lo tengo tan claro.
- Venga por favor, tan sólo será una cena de amigos; no pude invitarte dos años atrás porque básicamente no podía pero ahora tengo dinero y quiero gastármelo en ti. Te lo mereces.
- De acuerdo, pero sólo cenar. Te conozco Richard, no me líes luego.- tanto él como ella desean lo mismo, besarse, volver a sentir esos tiernos y cálidos labios que una vez probaron y jamás han olvidado.
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Caminos entrelazados
FanfictionRick y Kate son estudiantes en la misma universidad, Stanford. Ambos estan terminando el último curso, ella para convertirse en una gran abogada siguiendo los pasos de sus padres, Castle se prepara para ser un gran escritor. Éste y Martha viven en u...