Capítulo 28

521 33 4
                                    

La noche se presentaba negra pero no porque el sol estuviese ocultando tras los enormes rascacielos; la lluvia es la protagonista en ese momento, acompañada de nubes grises.

Kate camina tranquilamente por la calle dispuesta a disfrutar del sábado junto a sus padres. Es el primer fin de semana que ha tenido libre para estar con ellos.

Su marcha se ve interrumpida por el sonido de su teléfono. El nombre de su padre aparece en la pantalla.

- ¡Hola papá¡ Sí, estoy a dos manzanas. Vale, nos vemos en la puerta.

La joven aminora el paso para llegar al supermercado dónde su padre le espera para comprar algunas cosas.

- ¡Ya estoy aquí!- Saluda ella al ver a su padre en la puerta.

- Compras de última hora, ya conoces a tu madre.- su hija asiente con un suspiro. Ambos entran para recorrer los grandes almacenes.

Rick escucha atentamente cómo su novia le relata la pesadilla que le persigue casi todas las noches durante cinco años.

Jim y Kate deciden detenerse en la sección de música.

- Oye papá, ¿y si le regalamos un disco? Mamá adora a Frank Sinatra.

- No es mala idea, Katie. Vamos a buscarlo...

Kate lleva ese disco grabado en el móvil desde entonces, es algo triste pero agradable a la vez.

Los cajeros están a tope, finalmente, padre e hija salen para regresar a casa. Charlan en el coche durante el breve trayecto.

Jim se fija en una de las ventanas, los cristales brillan con la luz de la luna.

- Katie, espera en el coche.- susurra su padre con el semblante serio. Su hija obedece pero de vez en cuando echa un vistazo a la puerta.

Más de veinte minutos y su padre no aparece, sin embargo, dos coches de la policía y una ambulancia se han acercado a su casa.

- ¿Qué coño...?- Kate, harta de mantenerse al margen opta por investigar por mucho que su padre se lo haya prohibido.

- Disculpe Señor Agente.- un hombre de unos treinta y pocos años se detiene para hablar con la chica.- Señorita, ¿qué hace usted aquí?

- Mi padre me ha obligado a permanecer en el coche, ¿por qué hay una ambulancia?

- Lo siento pero no debe estar aquí, esto ahora es el lugar de un crimen.- esa palabra resuena en su cabeza.

- ¿Crimen? ¿Qué ha ocurrido? Ésa es mi casa.- responde ella señalando el edificio.

- Señorita, ¿cómo se llama?

- Katherine, Katherine Beckett.- el terror y la sorpresa se adueñan del agente.

- Será mejor llevarle a otro sitio.

- ¡No! ¡No pienso moverme de aquí hasta que alguien me diga qué es lo que ocurre!- En ese momento sale su padre con el rostro desconfigurado por el shock.

- ¡Katie!- La joven corre hacia él pero su padre le detiene con los brazos.

- ¡Papá! ¡¿Qué pasa?! ¡¿Y mamá?!- Su padre no contesta de inmediato y no le hace falta ya que dos enfermeros salen del edificio con una camilla.

- Kate, vámonos. Te lo explicaré luego.- su padre hace ademán de marcharse pero Kate se queda helada al ver la figura cubierta por una fina sábana.

Las palabras se aglomeran en su boca, reprime las lágrimas pero es imposible; la imagen de su madre regresa con más intensidad.

- Si no puedes continuar no pasa nada Kate. Ya me has contado suficiente.

- No, tengo que hacerlo, por mi propio bien.- Rick asiente con la cabeza.

- ¡No quiero irme! ¡¿Qué hace esta gente aquí?!- Los enfermeros pasan por su lado, Kate los detiene.

- ¿Quién es?- Nadie responde.- ¡¿Quién coño ha muerto?!- La mano de su padre recorre su espalda pero Kate se mueve rápidamente, acercándose a la camilla.

Acerca sus manos temblorosas a la fina tela, traga saliva antes de bajar la sábana para ver a la víctima.

- ¡No, no, no!- Exclama una y otra vez, el agente pide que se la lleven enseguida.- ¡Mamá! ¡¿Por qué?!

Ha sido inevitable, Kate rompe a llorar en los brazos de Rick que ahora la consuelan.

- Lo siento mucho Kate, tuvo que ser horrible.- ésta se seca las lágrimas con la manga.

- Lo fue, esa noche estuve merodeando sin rumbo por la ciudad. ¿Quién fue Rick? Mi madre era una mujer maravillosa.

- Lo sé, y ahora mismo, seguro que te observa.- La pareja permanece en silencio hasta que Castle decide romperlo.

- Tarde o temprano encontrarás a los responsables, quiero que sepas que no estás sola. Yo te apoyaré hasta el final.

- Gracias Rick, necesitaba escuchar algo así.

- Venga, necesitas descansar; yo te abrazaré.

- Quiero estar junto a ti Rick. Siempre.

- Creo que eso...se puede arreglar.

Caminos entrelazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora