Capítulo 35

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Esta preciosa historia llega a su fin, sinceramente, no me esperaba este resultado. Muchas gracias por los ánimos, votos y comentarios diarios; con vosotros todo es más fácil. Termina una historia y comienza otra, espero que os guste.

Un año y medio más tarde...

Kate continua con el papeleo, lleva unos meses sin poder salir a la calle a por los asesinos. Sí que puede interrogar pero poco más. El disgusto desaparece en cuanto ve la foto en su mesa, aparece ella con su pequeño mirando por la ventana; la foto la hizo Castle dos meses después de que naciera su príncipe.

- ¡Buenos días!- Beckett gira su cabeza en cuanto escucha esa voz, Rick aparece con su hijo en el carricoche.

- Cielo, te dije que no trajeses a Mark a la comisaría, no es un lugar apropiado para un niño tan pequeño.- su hijo se alegra al ver a su mami, empieza a emitir sonidos porque quiere ir con ella.

- Es mi palabra contra él y, míralo, te echa de menos. Es la hora de comer, pasas un rato con él y yo mientras intento ayudar con el caso; no creas que eres la única que echa de menos la acción.

- Está bien, pero no vuelvas a traerlo más, la próxima vez me llamas.- Kate coge a su hijo y le llena de besos, la risa del pequeño es contagiosa además de ruidosa. 

La capitana Gates sale del despacho y se encuentra con una imagen enternecedora aunque no es recomendable que hayan niños en esa planta.

- Vaya, vaya, mira quién ha llegado.

- Yo también me alegro de verle, Señor.- comenta Rick abriendo los brazos pero Gates le ignora, camina hasta la inspectora para ver al peque que se ríe con las tonterías que le hace su madre.

- Beckett, sabe perfectamente que no se admiten niños en esta comisaría.

- Que conste, Señor, que no ha sido idea mía. Rick es el único responsable, tan sólo le daré de comer; después se irá.

- No se preocupe, comprendo a la perfección lo que es cuidar de un hijo. ¿Puedo cogerlo?- Kate deja a su pequeño en los brazos de su capitán, Mark no se queja, le encanta ser el centro de atención.

- ¡Richard! ¡Pensábamos que no volveríamos a verte por aquí!- Espo y Ryan le estrechan la mano, los tres se ponen al día con sus vidas y algún que otro partido de béisbol.

- ¡Mira Ryan, es nuestro sobrinito! ¡Cuánto ha crecido!- Mark se lo pasa bomba con todo lo que le dicen, agita los brazos en gesto de alegría.

- Creo que es hora de comer, chicos, informad a Castle del caso; quizás nos sea de ayuda.

Esa misma noche...

Kate regresa al loft algo exhausta, el día ha sido duro, el asesino intentó suicidarse mientras estaba siendo interrogado y Kate tuvo que disparar para evitar que muriese.

- Hola cielo, te acabo de preparar una bañera con aceites esenciales. Date prisa si no quieres que se enfríe.- Beckett le besa con ternura, apenas pasan tiempo juntos.

- ¿Y mi príncipe?- Pregunta Kate al no escucharlo.- Se acaba de dormir.- responde Rick mientras prepara la cena.

- Voy a ir a verle antes de bañarme, le he extrañado muchísimo.- Kate sube por las escaleras, el móvil sigue girando con la melodía. 

Mark duerme boca arriba, con un brazo estirado y el otro doblado hacia arriba; se parece tanto a su padre...Se inclina en la cuna para besar la frente de su hijo. Le acaricia con la yema de los dedos.

- Te quiero cariño, voy a protegerte siempre. Y tu papi también. Gracias por todo.

Rick lo ha escuchado todo desde el comunicador y no ha podido evitar sonreír, realmente Kate es lo mejor que le ha pasado en la vida. Conocerla en la universidad, casarse con ella; apoyarla en el embarazo y no separarse de ella en el nacimiento de Mark. Se siente el hombre más afortunado del mundo por la familia que tiene.

Kate se permite un descanso en la bañera, utiliza ese tiempo para dejar la mente en blanco aunque, hoy, es imposible. Desde que Mark nació, su madre está más presente que nunca, entonces se le ocurre algo. Se pone el pijama, Rick le espera en la mesa.

- Veo que la bañera ha funcionado. Te veo más relajada.

- Gracias, de verdad. Tú siempre sabes lo que necesito.

- Bueno...porque has tenido un día duro pero sé que también te gustaría otra cosa.- Rick alza una ceja con una sonrisa pícara.

- Quizás otra noche, oye Rick...¿mañana podríamos ir al cementerio? Quiero que Mark visite a la abuela Johanna.

- Por supuesto, no hace falta ni que lo preguntes. Le hará mucha ilusión, y sé que lo deseas. La echas de menos, ¿verdad?

- Muchísimo pero sé que no la he perdido del todo, sigue aquí.- señala su corazón con la mano, Rick le besa y ambos se abrazan.

La pareja ha cambiado desde la primera vez que se tropezaron en aquel pasillo de la universidad, ninguno de los dos sabía qué es lo que ocurriría tras ese casual encuentro. No se arrepienten de nada y su amor crece cada día que pasa.

Y aquí termina la historia, siento que no sea más larga pero era necesario. Como en todas las historias, siento lástima por tener que dar por finalizada "Caminos entrelazados". De nuevo, gracias.  

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⏰ Última actualización: Aug 25, 2015 ⏰

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