Capítulo 29

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-¡¿Qué te dijo que?!- Las manos de Lanie se mueven de forma exagerada.

- Lanie por favor, relájate.- su amiga no deja de hiperventilar, su reacción es peor incluso que la que tuvo Kate al escuchar esas palabras de Rick hace dos noches.

- Quiero que vuelvas a contarme la historia, con todo el lujo de detalles.- Kate pone los ojos en blanco ante el comportamiento irracional de su amiga forense.

- De acuerdo...- responde tomando asiento en una de las sillas.

Hace dos noches...

- Rick, me estás asustando.- éste sonríe de forma pícara.- ¿estás hablando en serio?

- Tú misma acabas de decirlo, quieres estar conmigo para siempre.

- Ya bueno pero...¿no crees que te estás excediendo un poco?- Rick cambia la expresión al ver la confusión de Kate.

- Mira, es tarde y estamos agotados. A estas horas apenas soy consciente de lo que digo. Buenas noches.- Rick besa la mejilla de Kate, dejándola totalmente perpleja.

Volvemos a la morgue...

- ¡Eres tonta! Y te lo digo con todo el cariño del mundo. ¿Por qué no le dijiste que sí?

- ¡¿Pero has escuchado toda la historia?!

- ¡Pues claro! Y por eso te aconsejo, como amiga tuya que soy, que vayas a por él y le digas que sí.- Kate se siente muy confusa ahora mismo, un mar de sensaciones y emociones invade cada centímetro de su corazón palpitante.

- No es tan sencillo Lanie, ¿sabes qué? Voy a pasear, a ver si aclaro mi mente con un poco de aire fresco.- y dicho eso, Kate sale del edificio para, al llegar a la puerta soltar una bocanada de aire.

La joven inspectora camina sin rumbo fijo, no se molesta ni en apartarse del camino de las personas que corren para ir a trabajar o para comer durante la media hora libre.

Decide entrar a un Starbucks y pedir un café, no es fan de pagar por una bebida tan cara pero, en ese momento, no le importa demasiado.

- "Largo con leche desnatada, doble de vainilla y sin azúcar para Katherine".- ésta lo paga y se sienta en una mesa alejada junto a la ventana.

Los habitantes de la ciudad no se detienen en ningún momento. Kate bebe del vaso de plástico y mira su móvil; un par de mensajes de la comisaría y llamadas perdidas de Rick.

- Vaya, vaya. He reconocido ese café desde la entrada.- Kate se estremece al escuchar esa voz, se limita a seguir bebiendo ignorando a la mujer que ahora se sienta en la otra silla.

- Venga, no me digas que sigues molesta por lo que ocurrió. Es el pasado.

- Gina, ¿qué haces? Tan sólo quiero relajarme.- la mujer sentada delante de ella sonríe al ver el estado de ánimo de la inspectora que le arrebató a Richard.

- ¿Rick y tú os habéis peleado?- Por primera vez, Kate le mira con cara de muy pocos amigos.

- ¿Y a ti que cojones te importa? ¿No crees que ya has hecho bastante?

- Eh, eh, tranquila. He vuelto para enterrar el hacha de guerra, lo prometo.- Kate vacila durante unos segundos, será mejor seguirle la corriente si quiere que la rubia le deje en paz.

- Vale, Rick y yo estamos algo distanciados. Te alegra escuchar eso, ¿a qué si?

- Para nada, he cambiado Katherine; ya no soy la misma. Y eso ha sido en gran parte gracias...- Gina le enseña un anillo colocado en el dedo angular de su mano derecha.

- ¿Te has prometido? Lo siento Gina pero...me cuesta creerlo.

- Y te comprendo a la perfección, mira, para que veas que voy totalmente en serio. Conozco a Rick, lo que le gusta y lo que no; si quieres sorprenderle...deberás currártelo.

- La verdad es que...hace dos noches me pidió matrimonio y no supe contestarle.

- Bueno...esa reacción es típica, yo estuve a punto de caerme de la terraza.- Kate se va relajando al escuchar la conmovedora historia de Gina y su pedida.

El sol comienza a ocultarse tras los enormes rascacielos.

- Gina, este encuentro ha sido...

- Extraño, yo tengo la misma sensación. Y ahora, ¿te has apuntado todo lo que te he contado?

- Creo que sí, prométeme que no volverás a entrometerte en nuestra relación.

-Descuida, le pediré disculpas por cómo me comporté. Será mejor que vuelva a casa, mi prometido se estará preguntando dónde me he metido.

Cada una se marcha por un lado, Kate ha conseguido olvidar todos sus problemas durante unas horas. Y gracias a Gina, ¿quién lo diría?

La inspectora se detiene en Tribecca y alza la cabeza para mirar el loft, las luces están encendidas. Rick está escribiendo en el sofá.

- Hola.

- Hola.- responde ella cerrando la puerta.- ¿tienes un momento?

- He tenido dos días Kate, te he dejado mil mensajes.

- Lo sé y lo siento mucho, pero...quizás te interese lo que te voy a decir.

- Soy todo oídos pero que sepas que soy muy difícil de convencer.

- Correré ese riesgo.- responde Kate con picardía.

Caminos entrelazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora