Caminos entrelazados

Capítulo 24

Kate intenta caminar con todas sus fuerzas pero el dolor persiste y le impide siquiera levantarse del sofá. No es que no esté a gusto en el loft pero...se siente traicionada.

-¡Buenos días Katherine! ¿Cómo va esa pierna?

- Sigue dolorida, ya he realizado los ejercicios de la rehabilitación. ¿Puedes ayudarme? Llevo media hora intentando levantarme para ir al baño.- Martha deja su bolso en la mesa camina hasta la joven.

- ¿Dónde está Richard?

- Quería ver una película y ha ido al videoclub a por ella, no me ha dejado sola ni un momento; era la excusa perfecta.

- Mi hijo puede llegar a ser un poco exagerado con el tema de los cuidados.- Martha le ayuda a entrar en el baño.- Gracias Martha, aquí ya puedo sola.

- ¿Estás segura?- Kate asiente con la cabeza, hace una maniobra un poco extraña para poder sentarse en la taza del retrete y hacer sus necesidades. ¿Cómo ha llegado a esto? Ella puede cuidar de sí misma, tendría que estar en su apartamento.

- ¡Ya he vuelto!- La voz de Rick le avisa de que su tiempo de descanso ha llegado a su fin, tira de la cadena, se apoya en la pared para levantarse.- ¡¿Kate?!

- Está en el baño, Richard, déjale algo de espacio.- responde Martha con tono serio, Beckett agradece la presencia de la madre de Castle. Al menos alguien le puede apoyar o defender.

- Necesita reposo y descansar.

- Y podría disfrutar de eso si no estuvieses las veinticuatro horas del día encima de ella. Es una mujer independiente, si necesita ayuda, te la pedirá.- Kate no se atreve a salir del baño pero no va a quedarse allí toda la vida.

-Hola Rick.- ambos se miran sin decir nada.- ¿puedes acercarme la muleta? Por favor.- éste coge la muleta y se la acerca sin soltar palabra.

- Bueno, yo me voy a mi habitación, ¿os puedo dejar solos?- Asiento sin apartar la mirada de su hijo.

- ¿De verdad soy un agobio?- Kate comienza a caminar con dificultad hasta el sofá.

- Bueno...he de admitir que apenas he disfrutado de espacio.

- ¿Y por qué no me lo has dicho? Cielo, tan sólo quiero que te recuperes.

- Y te lo agradezco, de verdad. El que hayas trasladado cosas de mi apartamento al loft...dice mucho de ti pero, entiende que esto es nuevo para mí. Siempre he cuidado de mí misma.

- Y el que exista una persona dispuesta a cuidarte, te resulta raro.

- En cierto modo, sí. Pero no quiero que te apartes de mi lado, sólo que no estés pendiente de mí todo el tiempo. Escribe, sal por ahí, haz tu vida.

- Mi vida está dónde tú estés. Ya lo sabes.- los labios de ella se posan en los de él, el beso es dulce y tierno.- ¿quieres que veamos la película juntos?

- ¿Lo dices en serio?- Pregunta él abriendo los ojos.- Por supuesto, ahora me apetece que me mimes un poco.

- Pues no se hable más.

Un par de horas más tarde...

Rick termina él solo de ver la película, Moulin Rouge, Kate duerme profundamente. Su cabeza está apoyada en un cojín y sus piernas reposan encima de Castle.

Le da pena despertarla, con cuidado la lleva hasta la habitación y la acuesta.

No puede evitar mirar cómo duerme, la respiración relajada y el rostro feliz. Le aparta los mechones de la cara y le besa en la mejilla antes de irse al despacho para continuar con su novela de Nikki Heat.

Su móvil comienza a sonar en cuanto cierra la puerta, la imagen de Gina aparece en la pantalla.

-Hola Gina.

- ¡¿Cómo que hola?! ¿Se puede saber qué pasa contigo?

- No te entiendo, sabes que volví porque Kate recibió un disparo.- a Gina eso le importa una mierda ahora mismo.

- ¡Y me dijiste que volverías! ¡He tenido que cancelar varias fiestas y firmas!

- No veo cuál es el problema, pronto publicaré la primera novela de Nikki Heat.

- ¡Estoy hasta los cojones de esa faceta tuya por esa detective! ¡Va a provocar que arruines tu vida!- Rick pierde la paciencia al escuchar eso.

- ¡¿Y tú que sabrás?! ¿Por qué te metes con ella? ¿Qué te ha hecho?

- ¡Pues mucho! ¡Estás ciego, Richard! ¡Esa chica no te conviene!- Castle mira la foto de su portátil, Kate y él sonriendo al objetivo. ¿Qué no le conviene? Quiere pasar el resto de su vida con ella.

- Mira Gina, no entiendo tu comportamiento infantil hacia ella, ¿quieres que me vaya de gira? ¡Iré! Pero en cuanto Kate se recupere del todo, me necesita.

- Y tus lectores a ti, ¿es que no te importan?

- Si me quieren, sabrán perdonarme y comprenderme.

Beckett está apoyada en la puerta, escuchando a Rick hablando, o más bien, discutiendo con Gina. Esa mujer no hace más que meterse en la relación, y fue ella la que no quiso pasarle las llamadas y mensajes cuando Castle se marchó.

- ¡No Gina, escúchame tú! Siempre te agradeceré que confiases en mí para publicar mi primera novela pero esto ya es demasiado.- la chica escucha los gritos del escritor, le asusta cuando pierde los papeles.

- ¡¿De qué me sirvió ignorar a esa tía si sigues colada por ella?!- Tanto Rick como Kate se quedan paralizados al escuchar a Gina, la cual se arrepiente rápidamente de lo que ha dicho.

- ¡¿Qué quieres decir con eso de ignorarla?!

-¡Da igual!

- ¡No Gina! Vi los mensajes de Kate durante mi gira de dos años, alguien los había eliminado. Y sólo tú puedes revisar mi correo y llamadas.

- ¿Y?

- ¡Nos enfadamos porque tú te metiste en medio! ¡¿Qué coño te pasa?!

- ¡Pues que me gustas, idiota!- Kate interrumpe sin quererlo, la puerta se abre y se queda mirando a Rick, el cual sostiene el móvil.

- Gina...yo...

- No Richard, es obvio que tú no sientes lo mismo. Creo que voy a tomarme unas vacaciones. Adiós.- y la mujer cuelga el teléfono sin darle tiempo a responder.

- Rick, ¿a qué viene esa cara?

- Fue ella...- responde él sentándose en la silla para asimilarlo todo.