Capítulo 16

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Kate no se percata de que ya ha llegado a la cuarta planta del edificio, unos compañeros se le quedan mirando, ésta no deja de sonreír y eso, para algunos, es demasiado raro y hasta siniestro.

-¡Buenos días!- Espo y Ryan intercambian miradas de asombro ante el buen humor de la inspectora.- ¿por qué me miráis de esa forma?

-Estás siendo amable, Beckett. ¿Te encuentras bien?

-Yo siempre he sido amable.- responde ella sin cambiar la expresión de la cara, algo que asusta todavía más a sus compañeros.-Si tú lo dices...

-¡Oh venga! ¿Ya vais a cabrearme?- Un repartidor aparece en ese momento con un gran ramo de flores.- ¿Katherine Beckett?

-¡Soy yo!

-Si es usted tan amable de firmar.- el bochorno de Beckett no pasa inadvertido para los chismosos que caminan cerca de su mesa; hasta su capitán se ha asomado al ver ese gran ramo.

-Vaya, vaya. Ahora comprendemos tu buen humor.- Espo le da un codazo a Ryan.- Nuestra Beckett ha ligado, que bonito.

-¿Viene con tarjeta?- Ryan la coge rápidamente, los compañeros comienzan a pasársela como si fuese un balón de fútbol hasta que Beckett la intercepta propiciándole un buen golpe al hispano.

-¡Ay!

-Te lo tienes bien merecido, esto es privado. Sabes que tengo buena puntería.

-Basta de tonterías, señores, tenemos un caso.- el capitán hace caso omiso del juego entre sus policías pero cuando hay una víctima...Todo cambia.

Minutos más tarde...

Castle escribe y escribe, sus dedos teclean con rapidez y las palabras fluyen como la seda. Pocas veces se siente inspirado y ahora es una buena ocasión.

-Richard, ¿qué narices estás haciendo? Llevas todo el día escribiendo.-Martha no suele interrumpir cuando su hijo escribe pero el comportamiento de éste le preocupa.

-¡He tenido una nueva idea para un libro! ¡No quiero dejarme ningún detalle!

-¿Nikki Heat?- Pregunta Martha al acercarse al escritorio y ver una hoja con posibles nombres de una inspectora de homicidios.- ¿No crees que es un nombre un poco...extravagante?

-Para nada, créeme, esto será un éxito.

-Pelo castaño, hermosas curvas, un rostro angelical, profesional... ¿Estás describiendo a Katherine? ¡Richard!- Su hijo se detiene, aparta la mirada del portátil; sus ojos se han enrojecido a causa de no dormir.

-Sólo es una idea madre, no publicaré nada hasta que ella no dé el visto bueno.

-Escribir sobre ella... ¿No crees que querrá intimidad? Estamos hablando de su vida. Un tema delicado.- Castle bufa ante ese comentario.- Madre, es una idea muy buena.

-¿Gina sabe esto?

- Gina es sólo mi representante, no puede opinar sobre mis ideas, reconozco un éxito cuando lo veo.- la mujer sigue sin convencerse, al parecer su hijo ha omitido el detalle de la muerte de la madre de la detective.

-¿Cómo piensas desarrollar todo su trabajo? Que yo sepa, sólo te has documentado para los libros de Derrick Storm. ¿Qué sabes de los homicidios?

-Tengo enchufe madre, por eso no tengo que preocuparme.-la conversación se ve interrumpida por el teléfono del escritor.- ¿puedes dejarme a solas, madre?

Martha sale del despacho no muy convencida por lo que a su hijo se le pasa por la cabeza. Rick desliza el botón para descolgar.

-¡Inspectora, esperaba su llamada!

-¡¿Tú eres idiota?!- Castle se aparta el teléfono ante semejante grito.- ¿No te han gustado las flores?

-¡Me encantan!-Contesta ella todavía furiosa.- ¿Entonces? ¿Por qué estás tan histérica?

-Podías habérmelas mandado a mi apartamento, ahora no hago más que recibir burlas de mis compañeros. Muchas gracias.- replica ella con sarcasmo.

-¿De nada? Lo siento, no tenía ni idea de que harían eso. Sólo quería agradecerte la cena de anoche, me divertí muchísimo.

-Yo también pero no puedes regalarme flores cada vez que vayamos a salir a cenar.

-Eso quiere decir que... ¿Habrán más veces?- Un breve silencio acompaña a la pregunta.- Sólo si me prometes que serás más discreto.

-Trato hecho.- Rick está escribiendo un email a una persona en particular mientras habla con Beckett.- ¿Cuándo será la próxima vez?

-Pronto, de momento imposible. No suelo salir cuando tengo que resolver un caso, y ahora mismo, estoy llegando a la escena de un crimen.

-¡¿En serio?! ¡Como mola! Aunque lo siento por la víctima.

-Sí, yo también.- Espo y Ryan saludan a la detective desde el cordón policial.- Tengo que colgar Rick, ya nos veremos.

-Hasta pronto, detective.- Castle espera con impaciencia recibir el correo que, posiblemente, le abra las puertas hacia otro mundo; un mundo que podrá disfrutar junto a Katherine Beckett.

Esa misma noche...

Beckett llega con la sensación de que la cabeza va a estallar en cualquier momento, lo peor del día no han sido las pistas sin sentido o ver el cadáver. Lo peor de todo...tener que aguantar las burlas de sus compañeros, son peores que los críos.

Kate gira el grifo para dejar caer el agua, ella se despoja de la ropa mientras la bañera se va llenando; una copa de vino y escuchar a "Cider Sky", es algo que se ha vuelto casi una tradición desde que comenzó a trabajar en homicidios.

Los pensamientos de Beckett suelen ser las pistas encontradas sobre el asesinato pero esa noche es distinta, Rick no sale de su cabeza. El hecho de que le haya regalado esas preciosas flores, la cena de anoche... Esos besos cargados de pasión, ¿puede sentirse más cachonda? Sin darse cuenta, sus dedos se han ido bajando hasta su sexo, lo acaricia mientras con la otra mano coge un pezón.

-¡Oh Rick!- Gime ella dentro de la bañera y con la música de fondo, lleva tiempo sin acostarse con nadie y, ahora mismo, desea tener a Castle entre sus piernas, dándole placer. La excitación que siente en ese momento es demasiado para ella, decide echar un poco de agua fría para calmarse. Su móvil comienza a sonar, Kate se seca la mano y la oreja antes de contestar.

-¿En serio? ¿Me llamas a estas horas?- Pregunta ella jadeando.- ¿Estás bien?

-Acabo de venir de correr.-contesta sin pensar y todavía cachonda por lo que ha hecho pensando justamente en el hombre que le llama.- ¿qué quieres?

- Nada, simplemente desearte buenas noches.

-¿Sólo me llamas para decirme eso? Podrías haberme mandado un mensaje.

- No, porque entonces no hubiese escuchado tu preciosa y dulce voz.- Rick sabe que Kate se ha sonrojado.- Gracias Rick, buenas noches.

- Buenas noches, ¡ah, se me olvidaba! Mañana te veré en la comisaría.

-¿Qué? ¿Por qué? ¡Richard, te lo prohíbo!

- Demasiado tarde.- y el escritor cuelga antes de que la joven pueda responder.

Caminos entrelazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora