LOBO MAGNATE 2: MOONFIRTS

Capitulo 22

LOBO MAGNATE 2: MOONFIRTS
CAPITULO  22
POR RUI

    El despertar de una guerrera, el inicio de una nueva vida. Despierta y abre los ojos...

La luna nueva había llegado y con ello el momento clave para los miembros de Moonfirts.

La pequeña manada de al menos dos docenas de semi lobos se reunieron en medio del bosque bajo la luz de la luna.
Todos se formaron en círculo, mirando al centro en donde estaba Yelena con solo una bata blanca, su cabello suelto y descalza sintiendo la tierra fresca atraves de sus pies.

Esa noche Yelena se sentía diferente, esa noche ella se sentía completa, invencible y una semilla de odio, venganza e irá había comenzado a germinar dentro de su corazón, sentimientos que no eran propios de ella pero que la harían creer que eran suyos.

- Una noche perfecta para un despertar. Esta noche seremos bendecidos por la luna misma, está noche todos nos convertiremos en hermanos, seremos una familia. Seremos miembros de Moonfirts!
Porque está noche nuestra Alfa, nuestra Luna tomara su puesto! Ella será nuestra líder y nosotros la seguiremos hasta las mismísimas puertas del infierno si ella así lo desea.
Yelena Baker, nuestra señora, el momento ha llegado, la luna está llegando a su cénit.
Todos acerquense y hagan el pacto de sangre para ser bendecidos junto con ella.

Yelena se despojo de su bata quedando desnuda ante todos sus subordinados, en sus ojos había tranquilidad no había vergüenza, los ojos de los presentes solo reflejaban respeto, no había morbosidad, ninguno la veía con deseo, no, todos respetaban a su Alfa.

Los presentes se cortaron una palma de su mano dejando escurrir su sangre, para luego acercarse a Yelena y tocarla dejando el líquido rojo sobre su piel desnuda y al mismo tiempo todos juraron su lealtad hacia su señora.

- Le doy mi respeto, devoción y lealtad. Mi sangre derramare si es necesario para cumplir los deseos de mi señora. Daré mi vida, para protegerla, mis noches serán en vela si así lo requiere mi ama y señora. Apartir de está noche otorgó mi vida, alma y sangre a Moonfirts.

Luego de aquellas palabras a coro todos retrocedieron lo suficiente para darle espacio a Yelena, la luna había alcanzado su punto más alto, su luz baño por completo el cuerpo de ella iluminandola, el momento había llegado.

Yelena sintió un calor que entraba desde su cabeza hasta cada una de sus extremidades.

Mientras se daba la transformación Gabriel dedico unas palabras a todos los presentes.

- Vagamos por las sombras de la desesperación al no conocer nuestra realidad, pero descubrimos que somos amos de la noche, nos embriagaremos con la libertad que nos ofrece la madre Luna; y está noche volveremos a nacer con su Luz!!!

Los músculos de Yelena comenzaron a crecer, su anatomía comenzaba a cambiar, garras en vez de uñas, colmillos en lugar de dientes, sus ojos se volvieron de color lila su pelaje de lobo era de un blanco como la nieve. Ella se transformó por completo y al hacerlo aulló a la Luna, El alfa de Moonfirts había nacido, un alfa poderoso, un Alfa nuevo, un alfa que buscaría venganza.
Miró a todos sus subordinados quienes estaban maravillados al verla, ella volvió a mirar a la Luna y aullo a todo pulmón para bendecir a sus seguidores, justo cuando su aullido se escuchó hasta el rincon más alejado del bosque todos los demás presentes se transformaron, sus colores eran diferentes algunos, negros, grises o cafés, pero todos poseian una línea blanca en el pecho, señal de que pertenecían a Moonfirts.

Todos al mismo tiempo dedicaron un fuerte y poderoso aullido a su Alfa, a su Luna, para luego inclinarse ante ella. El lobo blanco con ojos violeta emprendió una carrera subiendo a la montaña y detrás de ella su nueva manada, todos corriendo bajo la luz de la luna, sus corazones latían al ritmo de su trote, sentían la tierra entre su patas, veían en la oscuridad, su oído, olfato y vista eran superiores, ellos eran amos de aquella noche.