Capítulo 19
Ató los cordones de sus botas lo más rápido que pudo. Sus manos temblaban, así que el proceso fue complicado. Cogió su mochila y se la tiró al hombro. Estaba pesada. La tiró al suelo y se arrodilló para abrirla y ver el contenido. Estaba llena de provisiones y supresores. Ellos lo habían preparado porque sabían que se iba a ir.
Sintió un nudo formándose en su garganta. Quería gritar, llorar, dar puñetazos a lo que sea que se le cruzara. Cerró los ojos, intentando con todas sus fuerzas serenarse. No se podía quedar ahí. Por muy amables que hayan sido con él, por mucho que doliera alejarse. Ellos eran parte de los culpables de que el mundo se fuera a la mierda. Ellos estaban infectados. Le podían contagiar en cualquier momento y, al contrario que ellos, él sí se convertiría en un muerto andante. ¿Le reventarían la cabeza como Jungkook hizo con su hermano si eso llegaba a ocurrir? Prefería no descubrirlo.
Volvió a enderezarse y sujetando la mochila con fuerza sobre su hombro salió de la habitación. Camino por el pasillo siguiendo las indicaciones que el alfa castaño le había dado. Quería ir lo más rápido posible sin hacer ruido pero sus pies pesaban y solo conseguía mantener una caminata lenta cuyos pasos resonaban contra el suelo con demasiada fuerza. Parecía que estaba en un hospital por las paredes blancas y sin nada en ellas salvo indicaciones de plantas y de mantener el silencio. La falta de objetos hacia que el eco resonara aún más fuerte.
Al contrario de lo que pensó, llegó a la salida más rápido de lo que creía. La luz lo cegó por un momento cuando abrió una puerta que se deslizó con un chirrido agudo. Dio unos pasos fuera, acostumbrándose a la luz y al sonido de las hojas movidas con ímpetu por el viento contrastando con el silencio sepulcral del edificio. Tardó unos momentos en darse cuenta que había alguien en la salida tapada de las rejas.
Su corazón se tambaleó al ver a Jungkook mirando el suelo delante suyo. Sabía que el joven alfa era consciente de que estaba ahí pero que le daba tiempo para que se acercara por su cuenta. Se maldijo al ser tan iluso de pensar que ya no iba a toparse con nadie. Obviamente alguien debía abrirle la verja y cerrarla tras él.
Tardó unos eternos 5 minutos en armarse de valor y caminar hacia él. Sabía que si se cruzaba con alguno de ellos, le iba a costar más seguir la decisión que había tomado.
- Al final decidiste marcharte.
La voz de Jungkook sonaba triste. Podía ver en sus ojos que le estaba haciendo daño. Pero incluso con ese dolor reflejado en su mirada, el alfa se movió para abrir la verja sin esperar una respuesta.
Se quedó estático. Mirando la verja abierta. Jungkook se había apartado y se había quedado a un lado esperando a que saliera. Una furia inexplicable invadió su cuerpo, extendiéndose desde el estómago hasta la cabeza dándole unos pinchazos parecidos a migrañas. Sintió cómo sus músculos se tensaban y como inconscientemente apretaba los dientes.
Aún sin comprender bien las emociones que estaba sintiendo comenzó a caminar hacia la salida con seguridad renovada. Pero según se acercaba, la furia crecía más y la seguridad caía en picado.
Paró justo a unos centímetros del otro lado de la verja. Se giró para encarar al alfa. Seguía sin mirarlo. Esperaba paciente a que se alejara. Había tantas cosas que quería gritarle. "¿Por que me habéis mentido?" encabezaba la lista seguida de "Os odio por lo que habéis hecho al mundo", "Mi hermano está muerto por vuestra culpa", "Habéis hecho que confíe en vosotros" y un sin fin de recriminaciones más. Y aún así, cuando el alfa al fin le miró, sin comprender porque aún no se había ido, lo único que pudo decir fue...
- ¿Y ya está?- Su voz no tenía la seguridad que su cuerpo parecía tener. Sonaba triste y rota. Se preguntó si era una ilusión que estaba compuesto, si el alfa realmente veía su estado real.
- ¿Que?- preguntó sin entender. Seokjin se maldijo por lo que había dicho, pero su labios no le hacían caso y siguió hablando irracionalmente.
- ¿No vas a detenerme? ¿No vas a pedirme que me quede? Después de todo... solo dejas que me vaya. - Sonaba como un niño de cinco años haciendo un berrinche. Se odiaba por ello. Jungkook estaba sorprendentemente sereno. No parecía extrañado por su arrebato de preguntas ni por el significado de estas. Solo lo miró más serio de lo que lo había visto nunca.
- Te lo dije. Si decidías irte, no iba a detenerte. - Iba a reprochar pero la mirada de Jungkook se afiló peligrosamente haciéndole quedarse muy quieto. Su instinto sumiso frente a su alfa presente por primera vez con Jungkook, haciéndole jadear de la impresión. - ¿Qué esperas de nosotros Seokjin? - Tembló ante la frialdad con la que dijo su nombre. ¿Dónde estaba el joven tímido de hacía unos minutos?- Que siguiéramos suplicándote una y otra vez que te quedaras. Que nos quisieras. ¿Cuánto tiempo más quieres que nos arrastremos por tu aceptación?
- Yo no...- no pudo terminar. Jungkook se acercó a él quedando tan cerca que le fue imposible no notar que, a pesar de su juventud, era tan alto cómo él.
- Te complicas la vida y nos la complicas a nosotros.- Le recriminó el alfa con voz cada vez más y más dura.- Si quieres quedarte, quédate. Si quieres irte, ahí está la salida. La decisión es solo tuya. No nos hagas responsables también de esto cuando lo único que hemos hecho es...
Los ojos del alfa se abrieron desmesuradamente cuando los labios de Seokjin impactaron en los suyos haciendo que las siguientes palabras se evaporaran de su mente.
Seokjin no sabía que estaba haciendo. En un momento estaba enfadado y al siguiente, lo único que quería era besar a su alfa. Porque Jungkook era su alfa y nunca había sido tan consciente de ese hecho como en ese momento. Sus manos se movieron solas cuando agarró la chaqueta militar del otro y su jadeó también fue de sorpresa cuando impactó sus labios en un beso que él mismo no sabía cómo había iniciado.
Su pecho se sintió ligero. Las brazos de alfa rodearon su cintura atrayendo sus cuerpos más cerca y sin embargo no dejó que el beso del omega fuera más allá de un simple roce. Incluso cuando descaradamente le incitó a abrir la boca para jugar con sus lenguas, el alfa solo le apretó más contra su cuerpo sin mover sus labios en ningún momento.
Fueron unos segundos. Unos segundos que parecieron eternos cuando se separó. Abrió los ojos con cuidado, viendo la tranquila expresión del alfa. Sus ojos marrones lo miraban de una manera que no podía descifrar. Y decidió ser sincero.
- Por favor, - las palabras salieron casi como una súplica,- no dejes que me vaya. No dejes que me vaya Jungkook. - Repitió. El alfa asintió mientras hundía el rostro en su cuello y se quedó ahí unos minutos. Sus hombros se sacudieron ligeramente cuando Seokjin pasó sus manos por su espalda en un abrazo. Sólo entonces notó que Jungkook estaba llorando.
Siento haber tardado tanto. La vida esta llena de problemas y a veces no se tiene la fuerza suficiente para mantener la parte creativa activa. Intentaré ser más constante y actualizar pronto mis otras historias también. Muchas gracias por los que me tienen paciencia y siguen leyendo a pesar de que soy un desastre. Espero no decepcionar. Nos leemos pronto de nuevo.
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NUESTROS ÚLTIMOS DÍAS (OMEGAVERSE) (BTSxJIN)
FanfictionCuando el fin del mundo parece tan cercano, lo último que uno espera es encontrarar a su pareja destinada. No puede haber un peor momento para enamorarse que cuando estas rodeado de zombis, dispuestos a matarte a la mínima oportunidad. Pero, ¿qué p...