Capítulo 11

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Capítulo 11

Se movieron lo más rápido que podían. Namjoon no les dejó parar hasta que no consideró que estaban lo suficientemente lejos del lugar en el que les atacaron.

La atmósfera no era la mejor. Todos parecían estar atentos a cualquier ruido del bosque que se extendía a su alrededor. Durante el tiempo que pasaron juntos, Seokjin se había dado cuenta que los seis alfas no parecían tenerle miedo a los muertos. No les había visto tan alerta hasta ese momento. Suponía que su experiencia militar les hacía fácil lidiar con gente que no podía razonar. Pero era diferente con la gente que pensaba y usaba armas de fuego. Y lo más importante, que disparaban antes de preguntar.

Ellos seguían pensando que sus atacantes les habían seguido porque los del pueblo se habían chivado de que había un omega cerca. Mientras caminaban, los seis adoptaron posiciones que, incluso él, podía decir que era para protegerlo. Incluso Yoongi, quien le miraba con más molestia de la habitual, estaba a unos metros de distancia a su lado derecho. Hoseok estaba con él. Namjoon estaba a su lado izquierdo y tenía la mano puesta en su pistola hasta cuando oía las hojas de los árboles moverse por el viento. Jimin y Taehyung estaban por delante y, de nuevo, se alejaban y se acercaban a ellos sin avisar. Jungkook estaba detrás. Siguiéndoles en silencio.

A Seokjin se le oprimía el pecho al pensar que se arriesgaban tanto por él. Es decir, podían haberle dejado tirado a su suerte o entregado a esas personas para que les dejaran en paz. Pero no lo hacían. Sabía que era porque sentían el vínculo entre ellos y el instinto inevitable de protegerlo. Aún así, estaba agradecido con ellos.

Taehyung y Jimin encontraron una gasolinera abandonada cuando estaba anocheciendo. No les costó demasiado limpiarla de muertos. Casi todos seguían deambulando por las ciudades y sólo salían de estas si oían ruido así que era extraño encontrar una gran cantidad de ellos en un sitio en medio de la nada cómo en el que estaban. Aún así no podían bajar la guardia. Sabían muy poco de cómo actuaban esos seres y debían estar preparados para cualquier cosa.

Se instalaron en la bodega. Namjoon y Yoongi se fueron a hacer guardia nada más terminaron de comer algo. Habían decidido que lo mejor era que no se quedara uno sólo por si al final les habían seguido sin que se dieran cuenta.

Seokjin estaba durmiendo solo. Había pensado en ir con Jimin y así asegurarse de que estuviera completamente bien y no fingiendo, pero su mente estaba divagando sin parar y la confusión se instalaba cada vez más profunda en su cuerpo. Taehyung no salía de su cabeza y la idea de estar acercándose a otro más de los chicos le asustaba porque había experimentado en propia piel lo fácil que era caer por su pareja destinada.

Tenía que tomar distancia. Y cuanto antes mejor. Quedarse con ellos no era una opción. Debía volver con su hermano. Y no podía hacerlo con ellos. Ir en grupo en una situación cómo la que estaban viviendo llamaba demasiado la atención. Para la gente cómo los seis alfas era más fácil porque sabían defenderse por separado igual que en grupo, pero él y su hermano no eran cómo ellos. Y a la mínima emboscada podrían acabar muy mal.

Además, su hermano nunca aceptaría ir con los alfas a ese campamento del que hablaban. Seokjin no era estúpido. Sabía que le ocultaban cosas y su hermano también lo vería. Si tenían algo que esconder en medio del fin del mundo es que no eran tan de fiar cómo se habían mostrado desde el principio. Y Seokjin no podía confiar en ellos sabiendo que ellos no confiaban en él. Y menos podía llevarlos dónde su hermano sin estar al cien por cien seguro de que no iba a arrepentirse de su decisión.

Y es que, aunque los últimos días habían sido de lo más intensos y su cuerpo y mente habían sido atacados con cientas de emociones desconocidas para él, era completamente consciente de que, al final, sólo fueron unos pocos días desde que conoció a los alfas. Hacía una semana no sabía ni que existían.

Su mente no paraba de darle vueltas a esos días sin poder conciliar el sueño. Podía oír las rítmicas respiraciones de los demás. Señal de que estaban profundamente dormidos desde hace unas horas.

Se levantó intentando hacer el menor ruido posible y salió de la bodega. Caminó por la gasolinera observando su alrededor. Ese sitio había sido completamente destrozado. No había casi nada de alimentos así que estaba claro que por ahí había pasado gente antes que ellos.

Cuando estaba por la mitad de la tienda, vio a los dos alfas que hacían guardia. Estaban sentados en los escalones de la entrada con las armas desenfundadas pero sin aparente intención de usarlas. Estaban hablando de algo pero sus voces estaban demasiado distorsionadas por las puertas de cristal que les separaban del interior de la gasolinera así que no podía oír con claridad lo que estaban hablando.

Dio unos pasos hacía ellos pero se quedó muy quieto cuando oyó una risa. Sus ojos se abrieron ligeramente más de lo normal al ver cómo el rostro de Yoongi se giraba hacía Namjoon mientras se reía. Sintió su cara arder mientras sus ojos estaban clavados en el alfa mayor. Nunca le había visto reír. Los latidos de su corazón se aceleraban cada vez más provocando una sensación de vértigo que le hizo dar unos pasos atrás. Yoongi ya no se reía pero seguía sonriendo cuando volvió a mirar hacia el bosque.

Deslizó su espalda por una pared hasta quedarse sentado apoyado en esta. Rodeó con sus brazos las rodillas y escondió la cara en estas. Inspiró y expiró una y otra vez. El pánico que estaba sintiendo por las emociones que cada vez podía controlar menos le hacían hiperventilar cada vez más y más. ¿Qué le estaba pasando? Sólo quería dejar de sentir esas emociones. No podía controlarlas y cada vez le aterraba más y más.

Tenía que salir de ahí.

Sólo podía pensar en que tenía que salir de ahí. Alejarse de ellos lo más rápido que pudiera. No podía continuar así. No cuando todo su cuerpo iba en contra de sus ideas racionales. Tenía que irse antes de que fuera tarde.

Cómo pudo, se levantó y volvió a la bodega. Con manos temblorosas, metió su manta en la mochila y se la echó en el hombro. Con pasó rápido pero silencioso se acercó a la puerta dispuesto a irse. Se quedó unos segundos delante de esta, deseando girarse y verlos aunque sea por una vez más, pero se obligó a no hacerlo. Salió de ahí y fue directo a la ventana. La abrió con cuidado de que Namjoon y Yoongi no le oyeran.

Se rasgó la piel con el ventanal mientras saltaba fuera. Se aseguró de que nadie se había alterado por el ruido y cuando estuvo seguro de que no se habían dado cuenta, salió corriendo hacia el bosque.

Su pecho dolió y los vínculos tiraron de él hacia atrás. Apretó los puños con fuerza mientras hacía todo lo posible por ignorarlos. Y siguió corriendo. 

NUESTROS ÚLTIMOS DÍAS (OMEGAVERSE) (BTSxJIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora