✇ 𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟸𝟸.

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Rin y yo entramos en el hospital, y caminamos a paso rápido por el pasillo que nos llevaría a la habitación de Obito

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Rin y yo entramos en el hospital, y caminamos a paso rápido por el pasillo que nos llevaría a la habitación de Obito.

Esperábamos encontrarnos con la enfermera del día anterior, y que nuevamente nos hiciera el favor de dejarnos pasar a verlo. Bueno... A Rin, ya que yo sí podía ingresar.

Dimos vueltas durante unos quince minutos por el lugar, pero no conseguíamos encontrarla. Tampoco queríamos meternos como si nada en la habitación de Obito. Porque, aunque quisiéramos verlo, no íbamos a ponernos a causar problemas, y menos si eso provocaba que ya no pudiésemos ni asomarnos a su puerta.

— Deberías entrar — habló la Nohara — Entra tú qué puedes. No pierdas el tiempo por mi.

— No, Rin. Entraremos juntos. Solo debemos hallar a la enfermera de ayer.

— Pero no está — dijo la castaña, deteniendo su paso — ¿Qué haremos entonces? Yo no puedo entrar ahí.

— No lo sé, Rin — respondí, viendo hacia los lados — Pero ya tendrá que aparecer.

Esperamos unos minutos más frente a la puerta de la habitación en la que se encontraba el Uchiha. Quizás la enfermera llegaría pronto, o tal vez ya se encontraba dentro y cuándo saliera podríamos hablar con ella.

Pero unos veinte minutos más pasaron y aún no habían rastros de esa chica. Para ese punto ya comenzábamos a fastidiarnos. Di media vuelta, y abrí mi boca dispuesto a hablar cuándo vi venir hacia nosotros, a un par de metros de distancia, una cabellera negra atada en una coleta que me resultó muy familiar. 

— Hola, Kakashi. Hola, Rin — saludo la muchacha parándose frente a nosotros.

La miré entrecerrando los ojos, intentando recordad dónde fue que vi su rostro.

— ¡Hola, doctora! — le saludó tranquilamente mi compañera, como si ya le conociera.

— ¿Qué tal va tu cabeza, Kakashi? — preguntó girándose hacia mí. 

— ¿Mí cabeza? — inquirí, confundido.

— Sí. ¿Recuerdas? Te golpeaste hace unos meses. En tú misión.

Abrí mis ojos con sorpresa. Ahora entendía de dónde era que conocía su rostro. Había sido la misma doctora que me atendió después de lo ocurrido en el puente Kannabi.

— ¡Oh! Claro... Sí. Mí cabeza está bien, no han habido problemas. Gracias por preguntar.

— Me alegra mucho oír eso — habló, sonriendo — Qué bueno que ya estés mejor. Pero, ¿y ustedes? ¿Qué hacen aquí?

— Verá — inició diciendo la Nohara — Nuestro amigo Obito, fue herido ayer durante una actividad que tuvimos. Y vinimos a verlo.

— Entiendo. ¿Y no saben cuál es su habitación? — preguntó.

𝙱𝚒𝚛𝚝𝚑𝚍𝚊𝚢 𝚆𝚒𝚜𝚑. •𝙾𝚋𝚒𝙺𝚊𝚔𝚊•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora