✇ 𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟹𝟺.

1.9K 191 24
                                    

Después de que Tsunade se calmara y "aceptara", aunque no del todo, que Obito y yo fuéramos a la Aldea Oculta de la Lluvia, los dos habíamos salido de la oficina del Hokage, y nos habíamos dirigido a nuestras respectivas casas, con la tarea de gua...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de que Tsunade se calmara y "aceptara", aunque no del todo, que Obito y yo fuéramos a la Aldea Oculta de la Lluvia, los dos habíamos salido de la oficina del Hokage, y nos habíamos dirigido a nuestras respectivas casas, con la tarea de guardar las cosas que utilizaríamos para la misión que iniciaría el día siguiente.

Para que todo funcionara bien, debíamos inventarnos una nueva identidad y una nueva historia, tal y como había dicho Tsunade. Ocultar nuestra apariencia no sería necesario, pues allí nadie nos conocía.

Pero de igual forma, Minato nos había recomendado utilizar máscaras, al menos de vez en cuándo, o hasta que estuviéramos seguros de que el sujeto con máscara de calavera no se hallase allí, con el resto de los Akatsukis.

Viejos recuerdos vinieron a mí mente al ver la máscara anaranjada en espiral que tenía Obito en su mano, y más aún al escuchar el nombre de "Tobi".

Le pregunté por qué había escogido ese y no otro.

Y él solo respondió;

— Solo... Intenté crear un nombre nuevo utilizando Obito y ese salió — contestó sin darle mucha importancia — Además, si dices Obito rápido muchas veces te sale Tobi .

Nunca había pensado en eso. Pero tenía razón. No sé cómo no lo noté antes.

Por otro lado, yo iba a utilizar el viejo y confiable nombre "Sukea". El Uchiha también tuvo curiosidad de porque lo elegí, pero solo le respondí que se me acababa de ocurrir.

En esos momentos nos encontrábamos con Rin

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En esos momentos nos encontrábamos con Rin. Estábamos a pocos minutos de irnos, pero antes quisimos despedirnos de nuestra compañera, quién al igual que Tsunade, no se mostró de acuerdo al enterarse de todo.

— ¿Por qué tienen que ir ustedes? — preguntó la chica, disconforme.

— Porque el Hokage lo quiso así — respondió el azabache con simpleza.

— Pero es peligroso.

— Rin, nada malo va a pasar — dije, intentando calmarla.

— ¿Cómo qué no? — cuestionó — ¿Y sí ese hombre está ahí?

— Esa es la idea — murmuró el pelinegro.

— Pero... ¿Y sí los descubre?

— No lo hará — musitó con cansancio — Ni siquiera sabrá que somos nosotros.

— ¿Y cómo estás tan seguro?

— Mira, Rin — el Uchiha se puso de pie y camino hasta la castaña — Nada va a pasarnos, agradezco tu preocupación pero no es necesario, ¿bien? Nos veremos en unos meses, ahora ya debemos irnos.

— Pero Obito...

El peli-negro se dio media vuelta ignorando a la Nohara. Paso por un lado de mí y me tomó de la muñeca llevándome hacia la salida junto con él.

Giré hacia atrás unos segundos y pude ver a Rin aún de pie en la entrada, observándonos con tristeza.

Llegar a la aldea no fue un problema, el problema era entrar sin ser notados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegar a la aldea no fue un problema, el problema era entrar sin ser notados.

Ya que para poder ser admitido dentro de esta, las personas debían pasar primero por una serie de controles de seguridad, además de estar constantemente bajo vigilancia.

Esto sin contar la habilidad de Pain. Una técnica que hacía que lloviera cuándo él quisiera, pero ese no era el verdadero problema, sino que dicha técnica estaba conectada a sus sentidos. Esto le permitía saber, ya sea un intruso o no, quién entraba y quién salía de la aldea. Así que la infiltración era imposible sin ser detectados.

Lo único que se nos ocurrió, fue esperar a que la lluvia cesase, y tal vez con un poco de suerte, eso sirviera para poder escabullirnos.

No estaba seguro de si eso funcionaría, pero debíamos probar. Después de todo, sino resultaba, podríamos utilizar la carta de que éramos unos "niños huérfanos perdidos que necesitaban ayuda", como había dicho Jiraiya. Aunque tampoco creía que eso sirviera de mucho.

Obito quería crear una distracción, enfocar la atención de todos hacia eso y nosotros entrar en la aldea cuándo estuvieran todos distraídos. No parecía un mal plan, pero teniendo en cuenta que Pain estaba ahí, sabía de sobra que eso no resultaría, solo lo pondría más alerta.

Así que esperamos. Esperamos durante horas a qué la lluvia mermara aunque fuera solo unos pocos segundos.

Y finalmente lo hizo. La lluvia se detuvo cuándo faltaba poco para que se completaran las casi veinticuatro horas que llevábamos allí esperando.

Sin querer tardar más, antes de que nuevamente comenzara a diluviar, nos acercamos de forma rápida hacia la aldea, dispuestos a intentar entrar sin ser notados.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝙱𝚒𝚛𝚝𝚑𝚍𝚊𝚢 𝚆𝚒𝚜𝚑. •𝙾𝚋𝚒𝙺𝚊𝚔𝚊•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora