Capítulo 4. Demasiado amable!!!

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2012

La empresa estaba revolucionada, el señor Jacobo iba a entregar la presidencia a su hijo mayor el cual estaba preparándose desde hacía varios años. Jorge Armando Mishaan había estado ocupando puestos de gerencia en algunas empresas o vicepresidencia en cada departamento de la central, realmente se estaba entrenando, según decían todos era muy bueno, tenía el temple de su padre con la ventaja del gusto por las nuevas tecnologías. Estaba trabajando en la modernización de varias empresas.

Jacobo Mishaan era un excelente jefe, nadie quería que se retirara, pero al parecer quería disfrutar de lo que había trabajado, lo cierto era que aun iba a seguir acompañando a su hijo, solo que quien firmaría todo sería Jorge Armando, de hecho, su presencia en ciertos aspectos estaban limitados a las reuniones con la junta directiva cada dos meses.

Desde ese momento Ela tendría que acomodarse al nuevo Jefe, eso, si él no se traía a alguna secretaria que se acomodara a sus exigencias.

Para Ela nada cambió, bueno, si, ya no tendría a la amable señora Margarita dando vueltas por allí, ahora sería la nada sociable Leticia, o señora Leticia, como exigió ser llamada la que tendría que ver, en más ocasiones de las que le gustaría. A parte, el señor Jorge Armando se había traído a su asistente personal. Alejandro Ibáñez era administrador de empresas y estaba ocupado de varias cosas, entre ellas era quien acompañaba a su jefe en los viajes fuera de la ciudad.

Para Ela esa era una excelente noticia, con el señor Jacobo había dejado los viajes después de la muerte de su esposo y era la señora Margarita quien se encargaba de esos menesteres, tenía dudas en ese aspecto, pero ver al joven Alejo revoloteando siempre alrededor de la oficina era agradable.

Alejo tenía muy buen humor, a todo le sacaba chiste, pero no perdía el profesionalismo. Se autoproclamaba como "una perfecta barra de chocolate pasión". Era inteligente, intuitivo, previsivo, parecía leer la mente de su jefe y como era soltero podía seguirle el ritmo en viajes al nuevo jefe.

La transición no fue fácil, hubo mucho papeleo que tocó mover y archivar, algunas reuniones con abogados y más reuniones con los socios y miembros de la junta directiva

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La transición no fue fácil, hubo mucho papeleo que tocó mover y archivar, algunas reuniones con abogados y más reuniones con los socios y miembros de la junta directiva. Jorge Armando estaba odiando esa franja de tiempo, su consuelo era pensar que no sería eterno y que en algún momento todo quedaría listo, fueron casi cuatro semanas, que luego derivaron en más de dos años de nuevos proyectos y atención de todas las empresas del conglomerado.

Ela se sentía agradecida, ser la secretaria de presidencia le significaba un salario superior a la de las demás secretarias, eso sí, sus responsabilidades también eran mayores y muchas veces le tocó quedarse hasta tarde para cumplir con algunas tareas. Lo bueno de todo era que a final de mes cada hora se notaba con creces en su cuenta de banco.

Jorge por su parte también robaba suspiros, pero la constante presencia de su esposa era suficiente para espantar a cualquiera. Gracias a Dios nunca se había metido con Ela, ella parecía ser invisible para Leticia, aunque Jorge Armando parecía solo observar su trabajo y el hecho de que Alejo estuviera en plena función ayudaba a que la señora no se sintiera amenazada por una joven y bonita secretaria.

Déjame quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora