Jorge Armando llegó a Bogotá satisfecho por los resultados de su viaje, no podía negar que los beneficios que se obtendrían con los contratos firmados serían muy buenos, lo que lo colocaba en una posición ventajosa en el mercado.
Con un suspiro de cansancio se dejó caer sobre el borde de su cama y observó todo lo que lo rodeaba y se dio cuenta que solo lo laboral estaba bien en su vida. Aunque tenia una casa hermosa, grande, una esposa hermosa a la que amaba y un hijo ejemplar, su familia no era tal, solo era el caparazón vacío de un hogar que una vez fue y ahora... eso no era lo que el quería para su vida, amaba a Leticia. Oh, si, la amaba como un demente. Se agarró el cabello con ambas manos casi tirando de él.
No sabia que le estaba pasando, pero se sentía impotente, como si fuera el espectador de una película en la cual, por mas que gritara, no podía cambiar los sucesos.
Leticia, Leticia.
No tenia ni idea de que estaba pasando con su mujer. Los reportes que le entregaban de ella el equipo de seguridad no decían mucho. Siempre en las tiendas, en el spa o en el club o en la residencia de una de Karime y Valentina; siempre acompañada de sus amigas o solo por una de ellas. Aunque últimamente más en la casa de Karime.
No entendía en que momento todo dejó de ser tan maravilloso para convertirse en esa asfixiante rutina donde no tenía nada.
Cuando su hijo estaba en Miami no tenia gran motivación para llegar a esa gran casa donde los lujos se sentían como excesos. Seguramente sus empleados disfrutaban mucho el trabajar allí, nunca había nadie y no había quien les dijera que podían o no hacer.
Luego de un baño y un cambio de ropa se fue a la sala donde acostumbraba a ver las noticias, allí dejó pasar las imágenes y se propone, nuevamente, recuperar su matrimonio. Recuerda que tiene el numero de un terapeuta y hace un recordatorio mental de llamar al día siguiente para separar una cita.
En la tarde había conversado con su hermano y se daba cuenta lo feliz que estaba. No quiso reprocharle nada por haber adelantado su viaje de regreso, se le notaba feliz y eso lo tranquilizaba. Carlos parecía haber encontrado a alguien que le estaba poniendo freno y eso no era muy fácil.
Ya había pedido a su jefe de seguridad que le dieran un informe detallado de la mujer con la cual estaba saliendo su hermano y le sorprendió en gran manera que ella tenía dos hijos, pero si su hermano se mostraba tan deslumbra do y encantado con ella era por que algo tenía que valía la pena.
Jorge llegó temprano a las instalaciones de Andes. Ese día ya todos estaban de vacaciones, sin embargo, él debía ponerse al día con algunos asuntos, por lo que Micaela también estaría allí para trabajar junto a él y a Ibáñez. Debian dejar completados los procesos para validar los contratos, de tal forma que la primera junta del siguiente año tuviera todo preparado.
Ela llegó con ropa menos formal, unos jeans a la moda con un suéter lana beige muy claro y con cuello tortuga y en sus pies un par de botas de tacón medio en un color similar a su suéter la hacían ver muy fresca y completamente diferente a la mujer que esta cada día frente a su oficina.
Alejo la abrazó con entusiasmo, como si en vez de haberse ido por diez días, hubiesen sido años. Definitivamente, ese hombre tenía mucha energía y necesita una novia que lo distrajera, pensó Ela mientras sonreía.
Jorge también se sorprendió de ver a Ela con esas pintas, no es que se viera mal, todo lo contrario, se veía muy bien, parecía mucho mas joven que con su ropa habitual, esa que le conferían mucha sobriedad y elegancia, asi que solo agitó su cabeza espantado los pensamientos relacionados con lo bien que se veía su secretaria.
Toda la mañana trabajaron poniendo al día diferentes carpetas y asignando tareas a los demás ejecutivos para cuando regresaran de sus vacaciones. Como se les hizo tarde almorzaron en la oficina de un restaurante cercano que les hizo domicilio y continuaron trabajando casi como una jornada laboral normal.
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Déjame quererte
RomanceJorge Armando Mishaan, ha asumido el control de las empresas de la familia, todo debería estar bien para él, pero no, nada está bien, al parecer todo ha perdido sentido y él siente que su vida no tiene sentido. Su matrimonio se ha desvanecido y a pe...