Capítulo 19. !No llegó!

6 1 0
                                    


– Hagamos algo, establezcamos un día de la semana para comer comida chatarra, será como nuestra cita especial, solo noche de hombres, noche de papa e hijo.

– Bien, es un trato, después no me salgas con que tienes una reunión y no vas a poder llegar o cualquier cosa de trabajo.

– Bueno, hagamos algo, si una noche no puedo la aplazamos para la siguiente noche, a no ser que este fuera de la ciudad, siendo así toca negociar esa salida por otra actividad, ¿vale?

– Mira que eres tu quien lo está proponiendo.

La relación con su hijo se hizo más fuerte, cada día llegaba temprano a casa tratando de acompañar a su hijo que había bajado su rendimiento académico y por el cual había sido citado en la escuela para firmar algunos compromisos. Mauricio también tuvo acompañamiento de un profesor particular, pero se dieron cuenta que más que de comprensión era de motivación, asi que Jorge dispuso todo para estar con él lo más posible.

Asi lo habían hecho. Cada semana salían el martes en la noche a comer a cualquier sitio de comidas rápidas, Mauro se encargaba de escoger el lugar y así conocieron muchos sitios donde vendían hamburguesas realmente buenas, en algunos se llevaron decepciones con las papas fritas o con las salsas, pero lo bueno era que tenían muchas mas cosas de las que hablar.

De Leticia poco habían sabido y Mauro no preguntaba por ella. Los papeles del divorcio fueron firmados y el acta estuvo lista menos e un mes después de que ella abandonó su residencia dejando la gran noticia de su embarazo.

Padre e hijo viajan a Cartagena, donde su hermano le había pedido que lo acompañara, pues iba a pedirle matrimonio a Paulina luego de un mar de circunstancias que le tenían la cabeza a explotar al pobre de Carlos Alberto. Estuvieron pasando ese fin de semana en una isla del archipiélago sucreño donde tenían una hermosa propiedad.

¿Qué le pasaba al mundo? ¿Acaso todo el mundo estaba conspirando para burlarse de él? Primero Alejo, ahora su hermano y es que hasta su prima estaba enamorada del italiano que alguna vez había sido rival de su hermano. Hasta en la empresa la gente parecía estar nadando en las burbujas del amor, ¿y él? ¿Qué iba a pasar con él? ¡En serio esta era su realidad? ¿No era una pesadilla de la que despertaría en cualquier momento?

Ya no sabia como asumir que el mundo siguiera girando y él solo pudiera ver como todos era felices. Todos menos él.

Alejo y Sara se casaron el último fin de semana de octubre. Lo que dejó a Jorge sin asistente personal por un mes completo.

Fue la siguiente semana, el martes en la tarde cuando salió con su hijo a buscar un nuevo restaurante para probar hamburguesas cuando se tuvieron que enfrentar a la imagen de una Leticia muy embarazada, acompañada por su fiel amiga Carime. Mauro alternaba la mirada entre sus padres tratando de entender un poco mas de lo que estaba sucediendo, sin embargo, los ojos cristalizados de ella y el enojo en los de su progenitor lo confundieron mucho.

Jorge Armando Mishaan no quería verla. No se sentía preparado para interiorizar esa gran verdad.

Lo cierto era que Leticia no se veía tan bien como lo habría imaginado, ella estaba un poco desarreglada y se veía pálida, de seguro el embarazo estaba siendo muy difícil.

¡Maldición!

¡Demonios!

¡Que se lo llevara quien lo trajo!

Ese día se había ido al traste.

Lo que prometía ser otra excelente tarde padre e hijo, se convirtió en un choque con la cruel realidad.

Déjame quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora